Confidencias 07 Y papi me lo consiente
Mi tierno y tolerante novio…
Estamos de vacaciones, con algunos trabajos del colegio nada importantes y puedo salir con Simón y Rubén a pasear hasta la playa, allí nos juntamos con otros compañeros. Las lluvias pasadas llenaron las playas de maderos y plásticos y las han estado limpiando.
Han dejado grandes montañas de arena limpia para que las máquinas las aplanen, y las aprovechamos para jugar tirándonos rondando desde la cima.
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Don Manuel chillaba como un cerdo con esa barra de carne en su culo, se le estiraba y parecía que se iba abrir en dos, el señor lo gozó. El chico moreno, Yasin, le sabía dar muy bien dejándole ir toda la inmensa pija en su gordo trasero.
No creo que tú pudieras con ella, tu culito no está preparado para ese tamaño, el mío seguramente sí que lo esté, pienso que será mejor tener una verga grande en el culito que dos.
La verdad, si te has metido cuatro dedos ya vas anchando el hoyito, preparándolo para algo mayor, más gordo y largo. No tienes que pedirme permiso para que ese putito te coja, lo que quiero es que te lo haga bien, que te la deje ir sin dolor y lo disfrutes mi amor.
Preferiría ser yo quien te la diera, no puede ser y vaya, que haces bien en gozar con ese puto y si además es barato puedes contratarlo más veces. Trátalo bien y piensa que si es puto seguramente lo hace por necesidad, si le han enseñado y tiene práctica lo pasarás bien, espero que sepa mamarla, y ahora metértela por tu culito haciendo que te corras de gusto.
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Estos chicos te gustarían, son profesionales del sexo, ¿también yo lo seré?, parece que ese es mi destino, y saben que es mejor disfrutarlo ya que lo tienen que hacer sí o sí. No pude hablar mucho con ellos, Eduardo y don Manuel estaban presentes y sabes cómo papá me quitó el móvil, seguramente a ellos les hicieron lo mismo.
Me has animado a probar el gran trozo de carne de Yasin, Eduardo me prometió que me lo daría, lo quiero aunque me rompa con su gran verga pero confío en él.
Sí mi amor, nos fugaremos para darnos placer el uno al otro como tú dices y vivir juntos, me podrás dejar a otros machos para que te den dinero por usar mi coñito de hombre y podamos vivir, pero a tu lado mi vida.
Pues igual la manguera de la ducha puede dañarte el ano, mi tío nos dio a Rubén y a mí un tubito que se acopla a la manguera, de unos diez centímetros y en la punta tiene una bolita pequeña con agujeros por donde sale el agua, esto es mejor que la manguera y te lava muy bien por dentro.
Aplícate crema, mucha antes de lavarte para que entre todo lo que te metas más fácil y después para que tu anito esté flexible. Ten cuidado y no te lo rompas, lo quiero tener para comértelo.
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Mamá me llevó a un estudio de tatuajes para que me abrieran las orejas y poder usar los pendientes que me regalo Eduardo, y a comprar ropa de chico sexy ya que Eduardo no quiere que vaya vestido de niña.
En casa tengo que usarla por capricho de papá y tuvo una discusión con mamá que quiere que se cumplan las órdenes de Eduardo. En la calle vestiré como chico en todo momento según él lo ha ordenado.
Me gusta lo que me ha comprado, pantalones leggings y pitillos, para que se peguen a mi cuerpo como una segunda piel. Se me nota el bulto del pene y para taparlo tengo camisas para llevar por encima. Ropa unisex dicen y me gusta más que la de niña. A Rubén también se la han comprado.
Y bueno papá está contento con mi trabajo, ahora le veo alegre y claro le gustaron los pendientes como me quedaban porque Eduardo quiere que los use, yo creo que son un poco grandes para mis pequeñas orejas.
Las vacaciones fuera de casa no podré tenerlas por mi trabajo de ahora, papá tiene preparada una visita a Eduardo que le ha pedido y el resto de la familia se marchó con Pablo a visitar a los abuelos, nos hemos quedo solos papá y yo.
Me ha llevado a comer fuera y me atiende como nunca haciendo que me sienta un niño, a la tarde fuimos hasta las instalaciones del puerto en patines, lo pasamos muy bien aunque para la vuelta tuviéramos que llevarlos en las mochilas, había mucha gente paseando. Vimos un poco la tele, proyectaban Ben-Hur que la he visto mil veces y me estaba quedando dormido con la cabeza sobre las piernas de papá.
-Es mejor que vayamos a la cama pequeño, así estarás descansado para lo que quiera Eduardo.
Subí al piso superior y papá se quedo en el bajo donde tienen su dormitorio después de darme un beso en la escalera.
