Confidencias 05 Ahora es Iván que me la mete
Escrito para su disfrute amigos
Adri, mi hermoso esposo, te amoooooooooooo…
Siempre espero tus noticias y cuando no llegan como espero me preocupo, siempre pienso que te puedas enfadar o molestar conmigo.
Luego llega la paz cuando te leo y veo que pensaba mal. Eres mi mejor confidente, además de mi amor y mi amigo. Aunque mis primos y Pablo me quieren hay cosas que no los puedo decir para que papá no se entere.
Por ejemplo no saben lo que pasó con Asaf, papá se molestaría mucho si sabe que otros me cogen el culo. Lo cuida como si fuera un tesoro y no le gustó verme con el plug dentro de mi ano, que no siguiera las órdenes que me dio, porque igual que es malo que el ano este estrecho, también lo sea que se abra demasiado. Me lo quitó y estuvo inspeccionándome el culito, lo lamió y menos mal que, como sabes, lo limpié bien para que no encontrara el semen de Asaf.
Bueno ahora comienza otra fase y me mete un dildo negro de goma que infla con una perilla o pequeña bomba, y me va llenando hasta que no puedo aguantar, como cuando me lavo el culito y lo lleno demasiado de agua, el agua es fácil de sacar pero el dildo tengo que sacarlo apretando con fuerza el culito, como cuando estoy estreñido y no puedo cagar. Después de probar varias veces comenzó a gustarme, sobre todo cuando salía como si me tirara un pedo.
Perdona que emplee palabras vulgares pero no encuentro otra forma de llamarlo.
Luego me ordenó que le mamara el pene, se excita demasiado y dice que es mejor que Eduardo me tome pronto y me coja o lo hará él.
Por otro lado en el cole me tratan bien y estoy contento, gusto a casi todos los chicos y chicas, algunos profesores me miran con deseo pero no se atreven aunque haya alguno que se ha cogido a otros chicos, y así van haciéndome como tú dices, una chica por fuera, por dentro me siento hombre, quiero ser hombre y tengo una buena polla. Dicen que los mariquitas la tienen pequeña y no es mi caso, a Rubén le encanta aunque prefiera otras.
Verás lo que me ha pasado con Erico, después de los deberes vino a mi casa, a mi habitación, estaba estudiando y me saludó alborotándome el pelo y luego se tumbó en mi cama. Le dije que terminaba en un momento, creía que quería algo de mí, que se la chupara para sacarle la leche como hacen otras veces.
-Tranquilo termina tu trabajo y no tengas prisa. Terminé y fui a la cama, se apartó para dejarme sitio y que me colocara a su lado.
-¿Quieres que te la chupe?, ya sabes que papá no quiere que me la deis por el culo. Y se quedó callado, entonces creía que era que sí, y le cogí el bulto, la tenía grandecita.
-¡Deja la verga puto! Solo piensas en eso. Me asustó su respuesta Adri, no quería enfadarle, solo hacer lo que esperan todos que haga.
-Perdona creí que querías.
-Siempre piensas lo que no es, pareces un tonto. Callábamos los dos, no sabía qué hacer, es posible que me quisiera coger y se enfadara por no poderlo hacer.
-Solo quería verte y tú siempre queriendo verga. Bueno era cierto que me gustaba la verga por eso era puto, pero eran ellos los que me querían coger, la culpa era de todos no solo mía.
No volvió a hablar y estuvimos en silencio, luego se marchó sin despedirse, seguía molesto conmigo. Seguro que he hecho algo que no le gustó y por más que pienso no sé por qué.
Tengo un poco de miedo a la próxima clase de ballet, no me inspira buenas sensaciones la charla que mantuvieron Asaf y el profesor Iván el otro día, no me preocupa que me follen, eso me gusta, pero al final papá se va a enterar y eso será lo peor.
¿Te ha extrañado lo que te escribí sobre la polla de Asaf? Pues sí, la tiene muy rica, olorosa y húmeda del pre semen que tira, pero mejor que su pene es su lengua, si algún día podemos te dejarás que te chupe el culo y te correrás de gusto, es lo mejor que me han hecho.
No me da un beso negro, realmente me come el culo, zambulle la cabeza entre las nalgas como si se tirara al agua de cabeza, grita y agita la cabeza como si para él fuera lo mejor que hay en la tierra, le gusta mucho chupar culos, por lo menos así hace con el mío.
Papá y mamá han hablado, les escuché un poco, decían que el sábado o domingo Eduardo quería estrenarme, pero a mí no me han dicho nada. Igual hablaban de otras cosas. Yo confío en ellos, no tengo a otros que me acojan salvo mis tíos pero ellos se reirían y a mis abuelos no les puedo contar lo que sucede. Por lo menos te tengo a ti mi amor. Hace mucho frío y no sé si mis padres saldrán en Semana Santa, según mamá depende de Eduardo y de mí.
