Mi primera mamada
He pensado durante un buen rato sobre como debería empezar este relato.
Supongo que los detalles personales sobre mí poco importan, asi que pasaré directamente a lo que todos quieren leer.
Desde muy joven siempre supe que era bisexual.Lo cierto es que no necesitaba (y a día de hoy no necesito) saber que es lo que soy, pero cuando era mas joven si que pesaban sobre mí las cargas culturales, sociales, y estereotipos que rodean a la relación hombre con hombre, por lo que yo mismo decidí ponerme como barrera el centrarme únicamente en las mujeres y disfrutar de ellas.
Y así lo hice durante varios años en los que disfruté más que bastante.
Pero ese hambre…esa sensación de estar con un hombre siempre me rondaba por la cabeza (las dos), hasta que un día decidí que lo único que conseguía con imponerme limites sería hacerme la vida mas difícil.
Por probar no pasaría nada ¿no?. Y así fue. No paso nada.Por lo que durante los años siguientes, si bien es cierto que no con mucha frecuencia, mis quedadas con hombres eran igual de naturales que podrían serlo con una mujer.
En mi trabajo hay varios departamentos, y habitualmente no estoy de cara al público, pero debido a mi “don de gentes” y al hecho de que no sabía estarme quieto y siempre quería aprender, me permitió conocer la mayor parte de las funciones de cada departamento,
por lo cual mi jefe comenzó a enviarme en calidad de sustituto cuando alguno de los empleados se daba de baja por x motivos o por vacaciones (estos sí que trabajaban cara al público).
En una de esa ocasiones, comencé a hablar con un chico mediante una de las aplicaciones que existen
hoy en día para conocer gente, y si bien es cierto que nos calentábamos durante el día entero mediante las conversaciones, nunca llegó a pasarme foto y no llegamos a quedar en persona.
Una tarde en la que ya tenía todo listo para irme a casa salvo cerrar, pasó un cliente preguntando información referente a la actividad de mi empresa:
Alto, pantalón de chándal ajustado dejando ver un buen culo, camiseta sin mangas que mostraba unos brazos de gimnasio bien trabajados, barba de unos días, y gorra.
Si gracias a la situación actual dejar escapar una venta no es lo más aconsejable, mucho menos con una vista como la que tenía delante.
Total que ahí estaba yo, mostrándole los productos que tenía en stock, junto con folletos comerciales e intentando meterle la idea de que mi
empresa era la mejor del mundo.
-Vale. ¿Puedo comprar algo ahora mismo o como estas cerrando tengo que esperar a otro día?
-Dime el que, y si lo tengo aquí te lo llevas sin problemas.
-Esto- dijo mientras estiró la manó y me agarró el paquete con fuerza.
-Bueno…si es lo que quieres-
No me dio tiempo a terminar la frase cuando ya me había bajado la bragueta y había metido la mano dentro.
Los slips le impedían agarrarme la polla, así que comenzó a sóbramela por encima al mismo tiempo que aquello comenzó a crecer.
Cualquiera que pasara podría ver lo que allí pasaba, asi que lancé una mirada hacia los servicios, y nos dirigimos hacia allí.
Como ya había cerrado después de que pasara para que no comenzara a entrar gente y se prolongara la tarde, el camino fue directo.
Una vez allí, no recuerdo como fue, pero en el momento que quise darme cuenta tenía mis pantalones y slips por las rodillas, con toda mi polla como una roca mientras nos comiamos la boca con fuerza al mismo tiempo que con una mano nos sobabamos todo el cuerpo y con la otra nos agarrábamos el culo del contrario con fuerza.
Debimos estar así alrededor de entre cinco y diez minutos, pero ninguno de los dos nos cansábamos.
Sin que yo tuviera que insistir, o incluso insinuárselo, el chaval se puso de rodillas y con su lengua direccionó mi polla justo hacia su boca.
Aunque al principio comenzó lento, un par de tragadas le bastaron para ensalivarla y comenzar a chuparla con fuerza y rapidez.
Me estaba haciendo una mamada bestial, y si seguía con ese ritmo, muy seguramente no tardaría mucho en correrme.
Fue en estos momentos que el chaval se sacó la polla de su chándal. Debía medir unos 18 o 19 cm, y estaba perfectamente descubierta.