-Duerme bien mi amor.
En el baño me lavé y comencé a jugar con mi ano, llevaba varios días sin tener algo en él y sentía necesidad, ya es un vicio mi amor, cuando vivamos juntos te sacaré la leche todos los días, con la boca y con mi culito, como tú quieras.
No podía dormir y me sentía muy solo en el piso de arriba, solo pensaba en tener una verga que tocar, la que fuera, pero Pablo no estaba, ni mis primos, solo papá y yo en todo el edificio. Había transcurrido más de una hora y me decidí a bajar las escaleras y pedirle permiso a papá para dormir en su cama.
Entré en la habitación con sigilo, solo entraba la luz del jardín, escuché el rítmico sonido de su respiración, estaba dormido y elevé la ropa de cama para meterme a su lado, me caí sobre la cama y él no se despertó. Estaba desnudo como duerme siempre, boca abajo. Desplacé la ropa para mirarle.
Waaaww! ¡Qué cuerpo de macho! Se me puso la verga dura mirando su culito con pelos redondo y duro. Me tumbé a su lado y le acaricié el brazo.
-Qué haces Oriol, tenías que estar durmiendo. Me hablaba sin abrir los ojos.
-No puedo dormir papi, me dejas que me quede aquí. Sin responder levantó el brazo y lo pasó por mi cintura, se dio la vuelta hacía mí y sentí su polla dormida en mi pierna, comencé a moverme muy suave para rozarme con su verga. Lentamente se le iba poniendo dura y su respiración se aceleraba.
La sujeté con la mano, estaba caliente y húmeda por los fluidos que expelía.
-Oriol amor, no debemos, soy tu papá y está bien que te enseñe para que no te hagan daños los hombres que te cojan, ¿entiendes mi amor? La verdad era que no le entendía, que unas veces se pudiera y otras no.
-Sí, papi, pero no puedo dormir, cierro los ojos y no me entra el sueño. Pase la mano por sus duros pectorales acariciándole el vello.
-Papi, quiero tu polla, que me la metas, por favor papi. Notaba su excitación a pesar de lo que decía y extendí sus fluidos sobre el glande acariciándolo suave.
-Ahhhh! Putito, como sabes hacerlo. Tiró hacía mi su cadera aplastando la verga sobre mi mano y me llevó hacía su cuerpo. Comencé a pasar mi mano por sus cuadrados pectorales y a tirar despacito de sus pezones y los pelitos de sus tetitas.
-Me gustan papi. Lleve la boca hasta su pezón, mucho más grande que los míos y comencé a mamar de él como un chiquillo de la teta de su mami.
-Sí, sí mi bebé, mama la teta a papá. Qué rica sabe su piel Adri, no importa que tenga pelos, sabe deliciosa y huele de maravilla.
-Quítate la ropita bebé, quiero sentir tu piel. Ya le tenía en mi poder Adri de mi corazón.
Cuando estuve desnudo me colocó sobre la cama, tumbado como él estaba cuando llegué y me abrió ligeramente las piernas, se metió entre ellas tendido y puso la cara entre mis nalgas. Las separé más y elevé la colita para que pudiera meter su cara bien y comenzó a lamer mi coñito de hombre. Me daba lengüetazos desde el perineo hasta pasar por el anito.
Me hacía suspirar mi amor, como una putita delicada suspiraba y gemía.
-¡Ayyy! Papi que gusto más rico, lame papi, lame el anito de tu bebito. Entonces apretaba la lengua barriendo todo mi hoyito. Pasó sus brazos por debajo de mis piernas y colocó las manos sobre mis nalguitas, así me abría lo que quería y dominaba mi pompis.
Tenía la polla aplastada sobre la cama y me elevé un poco, lo que me permitía, para cambiar de postura mi verga.
-¿Te gusta bebé la lengua de papá? La colocaba en punta queriendo follarme el culito.
-¡Ayyy! Papi, eres el mejor, que bien chupas, dame más, dale la lengüita a tu bebe, ¡ayy! ¡Ayy! ¡Ayy! ¡Ayy! ¡Ayy! Papi, que rico, que placer.
-Sí, se te abre bien el culo putito de papá. Todos quieren el culito de mi bebé y ahora es mío, solo mío para comerlo.
Y Adri, hacía unos ruidos que me excitaban muchísimo, metía la saliva en el hoyito y luego la aspiraba besando con amor el anito de su hijo. Ahhh! Mi amor, que placer que mi papi me dé rico y que bien lo sabe hacer.
-Mira bebé como tienes a papá, chúpala bonito mío. Dejó de comerme el culito y se sentó en la cama con la pija dura y tiesa mirando hacía mi.