Siempre tengo que contarte cosas malas, el día pasó y estuve alegre, en el colegio que es donde más tiempo pasé, y a la tarde me encaminé al ballet, no quería que pasara algo, lo deseaba pero no quería. Papá es muy listo y hasta creo que sospecha que algo diferente sucede en mi culito.
En los vestuarios estaba Asaf, ya era casualidad, seguro que me estaba esperando, al verme entrar se acercó y lo primero que hizo fue contemplarme de arriba abajo.
-Niño, cada días estas más rico. No me saludó hizo que me diera una vuelta para mirarme por todos lados.
-Iván te tiene ganas, quiere cogerte. Mi aprensión se confirmaba, ya no se trataba solamente de él, el profesor principal me había echado el ojo. Ya me pareció raro como me miraba después de que Asaf me la metiera.
-¿Tú quieres, verdad? Ya le he dicho que eres bien puto y te encanta la verga.
-Pero no puedo, mi papá no me deja, no quiere que me cojan el culo.
-Pues yo creo que te gusta y eso es lo que importa, o sea, que si te gusta no hay problema. Iván le dará gusto a tu culito. No sabía que decir, insistía una y otra vez con el mismo razonamiento, que a mí me gustaba como a todos los putos y tenía que dejarles disfrutar de mi culo y de mi boca. La cosa quedó ahí de momento.
No se marchaba y tuve que desnudarme con él delante para ponerme las mallas y la camiseta.
-¡Qué culito más rico! Ya estoy cachondo con solo verte precioso, no podemos dejar sin usar ese hermoso culo que tienes.
Cuando vino a ayudarme siguiendo la rutina, restregaba la polla, el bulto duro de su pene contra mis nalgas.
-Estate atento a mis señas, te diré cuando tienes que ir al lugar del otro día. Adri, no pienses mal pero se me estaba endureciendo el pene cuando me hablaba tan cerca de mi oreja que se atrevió a darme un lametón, y eso me puso a cien sabiendo lo que hacía su lengua.
Me mantuve atento a sus señales, le vi hablar con otro monitor y después de un rato me hizo una señal, estaba nervioso y hacía mal mis ejercicios.
Cuando llegué a sus dependencias llamé a la puerta, creí que no había entendido bien la señal, nadie me abría y se veía luz debajo de la puerta, me iba a marchar cuando se abrió y allí estaba Iván, solamente llevaba puestas sus mallas y unas zapatillas negras. Le brillaba la cabeza calva a la luz de la lámpara, como si tuviera grasa en la piel mientras su cuerpo parecía seco.
-Entra guapo. Se apartó para dejarme pasó.
-Me ha dicho Asaf que tienes un anito hermoso y tragón, ahora lo vamos a comprobar…, si tu quieres, no te voy a obligar a lo que no desees hacer tu mismo. ¿Entendiste?
-Sí señor. Mi voz sonaba tímida, me impresionaba ese hombre tan grande y siempre tan serio.
-Llámame Iván, o mejor papi si te gusta más. Su voz era ronca y su risa como un graznido de buitre que me quisiera comer. Realmente no era muy agradable físicamente salvo su fibroso y bien proporcionado cuerpo de culos hermosos, viriles y atractivos.
Se acercó y cogió mi barbilla con la mano y acercó los labios para besarme en los míos. Los cerré sin saber por qué.
-No estés nervioso precioso te va a gustar. Entonces me abrazó, pensaba que me rompía, aplastó sus labios sobre los míos y empujaba con la lengua para que abriera la boca, tenía que tirar para atrás mi pecho y entonces arrimaba mi pelvis a la suya, me tenía cogido muy fuerte por la cintura.
No cedió hasta que abrí la boca para que me la llenara con su lengua, sí Adri mío, llenarla con esa lengua tan grande, la metía y la sacaba pasándola por todos los rincones de mi boca, al principio no me gustaba, olía raro, no mal, como a una esencia oriental. Pero mi polla se comenzó a poner dura al sentir la suya aplastada contra mi abdomen y comencé a responderle y a acariciar con la mía la suya cuando se detenía.
-Así me gusta, sabes besar putito, te han enseñado bien, lame mi lengua y luego te daré tú premio puto. Alguien me sujetó por detrás, no eran dos manos las que me agarraban, eran cuatro y dos cuerpos que me cogían como a un emparedado entre ellos.
-¿Qué te parece Iván? ¿Te gusta? Es como te decía una preciosa muñequita recién estrenada. Era Asaf la otra persona, mordía mi cuello y tiró de la camiseta para sacármela por la cabeza.
