Acoger a la familia
“Bueno, solo tienes que darle la cena, alojarlo una noche y devolverlo a la estacion de autobuses”. Pero es que encima aguantarlo de mal humor porque lo han “largado” a las primeras de cambio pasa de castaño oscuro. Bueno “una duchita calentita y a dormir; le dare dinero para un taxi por la mañana y en paz”.
Despues de tanto tiempo viviendo solo, se pierde la costumbre de echar el pestillo del baño, asi que no me esperaba que el bueno de Mauro entrara en el baño cuando estaba bajo el chorro de agua caliente de la ducha. Desnudo, completamente erecto (20 cm de ereccion supe despues), abrio la mampara y se acomodo bajo la ducha junto a mi.
Son 43 años ya, virgen desde un punto de vista homosexual, de manera que me quede petrificado por la sorpresa. Fue solo un segundo, Mauro no estaba para rollos, asi que tomandome por la nuca, me acerco con firmeza a su polla, hasta meterla toda en mi boca.
“”gggrrrrffm” intente decir, pero aquel pollon terrible rozandome la campanilla no me dejo decir mas. Mas sorpresas: en vez de mostrarme indignado, me dedique con todo placer a chupeterrear aquel hermoso ejemplar de pene, sorbiendo con delectacion.
Se trata de probar cosas nuevas ¿no? Mauro lo agradecio explotando de placer. Un chorro inesperado de semen inundo mi garganta y la sorpresa me hizo atragantar.
Mi sobrino quedo sentado sobre el pie de ducha, todavia erecto y casi sin pensarlo, me llene mi culito palpitante (palpitaba de verdad, era increible) de gel e hice lo propio con su verga.
Con las manos abri mis nalgas y fui metiendome la polla de Mauro en mi culo ardiente, lentamente, con algo de dolor y mucho placer.
Una vez mi sobrino me tuvo bien ensartado comence a sacar y meter su pollon maravilloso de mi culito agradecido.
A mi pequeño pene lo restregaba con furia por la barriga de Mauro, mientras este mordia con violencia mis tetas (estoy algo pasado de peso) y pezones.
“Parteme, cabron, follame, llena mi culo de tu leche”, acerte a decir con voz entrecortada, cuando no tenia su lengua en mi boca. “Maricon, me voy a mear en tu culo y te lo voy a partir, maricona” me contesto. Asi lo hicimos.
Yo no pare de moverme hasta que el enorme “disparo” de semen subio por mi culito agradecido, hacia mi vientre, mientras me corria y dejaba toda mi leche entre su barriga y la mia.
Quedamos muy juntos unos minutos. Notaba su semen fluir dentro de mi ano, resbalando por la fuerza de la gravedad con un dulce cosquilleo, hasta que me levante, completamente avergonzado.
Mi sobrino, para “ayudarme” comento “joder tito, vaya maricon que estas hecho”. Me quede paralizado por la vergüenza. Si mi hermana se enterara…..
Ha sido mi primera y unica relacion homosexual hasta la fecha. Pero no sera la ultima, hoy viene Mauro, mi culo esta caliente y he perdido la vergüenza.
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