Nuestros padres no son perfectos, y hay que entenderlo para que su rechazo a nuestra sexualidad no se transforme en un conflicto para nosotros…
Aunque es difícil aceptar que existen padres homofóbicos o que simplemente no te apoyan cuando sales del clóset, el hacerlo siempre es el primer paso para que ellos sean conscientes de que eres dueño de tu vida y que, por mucho que quieran, no tienen el derecho de cambiarte por mucho que lo deseen.
Por ello, el primer paso es ser honesto con ellos.
Salir del clóset es de vital importancia para una persona LGBT+ porque te permite comenzar a vivir una vida más honesta contigo mismo. Es el primer paso para sentirte más libre y comenzar a liberarte de tus propios prejuicios sobre tu sexualidad.
¿Qué significa poner límites?
Aunque muchos creen que implica dar por terminada la relación con tus padres, en realidad significa establecer las condiciones para que tu vida no se vea afectada por una opinión negativa de su parte. Empiezas a poner límites cuando entiendes que tus papás son distintos a ti y que aunque quieran cambiarte no pueden, por lo que lejos de confrontarlos optas por llevar una relación sana en la que ni ellos ni tú se sientan obligados a hacer o decir algo que no les nace.
Debes ser consciente de que quizás uno de los aspectos más importantes es que busques la forma de independizarte, esto considerando que muchos padres manejan su autoridad basándose en que dependes de ellos económicamente. Pero si no es el caso, establecer condiciones de respeto entre ambas partes es mucho más sencillo.
La idea no es que te vuelvas un completo extraño para tus papás, lo que debes hacer es procurar respetar sus límites y establecer los tuyos. Aunque siempre debes mantenerte fiel a ti mismo, si tus padres simplemente no aceptan el hecho de que seas LGBT+, deberás respetar el hecho de que por ejemplo, no será conveniente presentarles a tu pareja o no podrás hablar tan abiertamente del tema frente a ellos.
“Pedagogía homosexual en familia: resolución de conflictos”
Así se titula uno de los capítulos del libro Quiérete Mucho escrito por el psicólogo Gabriel J. Martín, pionero de la psicología gay afirmativa, en el cual señala que los hijos/as de padres homofóbicos que sufren de maltrato físico y emocional deben alejarse de ese entorno lo más pronto posible. Pero también plantea una estrategia muy saludable para resolver conflictos menos graves de una forma inteligente para que puedas llevar una relación buena con tus padres sin que interfiera o te limite en tu vida amorosa o sexual.
Su primer consejo es investigar la raíz de sus ideas homofóbicas, por muy insignificantes que parezcan. Ya sea que se trate de su educación, sus prejuicios o sus miedos respecto a tener un hijo/a LGBT+. Y reitero: esto solo aplica cuando se trata de padres que no incurren en el maltrato hacia tu persona después de salir del clóset.
Terapia y grupos de apoyo
Nuestro experto nos aconseja acercarnos a asociaciones pro LGBT+ y a terapeutas que los apoyen a atravesar este proceso. Y por supuesto es importante que sostengas conversaciones con ellos que los lleven a entenderte. Es decir, resolver sus dudas sobre lo que implica ser gay, sobre tus ideas e incluso sobre responder a la clásica pregunta de si quieres “convertirte en mujer (o en hombre si eres una mujer lesbiana)”. Esta es una excelente oportunidad para educarlos sobre la diversidad sexual y permitirles que exploren ese mundo, que no es muy diferente al suyo.
Gabriel J. Martín afirma en este libro que lo fundamental es no cerrar la conversación y permitirte, así como permitirle a tus padres, acercarse de modo que de a poco las dudas comiencen a resolverse y el conflicto se desvanezca a través de la comunicación constante.
El respeto como clave para una relación saludable
Ningún hijo/a tiene una relación perfecta con sus papás. De hecho, no hay una fórmula de la relación ideal para que te lleves excelente con ellos (seas LGBT+ o no), pero algo que distingue a una relación saludable de una relación tóxica es el respeto que hay entre ambas partes. Tú siempre debes respetar a tus padres, aun cuando ellos se excedan creyendo que pueden decidir sobre tu vida, pero también debes procurar no permitir que te hagan sentir que hay algo incorrecto o vergonzoso en el hecho de que seas LGBT+.
Entender que el proceso de aceptación no es sencillo ni rápido
Con el tiempo descubrirás la forma de poder educar a tus papás respecto a sus creencias sobre el ser LGBT+ y, si no lo puedes lograr, también tienes todo el derecho de poner distancia con ellos. Jamás te sientas culpable por alejarte de algo que te hace daño.
Como dicen por ahí: en alguien debe caber la prudencia, así que si tienes padres que se muestran intolerantes deberás ser paciente y poner por encima de todo el amor que les tienes.