Ver aquella imagen, al mismo tiempo que sentía como su boca húmeda y caliente me comía el falo, me hizo escapar un par de gemidos de placer.
Recuerdo que a pesar de su erección, no se pajeaba, simplemente con su dedo pulgar se acariciaba su polla por encima deslizándolo desde delante hacia atrás, sin presión, como una caricia, mientras que con la otra mano me acariciaba los huevos o me la plantaba en mi culo para metersela él mismo hasta que su barbilla chocaban con mis huevos.
Nunca había esperado que un tio con esas pintas de bakalilla, pudiera hacer una mamada tan brutal como la que me estaba haciendo al tiempo que me miraba fijamente a los ojos para ver mi cara de placer.
Como suelo tardar en correrme, el chaval pudo estar cinco minutos largos comiéndomela a toda ostia mientras yo con mis manos le agarraba la cabeza para follarle la boca aún con mas fuerza.
En ocasiones sentía que me iba a correr pronto, pero me empeñaba en retrasarla todo lo que podía mientras yo seguía suspirando y gimiendo sin perder ni un solo detalle de aquella mamada, especialmente de cómo mi polla se deslizaba a traves de sus labios.-Joder cabrón, que buena está- dijo el chaval mientras con su mano me la apretaba con fuerza y me pajeaba al mismo tiempo.
-Pues si te gusta demuéstralo y sigue tragándotela- le dije yo
-No, ahora el que va a comer polla vas a ser tú.
Me había tirado a algunos tios hasta entonces, pero en ninguna de esas ocasiones había tenido sus pollas en mi boca, asi que en un principio me sentí algo preocupado hacia donde pudiera girar la situación..
-Tio, yo no sé comer pollas, no me he comido nunca una- le dije al chaval mientras le miraba a los ojos.
-Venga, no me jodas. ¿Estas de coña o que?
No me hizo falta responderle.
Mi cara y mi mirada fija ya le estaban diciendo que no, que se lo estaba diciendo totalmente en serio.
-Joder…..Bueno, pruébalo al menos, no me dejes así.
Ves despacio, ten cuidado con los dientes, y veras como te sueltas.
Tampoco es que sea un gran misterio.
No se si fue por el morbo de la situación, lo cachondo que estaba en ese momento, o una mezcla de las dos, pero a pesar de que en mi cabeza resonaba el no, mi cuerpo no estaba oponiendo resistencia alguna a ponerme de rodillas.
Entonces pude verla frente a mí.
De su capullo colgaba un hilillo de liquido transparente.
Yo sabía muy bien lo que era.
Y en lugar de abrir mi boca, saque mi lengua y la acerqué para no permitir que siguiera colgando, sino ahora depositado en mi lengua.
Cuando quise darme cuenta de lo que había hecho, ya me daba igual. Lo cierto es que lo había disfrutado.
Esa sensación de morbo, unido a ese sabor tan característico que ya había probado en ocasiones anteriores cuando al masturbarme mi polla también lo emanaba y yo delicadamente con el dedo lo recogía y me lo llevaba hasta mi boca.
No me estaba tocando de forma alguna la polla, y aún así eso consiguió ponérmela aún mas dura que antes!!!Me decidí a hacerlo.
Siempre había pensado y me repetía a mi mismo, que ponerme limites solo me harían mas infeliz, así que abrí la boca todo lo que pude, y pensé :
“El mismo, si le hago daño va a ser a su polla y a él” y empecé a introducírmela con cuidado en la boca todo lo que pude, y lógicamente, me vino una arcada.
-Jajajaja, enhorabuena chaval, ya has conseguido tu primera arcada. Ahora el resto viene solo, no te preocupes.
Con lo cachondo que estaba, no me estaba dando cuenta de lo salvaje que estaba actuando y caí en la cuenta de que siendo la primera vez, no podía pretender emular a una actriz porno de primera fila.
Así que volví a la carga, esta vez dejando que fuera la cabeza de arriba y no la de abajo la que actuara.
Justo en ese momento ví como una especie de bola de liquido preseminal se había formado en la punta de su capullo.
