El consumo de droga es algo habitual, y no es exclusivo de los más jóvenes. Este hábito tampoco es algo reciente, pues desde tiempos ancestrales los seres humanos ya consumían todo tipo de sustancias psicoactivas. Por ejemplo, se sabe que los Mayas usaban las setas, el peyote y la ayahuasca hace siglos.
Los efectos de las drogas pueden ser placenteros y hacernos vivir experiencias alucinantes y, en algunos casos, alucinógenas; sin embargo, normalmente estas sustancias o son dañinas para la salud o tienen grandes riesgos y pueden provocar consecuencias negativas en la vida del consumidor. En este artículo nos centraremos en una sustancia conocida como popper.
¿Qué es el popper?
Las drogas suelen dividirse en tres categorías en base a los efectos que producen. Pueden actuar únicamente como estimulantes, como depresores o como alucinógenos (conocidos psicodélicos). Muy pocas sustancias tienen efectos mixtos, y estas pueden ser descritas como alucinógenos estimulantes (por ejemplo, éxtasis o la ketamina) o como alucinógenos depresivos (por ejemplo, cannabis).
Las drogas depresoras hacen que el consumidor se sienta relajado y tranquilo y suelen disminuir el ritmo cardíaco y la respiración. Incluyen el alcohol (en dosis elevadas), los tranquilizantes, la heroína o el cannabis. Los alucinógenos distorsionan la realidad del sujeto que consume estas sustancias de diferentes maneras: su sentido del movimiento o el tiempo se puede ver alterado o puede sufrir distorsiones y alucinaciones sensoriales (por ejemplo, visuales o auditivas). Incluyen el LSD o los hongos.
Los estimulantes hacen que el consumidor se sienta alerta y lleno de energía. A su vez, la presión arterial aumenta y se produce vasodilatación. Este grupo incluye la cocaína, las anfetaminas y el popper.
El término popper es de uso coloquial, y se usa para referirse a una variada gama de drogas psicoactivas que incluyen, entre algunos principios activos, los nitritos de alquilo o el nitrito de amilo. Se consumen por inhalación y son de uso recreativo. Esta droga también se conoce como oro líquido, bananas, snappers, rush y otros nombres comerciales como Stud o Locker Room.
Características de esta sustancia
El tipo más común de popper es el que contiene nitrito de amilo, que a menudo se confunde con nitrato de amilo que se usa como aditivo en el combustible diesel, donde actúa para mejorar el encendido gracias a la aceleración de la ignición del combustible. Ahora bien, el popper también puede contener nitrito de isopropilo, el 2-propil nitrito, nitrito de isobutilo, nitrito de butilo y nitrito de alquilo.
El término “popper” comenzó a utilizarse tras la popularidad de algunos de estos compuestos químicos cuando eran empleados como fármacos. Por ejemplo, el nitrito de amilo ha sido utilizado en medicina por su efecto vasodilatador y estimulante para el tratamiento de angina de pecho.
¿Qué efectos produce el popper?
Aunque hoy en día raramente se emplea este fármaco para tratar problemas del corazón, los poppers siguen consumiéndose. Como uso médico, el nitrito de amilo todavía se utiliza para tratar el envenenamiento por cianuro.
Como sustancia recreacional, el popper produce estimulación y vasodilatación de manera muy rápida al ser inhalado, así como una sensación de euforia y deseo sexual. Al mismo tiempo provoca una relajación de esfínteres, y por eso conocida como droga sexual o “droga gay”.
De manera resumida, sus efectos son:
- Produce un subidón rápido al ser inhalado, en el los que se pierde el foco de atención y el control del cuerpo.
- La libido se incrementa.
- Produce un estado de bienestar y placer.
- Relaja esfínteres y favorece la erección en los hombres.
- Provoca distorsiones perceptivas placenteras.
- Lenguaje poco consistente y lentitud en el tiempo de reacción.
Los efectos placenteros de la droga ocurren al poco tiempo de tomarla y tienen una duración corta, de tan solo 2 o 3 minutos. En cambio, los efectos secundarios pueden ser duraderos, y pueden incluir: náuseas, vértigo, dolores de cabeza, enrojecimiento de ojos, congestión en la cara y el cuello, pérdida del apetito, hemorragias nasales, taquicardia, hipotensión y alteraciones de la respiración.
El popper también puede emplearse como complemento de otras drogas de diseño, como el LSD y el éxtasis, lo que puede provocar sensaciones y efectos más intensos, pero también serios riesgos de intoxicación.
Una droga popular entre la comunidad gay
El nitrito de amilo se sintetizó por primera vez en 1844 por Antoine Jérôme Balard y se popularizó como tratamiento para la angina de pecho por Sir Thomas Lauder Brunton. Pero no comenzó a emplearse como droga recreativa hasta la década de los 60, inicialmente en la comunidad gay, pues este colectivo se dio cuenta de que esta droga les ayudaba a sentirse mental y físicamente bien, aumentaba su excitación sexual y favorecía la práctica del sexo anal, haciéndolo menos doloroso y más placentero.
Así, los poppers son ampliamente utilizados como drogas recreativas, especialmente en la escena gay, y normalmente se inhalan directamente de botellas pequeñas. Es una droga barata y fácil de adquirir, a menudo pueden venderse como ambientadores o como potenciadores sexuales.
Una investigación reciente examinó el uso de esta droga entre los homosexuales. Al parecer, mientras el consumo de otras sustancias como el como el cristal de metanfetamina, éxtasis y ketamina han disminuido durante los últimos tiempos, el uso de popper y cocaína se ha mantenido estable.
Esta sustancia psicoactiva pasó a formar parte de la escena gay en los tiempos más exitosos de la música disco, es decir, los años 70, y fue muy popular durante los años 80 y 90. No obstante, los heterosexuales también lo consumen por sus efectos. Los estudios muestran que en el Reino Unido el 14,9% de los estudiantes universitarios y el 12,8% de los estudiantes de medicina han utilizado esta droga de forma recreativa. Además, en este país parece haber una gran preocupación por el reciente aumento en el uso de drogas inhaladas entre los adolescente, entre ellas, el popper.
Fuente:https://psicologiaymente.com/