-Mira que tetitas tan ricas tiene. Iván se inclinó para comenzar a lamerlas y sorpresivamente Asaf tiró de mis mallas y me soltó una palmada en la nalga derecha, tuve que encoger el cuerpo y cruzar las piernas para soportar el repentino dolor.
-No, no te voy a pegar más, para que tu papá no sospeche si te ve las nalgas rojas. Como ya estaba con el culito parado para arriba terminó de sacarme las mallas y me abrió las piernas, no me quitó el tanguita, podía llegar al anito que era lo que quería él, y yo también.
Quería abrirme más y entregárselo todo pero Iván quería lo suyo, seguir chupando mis tetitas alternando con besarme la boca, se establecía una lucha entre ellos para llevarse su parte de mi cuerpo y se dieron cuenta de que no era la mejor postura.
Me soltaron y se desnudaron totalmente, me quitaron la tanguita para hacer bromas sobre que el puto tenía una buena polla también. La verga de Asaf no tenía comparación con la de Iván, ésta era toda irregular con muchas venas, estéticamente nada bonita, pero era grande y gorda, con la cabeza más pequeña que el tronco que parecía un obús engordado en el centro y se bamboleaba como loca al moverse, sus testículos no eran tan grandes, colgaban en su escroto y se veían redondos.
Me pusieron en un sofá arrodillado, con la cabeza sobre la inmensa verga de Iván y con el culo al aire, ahora bien abierto para que Asaf lo comiera.
¡Qué rico pene también el de Iván! Solo podía meterlo en mi boquita hasta la parte donde se engordaba, no por el largo ya que puedo tragar vergas de más longitud, era por lo gordo, no podía abrir más mi boca aunque él empujaba mi cabeza para que la metiera.
Lo que más me gustaba era la primera parte de la polla, ¡qué jugosa y caliente!, la cabecita que bien entraba y que rica me sabía, y Asaf comía como cerdo mi culo haciendo muchos ruidos, esos dos machos sabía tratar a un puto, de verdad que tenían experiencia.
Me decían de todo, que era puta pero bien bonita, que me iban a destrozar las tripas, todo ello me excitaba y cuando liberaba mi boca le llamaba papi. Comencé a masturbarle, mal y con las dos manos, no podía cogerle la verga con una.
No me dejó que le masturbara quería meterla en mi ano y si lo hacía terminaría eyaculando. De todas formas me gustaba tener esa polla tan rara en mis manos, ese extraño cilindro de carne me excitaba.
Llegó un momento en que Asaf se dio por satisfecho después de hacerme gozar mucho, mucho, mucho, con su forma de lamer, comer y follarme el culo con su prodigiosa lengua y metía varios dedos de las dos manos en mi ano con alguna crema, y tiraba de él hacia los costados para abrirlo y escupir en él.
-Esto ya está Iván, no vas a tener problemas para meterla. Llegaba el momento crucial, sentía el ano algo dormido como si la crema tuviera algún producto que lo relajaba y notaba como si se me escurrieran las tripas saliendo de él.
Cambiaron de posición para suerte mía, me estaba cansando de estar arrodillado. Ahora Asaf se tumbó sobre la alfombra y me pidió que me colocara sobre él juntando nuestros pechos y que elevara la cola para que Iván tuviera acceso fácil para cogerme.
Entonces me abrazó y me besaba, su boca sabía a culo, el mío que había comido hacía poco.
-Ahora bebe tranquilo y relájate, Iván te van a meter lo mejor que hayas tenido en tu culito.
Iván detrás de mi azotaba con suavidad mis nalgas con su polla, a la izquierda, derecha, en el centro, justo en la entrada de mi anito, sentía el golpe sin dolor, un plaff tras otro.
-¿Estás bien preciosa? No podía contestar Asaf ocupaba mi boca con la lengua haciendo que la sintiera rica.
-Le salen juguitos pro el culo a esta nenita, ese puto tiene un coño en lugar de un ano. Debió recoger lo que me salía y lo probó.
-¡Qué ricos jugos nena, se ve que eres buena hembra! Y comenzó a montarme y empujar su gorda verga en mi ansioso anito.
La cabecita entró muy fácil y luego se atoró sin poder entrar más, como el gordo plug para meter lo más grueso, creía que me iba a meter mis nalgas de lo que apretaba y cuando consiguió vencer la resistencia del ano entró todo de golpe.
Wooooo! Mi amor, que te digo, era más gordo que el dildo de papá, el que infla de aire, y me sentí lleno, queriendo en un principio que se saliera, necesitaba cagar el grueso pene que me llenaba tanto, y no veas como dolía que me salían las lágrimas.
Asaf debía saber lo que era eso.
-Tranquilo, se va a pasar y verás lo bueno que es. Respiraba entrecortado en su cuello y él pasaba los pelos de su patilla por mi cara para acariciarla mientras reía.