Era el impulso que necesitaba. Abri la boca, pase la lengua muy despacio sobre ella, y comencé a metermela a un ritmo tranquilo hasta que notara que ya no podía mas.
Recuerdo que cerré los ojos. Estaba disfrutando ese momento, pero al mismo tiempo no quería verme allí, y mucho menos haciendo lo que estaba haciendo.
Siempre me había gustado dominar en los polvos, y estar en esa situación me hacia sentir bastante….indefenso para hacernos una idea, aunque equivocada.
Aún así, no pare el ritmo, pero tampoco lo aumenté. Seguía siendo constante esperando no cargarme la situación por el roce de mis dientes, o el temor de una arcada.
No debía hacerlo tampoco muy mal por que recuerdo que el chaval me hizo reaccionar, abrir los ojos y mirarle
cuando me dijo:
-¿Seguro que no te has comido nunca una polla?Lo haces de puta madre colega…..Aaaggghhh…joder…que bueno.
Empezaba a entender mejor aquellos videos de gloryholes que veía mediante los portales porno.
No se trataba de que aquellos hombres o mujeres disfrutaran comiéndose la polla de un esconocido….
era simplemente el hecho de disfrutar comiéndose una polla….hacerla suya….el resto del cuerpo….a quien perteneciera ese trozo de carne….no importaba. Así me sentía yo.
En ese punto, ya me daba igual si el
chaval disfrutaba o no….si lanzaba algún gemido…o si lo estaba haciendo bien o mal dándole placer.
Solo me importaba seguir disfrutando ese momento. Al igual que él momentos antes, no necesitaba tocarme la polla para seguir teniéndola dura, y ahora, completamente empapada de liquido preseminal.
Podía sentirlo como salía de mi capullo mediante pequeños empujones involuntarios de mi uretra.
-No voy a tardar mucho en correrme.
Sigue así, no te pares- me dijo al mismo tiempo que con sus manos pretendió agarrarme la cabeza, las cuales yo aparte al momento.
Esas palabras me dieron aún mas morbo, y recuerdo aumentar el ritmo para que así se corriera antes y poder disfrutar de esa sensación desconocida al sentir como una polla podría correrse en mi boca.
Lo único que pensaba en aquel momento era en el morbo que me producía y el sabor que tendría.
Pero por suerte, reaccione con la cabeza que debía y pare en ese momento. Me levante y empece a masturbarle mientras me centraba en comerle su cuello.
Pude sentir como su cuerpo se contraía mientras lanzaba gemidos de placer al aire. No pude ver como disparaba aquel preciado trofeo
que momentos antes había deseado tener en mi boca, pero a juzgar por como su polla palpitaba, imaginé que debía de haber sido abundante, así que finalicé mi atención en su cuello para dirigirla ahora a su polla.
De su capullo colgaba una hilera de semen que terminaba en una pequeña gota, y en el suelo, un poco mas adelante, minúsculos charcos de semen muy blanco y espeso.
El chaval, ahora completamente relajado, puso una mano sobre mi hombro, como si hubiera perdido toda la fuerza en sus piernas y fuera a desplomarse.
Yo todavía seguía con mi polla bien dura, y no tenía intención de
terminar la faena con una paja.
-Ahora me toca a mí- le dije susurrándole mientras ponía la mano en su nuca.
Con muy poco esfuerzo, volví a ponerle de rodillas, y mi capullo, completamente empapado de liquido preseminal, volvió a perderse de mi vista al cruzar esos labios.
De nuevo la sensación humeda y caliente de una boca.
No pareció importarle el hecho de haberse corrido, por que seguía comiéndosela con el mismo afán que antes.
Estaba tan cachondo, que podía sentir como retumbaban las pulsaciones de mi corazón por todo mi cuerpo.
No podía aguantar mas. Y tampoco quería aguantar mas.
Queria soltar toda aquella leche, liberar la presión de mis pelotas…
-Me voy a correr- le dije mientras intentaba apartarle la cabeza para agarrarme la polla, pero me cogió mi mano con la suya y la apartó hacia un lado mientras él seguía chupando.
-Tio…para que…..jodeerr…me corro…- intenté pronunciar mientras jadeaba.