¡Qué dulces me sabían sus flujos! ¡Qué durísimos estaban sus testículos! Los chupaba de uno en uno metiéndolo hasta el fondo de la boca y luego lo dejaba salir apretando los labios y haciendo que explotara. Papi solo decía ¡Ohhh! ¡Ohhh! ¡Ohhh! ¡Ohhh!, cada vez que uno de sus huevos salían fuera llenos de babas y saliva.
-La verga, cariño, la verga, no la olvides. La fui metiendo mientras le miraba sin dejar de perder contacto visual con sus ojos, como él quería que mamara las pollas y me había enseñado.
-¡Ohh! Sí, más mi amor, métela hasta el final mi vida. Mi nariz se enterraba en los pelos de su pubis con toda su verga en mi garanta, y allí la dejaba unos segundos que él empleaba para empujar sus caderas y que el glande rozara el tubo de mi garganta.
-Muy bien, muy bien, lo haces de maravilla bebé, como aprendes, vas a ser un amante de lujo que todos querrán follar. Todo lo que decía me calentaba más y más deseando que su polla entrara en mi culo potente y dura como ahora perforaba mi boca.
Adri, necesito una polla para la boca, y a la vez que otra me dé por el culito, lo quiero tener todo mi amor. Me estoy volviendo tan puto y tan goloso de verga, la saqué para gozar de su gordo glande, caliente y tierno lleno de sangre, con la piel tirante y roja, meter la puna de la lengua por el meato y recibir las esencias que le brotan tan olorosas y dulces.
-Déjala ya mi amor o harás que me corra, ¿o quieres la lechita en la boca?
-La quiero en todas partes papi, en la boquita y en el culo, métemela por el culito, papi lo siento palpitar, necesito una verga ya, dámela papi, folla a tu hijito, dame rico.
Se levantó y me puso de rodillas, entonces se posicionó detrás de mí y colocó la polla entre mis nalgas.
-Mi verga se va a comer ese culito de vicio. Me golpeó con la verga en los glúteos muy fuerte pero no me produjo dolor, solo cuando una de las veces me golpeó en la entrada del anito, lo tenía abierto, esperando ser cogido y llenado y se cerró de la impresión al sentir el golpe.
-¡Ayyy! Papi, ha dolido. Pasó los brazos por mi pecho pegando el suyo a mi espalda, acariciándola con sus pelos y agarró mis tetitas.
-¡Ahhh! Pequeño si las tuvieras más grandes, más gorditas, que delicia sería para estrujarlas entre mis manos putito. Me mordió la nuca y los hombros, marcando el terreno del semental que doma a la hembra, Adri amor, eso era yo, una pequeña hembra sometida el macho que además era mi padre, el gran macho dominante de la manada, el que mandaba y ordenaba a todos, al que pertenecíamos y mi labor esa servirle y además me encantaba.
Era una hembra cubierta por el macho, sumisa y entregada, dispuesta a dejarse preñar por la gran verga del semental.
-Ya papi, ya, métela, dale la polla a tu bebé.
-Sí, putita prepárate para recibirla como una hembra, ábrete para papá. Abrí el ano distendiéndolo para que fuera ocupado pero comenzó a darme latigazos con la polla una u otra vez hasta que cerré con fuerza el culito para protegerle de los golpes.
Sentía toda esa zona del embudo que resbala hasta la entrada del culo muy caliente, el glande ocupaba todo el hoyito, lo tenía tan gordo que lo llenaba todo él, y entonces Adri empujó, dio un tremendo golpe de cadera que enterró la mitad de su polla en mi cuerpo.
A pesar de tenerlo entrenado me dolió la entrada y tuvo que sujetarme de la cintura para que no cayera sobre la cama. Con media polla metida volvió a colocarse sobre mi espalda y a morder mi nuca de nuevo.
-Amor que gusto penetrarte fuerte y que aguantes, verás que hay machos que les gusta entrar con fuerza. Colocó las manos sobre mis hombros y tiró de mi metiendo la verga que faltaba en mi culo, creía que rompía mi cintura, me dobló de la fuerza que hacía y cuando estuvo dentro tiró para atrás su pecho avanzando la cadera, como queriendo meterme los cojones también en mi anito. Luego se quedó quieto respirando agitado.
Abría y cerraba el culito para que la polla se adaptara al ano, y cuando el dolor disminuyó moví la cintura satisfecho de sentirme llena, y me quedé quieto como buena hembra, esperando que el macho comenzara a moverse para excitarse y que pudiera sacar de él todo el semen que tenía fabricado.
Resultaba fabuloso lo bien que me follaba dejando que toda la verga saliera y entrara, muy suave y sin descanso, lo tenía tan hinchado que las venas sobresalían y mi ano las notaba.