-¿Nunca has tenido algo así en tu culito? Luego te van a parecer todas pequeñas para tu culito de puto. Boqueaba abriendo la boca para tragar aire hasta que el recto se fue adaptando.
Me estaba dando la follada del año cuando el dolor se fue, era divino. ¿Cómo te diría mi amor? Como si el plug más largo entrara y saliera teniendo que salvar a cada metida el salto de su grosor en los anillos de mi ano.
¡Qué placer! ¡Qué gusto tan exquisito y potente! Qué bien estaba entre los dos machos folladores.
-¿Y si ahora te meto también la mía? A pesar de que no podía casi moverme por lo que disfrutaba, miré asustado a Asaf.
-Era broma putito, no queremos romperte, tienes que gozar, los machos sabemos cómo tratar a los putos para que quieran coger.
No podía aguantar más el placer que recibía, sentía por todo el cuerpo los estremecimientos que su poderosa verga me entregaba.
-Me voy a correr Asaf, no puedo soportarlo.
-Vacíate sobre mi luego te lo comerás. Como me corrí Adri querido, creía que no terminaría nunca de vaciar los testículos. Ayyyy! Iván seguía y seguía sin prisa metiendo y sacando el obús de mi culo y Asaf me besaba y lamía el cuello y las orejas.
Qué dos machos tan bien preparados. Si mi amor, todo esto quiero que algún día lo sientas tú. Tú no eres puto como yo pero te va a gustar, es delicioso.
Iván rugía a mi espalda pero no le llegaba el orgasmo, sabía retenerse para disfrutarlo más al final. Tiró de mis caderas y me corrió hasta que mi cara quedó sobre la polla de Asaf.
-Ahora limpia el semen que me has tirado y chúpame la polla. Era lo que quería, tenía la boca seca y comencé a pasar la lengua por su abdomen con algún pelo en el ombligo y saborear mi semen que no tiene un sabor muy fuerte. Luego me ocupé de sus testículos, pude meterlos juntos en la boca y los lamía goloso para que fueran preparando su carga de semen que esperaba impaciente, hasta que Asaf me pidió estremecido que le chupara la pija porque quería correrse en mi boca.
Se vinieron los dos a la vez, uno me llenaba por delante y el otro se vaciaba sin parar en mi ano, y sin tocarme, y a pesar de haberme corrido hacía unos minutos volví a echar mi leche en el suelo.
El semen de Asaf me llenó la boca, me encantaba sentirla llena de su tibio y espeso semen y de su verga que no dejaba que saliera de mi boca. Iván no paraba de tirar y tirar leche hasta que salía en regueros de mi ano.
Nos habíamos lavado después de que me besaron todo el cuerpo y decían que no se cansaban, que era un puto delicioso y estaba muy rico y que tenían que volver a cogerme si yo quería.
Se habían enviciado conmigo y por ellos hubieran seguido follándome pero tenía que marchar, había pasado el tiempo de clase. Les pedí ir al baño para meterme los dedos y sacar todo lo que pude además de hacer fuerza para que saliera todo, me lavé el culito y ellos me pusieron una crema que dijeron me dejaría el agujero como nuevo, para que papá no se diera cuenta de cómo yo era cogido, y por esa verga tan gorda y tremenda.
Mi amor, vida mía, cada día soy más puto, quiero decir que me gusta mucho la polla y el semen. Bueno no sé lo que digo. Espero que con Eduardo todo sea tan rico como lo de estos sementales.
Quiero que me escribas amor, espero impaciente tus palabras y que me digas que me comprendes y perdonas.
¿Cuándo probaré tu verga? ¿Cuando me llevarás al cine o de paseo? Lo deseo tanto, y que me beses suave y fuerte hasta que me ahogues.
Respuesta:
Mi hermosa confidente…
Wooooww, me has dejado sin una gota de semen, toda se me ha salido con cada palabra que me dices, sobre todas tus aventuras con esos machos que solo buscan un culito para perforar, ese Iván vaya que te disfruto todito, y tu sabes que siempre vas a contar conmigo para que te apoye en todo mi amor, tu sabes que soy tu confidente y no importa lo que suceda, tu solo dilo y yo te consolaré
Vaya que tu papi te cuida bastante y te prepara para lo que se viene, me sorprende que no te deje coger con mas personas, se supone que te prepara para un solo macho, pero cómo obtendrás experiencia?
Bueno tu papi, ahora te está entrenando para más de una verga, pero tu mami te sigue llevando a depilar?
Y es cierto amor mío, no solo cuando tus primos te visitan en tu cuarto, tal vez no sea para sexo, que tal si te quieren contar algo que sucedió, se mas tranquilo y pasivo para los de ese tipo.
Mi princesa cuídate…
Besos mi hermosa, sexy nena en cuerpo de hombrecito…, te amo!!!
jaime.iriarte92@gmail.com
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