Puede que lo sospecharas mirando a tu entorno y sus relaciones, pero ahora un estudio en el que han participado más de 25.000 personas de Australia y el Reino Unido te ha dado la razón: las parejas homosexuales son más felices que las heterosexuales. Una conclusión bastante sorprendente es que las personas bisexuales son las que sufren las peores relaciones.
La calidad de las relaciones entre personas del mismo sexo y de distinto sexo en el Reino Unido es prácticamente idéntica, y más alta en Australia. En ambos países las personas que tienen peores relaciones son los bisexuales.
Una de las razones que esgrimen los investigadores para que se dé este hecho es que las parejas gays y lésbicas se preocupan mucho menos por los típicos y dañinos roles de género. Y es que a menudo, las parejas heterosexuales reafirman sus roles de género en las relaciones, produciendo una división de tareas desigual tanto en las labores domésticas como en el cuidado de los niños, algo que podría acabar terminando en ruptura.
Asimismo, las parejas del mismo sexo se sienten más unidas a una comunidad de parejas similares, algo que aumenta su felicidad.
Otra de las conclusiones de Perales y Baxter es que una vez confirmado que las relaciones homosexuales son más felices, estas deberían gozar de los mismos derechos que el resto.
Nuestros resultados demuestran que debemos erradicar esa creencia errónea de que las relaciones entre personas del mismo sexo son infelices, conflictivas, disfuncionales. Tras nuestro estudio queda claro que hay que apoyar las políticas que legalizan los matrimonios igualitarios y los derechos como padres o madres.
Obviamente hay otro sector de la población al que hay que prestar especial atención tras leer el estudio: las personas bisexuales, una parte del colectivo en muchas ocasiones ninguneada e incomprendida.