Mi primer disparo de leche fue a parar directo a su boca, y acto seguido, dejo de chuparmela y dejó que el resto cayeran sobre sus labios y su mejilla mientras giraba la cabeza y me la pasaba sobre su barba de unos días.
Una linea blanca se dibujaba desde sus labios hasta casi el extremo de la oreja. El miedo ante contraer alguna enfermedad al tragarme el semen de alguien que no conocía me frenó cuando él se había corrido, pero ahora no tenía ese problema.
Aprovechando que aún estaba cachondo, y sabiendo que cuanto mas pasara el tiempo, menos deseos tendría de hacerlo, le agarré de la mandíbula, flexione las rodillas y pasé mi lengua desde el extremo de sus labios hasta la punta de su oreja para recoger aquella linea de semen que mi polla se había encargado de lanzarle.
Aquel sabor salado…intenso a la vez que sentía como se esparcía por toda mi boca….
Sabía muy bien que no estoy hecho para tragarme el semen de nadie a pesar del morbo que me producía verlo en vídeos, pero hacerlo con el mio propio….
estaba siendo una pasada…y aunque los segundos iban pasando mientras los dos permanecíamos en silencio, no me estaba arrepintiendo de lo que acababa de hacer.
-Joder tío….si llego a saber que iba a ser tan bueno, hubiera quedado contigo el primer día- dijo el chaval.
En ese momento mi cabeza no estaba del todo centrada debido a mi reciente corrida y a que seguía dándole vueltas en mi mente a lo mucho que había disfrutado lo que acababa de hacer, así que lo único que pude decir fue un simple “¿Qué?”
-Yo soy Boss. El del perfil de …..- me dijo él.
-Vaya…..pues….un placer Boss.
Acabado el morbo ya poco quedaba por hacer, salvo lavarse, vestirse y salir de aquel baño de empleados que nos había permitido pasar una media hora increíble y nos dirigimos hacia la puerta de entrada. Antes de que pudiera abrir las puertas automáticas para permitirle salir, me dijo:
-Suelo salir sobre estas horas del gimnasio. Me das morbo. Si quieres puedo pasarme otro día, y me follas el culo igual de duro que lo hemos hecho hoy. Dicen que aprieto que es una pasada…No sé por que me hizo gracia el comentario del chico, pero aún así, intenté no reírme y en lugar de eso mostré una sonrisa picara.
-Bueno…ya tenemos los perfiles en el móvil. Podemos hablar por ahí y lo vamos viendo cuando nos venga bien a los dos.
Nos despedimos, él se fue, y poco después, cuando limpie toda aquella prueba que podía permancer aún en el servicio, cerré y me dirigí hacia casa. Me pasé todo el camino reviviendo en mi mente todo lo que me acaba de ocurrir.
La vuelta en el bus me pasé todo el camino empalmado, pero yo estaba tan absorto en mi mente, que ni le prestaba atención al hecho de que la gente podría darse cuenta.
Llegada la noche, necesitaba aliviar de nuevo la tensión acumulada en mis pelotas.
Odiaba las pajas rápidas.
Siempre prefería aquellas en las que conseguía hacer disfrutar al máximo a mi polla acariciándola, lubricando mi capullo con el liquido preseminal, rozándome el pecho y el abdomen…pero lo que necesitaba era correrme de nuevo. Y menuda corrida…
Los días siguientes pasaron de lo mas normal. Seguimos hablando por el perfil, pero aunque me tentaba la idea de follarmelo completamente, la idea de arriesgar mi puesto de trabajo por un polvo (insistía en que no tenía sitio y que lo hiciéramos en el servicio de nuevo) me frenaba completamente.
Y así termino la semana y volví de nuevo a mi habitual puesto de trabajo que me pillaba bastante lejos. Ante ese panorama, se hacía bastante difícil una quedada de nuevo.
Por lo que dejamos de hablar.
Y así, es como recuerdo la primera y única vez que me he comido una polla.
Aunque he sentido deseos muchas veces de hacerlo de nuevo, ninguno de los demás tíos me ha dado el morbo que sentí en aquella ocasión, y también es cierto que, aunque el chaval era el típico bakala, no se mostró nada arrogante ni me forzó de malas maneras a la situación, lo que quizás también me animó a hacerlo.
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