-Rico, rico papi. Qué bien me follas papá, que verga más dura y gorda, deja que ahora me mueva yo. Se detuvo, el macho daba gusto a los deseos de la nena y empecé a rotar las caderas para sentir toda la polla en las paredes del recto y tirarme para atrás y adelante sintiendo todas las irregularidades del pene, hasta que el glande quedaba enganchado por la corona en el ano y entonces la metía empujando para atrás.
-¡Qué gusto papi! ¡Qué rico se siente! La polla se le torció un poco y me tocó en un lugar que me hizo estremecer, volví a intentar hacer lo mismo. ¡Ohh! Adri, si la cogida en ángulo desde arriba me toca en un punto que me hace delirar de gusto, frotándome la próstata y manaban chorros de semen de mi verga sin correrme.
Resultaba escandalosamente placentero y si la frotaba más tenía contracciones que me volvían loco.
Quería seguir y seguir de esta manera pero papá tenía urgencia por correrse y me sujeto fuerte de las caderas, me elevó en el aire y me dejaba caer sobre la verga que me entraba hasta el fondo. Se le engordó más y se puso más dura, sabía que se iba a correr, aceleraba las entradas y salidas.
-Sácalo papi, dame la lechita en la boca. No me atendía, era su momento y no pensaba más que en él. Se clavo hasta el fondo y comenzó a descargarse los testículos en el fondo de mis tripas.
-¡Ahhh! Qué rica venida. No dejaba de empujar, también yo sentía rico pero me quedé sin mi lechita para saborear en la boca. Estaba a punto de eyacular y papi de detuvo, entonces me serví de su verga aun dura para follarme yo mismo, hasta que me encrespé metiendo el culo y levantando la espalda para echar todo mi semen sobre la sábana, pude coger un poco en la mano para llevarlo a la boca.
Sacó la verga aun dura de mi culito y comenzó a salir todo el semen que me había metido, se inclinó y empezó a lamer lo que me escurría del ano.
-Dame, dame un poco a mi papi.
Colocó la lengua y empujé para que saliera varias veces sacando lo que quedaba, entonces nos abrazamos y compartimos su leche con sabor delicioso a su semen y a mi culito. Así sabía más rica.
Nos levantamos para ducharnos y volver a la cama, cambiamos las sábanas, había sido mucha leche la que vertí y nos metimos desnudos abrazados.
-Papi quiero más, otra vez, ahora solo te la mamo.
-No cariño, tienes que estar descansado y con ganas para mañana, Eduardo tiene un par de encargos que debemos hacer y gozaras de más verga y tendrás lechita.
Con esa promesa me dormí entre los brazos de papi, protegido por su gran pecho de macho protector y semental supremo.
No sé lo que me puede esperar, ya no tengo miedo y tengo que hacer como mis nuevos compañeros, intentar pasarlo bien y gozar las vergas de los machos, ahora soy un puto al que pagan de la forma que sea por follarme.
Adri, cuando estemos juntos estaré tan usado que no se si entonces me desearás.
Cuéntame dime sobre lo que haces con tu puto, como le haces mi amor y si a ti te gusta cuando te coge.
Te amor mi vida, maridito de mi corazón, así es la vida y otros están peor.
Respuesta:
Amorcito…..
Espero que la estés pasando de lo mejor en estas vacaciones, que disfrutes mucho de tu familia jijiji y sí que lo haces, jajaja.
Bueno mi amor pásatela súper.
¡Wooowww!, vaya esos señores si disfrutaron de esa carne y que tuvieron suficiente por mucho tiempo, y que Yasin supo como complacerlos del todo y verás que esa algún día será tuya!
Bueno pues el puto me ha salido un cobarde, quedó mal a la cita y ni siquiera se molesto en avisar ni contestar después, así que pues me he estado yo solo así que mi amor, yo sigo igual, creo que el destino es esperarte a ti, y no creas que no te querré después de todo eso, porque sabes?
Serás un máster cuando al fin nos juntemos, y por favor mi amor, no creas que yo te venderé por unas monedas, sabes que yo me encargare de cuidarte!, y que todos tus primos y amigos, serán bienvenidos todo el tiempo, y espero que tengas mas contacto con los chicos que conociste con el fin de que aprendas todo lo que quieras. Jajaja y que después me lo transmitas a mi jijiji.
Besos mi amor, espero que no digas que escribo muy poco, pero es que no he logrado las mismas aventuras que tú con tu papi, jijiji.
Saluda a todos de mi parte y que seas golosa es lo mejor, porque sabrás que es lo que quieres jijiji.
jaime.iriarte92@gmail.com
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