Una de las zonas predilectas para el cruising urbano son los baños públicos. En efecto, los WCs públicos de parques, centros comerciales y tiendas por departamentos, son uno de los sitios predilectos por los hombres amantes del cruising.

 

Hablar de ligues en baños es remontarnos a los años en que uno iba a los servicios higiénicos del casi ya desaparecido Centro Comercial Camino Real de San Isidro en Lima, donde más de uno podía encontrar gente dispuesta a ayudarte a desfogar, salías del trabajo un momento y en menos de 10 minutos ya estabas de vuelta con una cara de satisfacción, así de solidarios eran ahí.

Para aquellos que tienen más años, podrán recordar aquellos baños que estaban en las estaciones de bus en la parte baja de la Vía Expresa, unos urinarios algo estrechos que en determinados paraderos podías notar mucha gente orinando, pudiendo uno creer que tendrían un problema urinario por el tiempo que les tomaba el estar ahí; pero no, la verdad es que andaban masturbándose.

Si nunca has practicado cruising, seguro que más de una vez has notado como otro hombre te miraba el pene en unos urinarios públicos con mayor o menor disimulo, pudiendo sentirte violado con la mirada, o muy por el contrario te pareció muy excitante, sea como sea, estuviste en medio de una situación de cruising en baños públicos.

 

Cruising en WCs, cómo reconocerlo y actuar

El funcionamiento de este tipo de cruising es simple. Para identificar si eres el objeto de deseo de otro hombre sólo tienes que valorar un par de detalles.

La duración. Si tú has llegado más tarde y notas que alguien que ya estaba ahí se demora mucho, tienes una pista. Pero no te precipites, que no todos tardamos lo mismo en orinar.
La ubicación. Si tú estas meando y alguien llega y se pone a tu lado pese a haber más sitio libre, casi al 90% que ese hombre quiere algo. Un hombre que no busque nada nunca se pondrá al lado de otro a orinar, si puede dejar un hueco en medio.
Las miradas. Todas las pistas se concretan aquí. Mear codo con codo con un desconocido es una situación algo incómoda en la que unos se miran el pene, otros miran a la pared, pero el que no quiere malentendidos evitará mirar al de al lado (al menos que se note). Si te miran con detenimiento, puedes devolver la mirada, tanto al pene del otro como a su cara y por ejemplo sonreirle. O tocarte un poco y ver su reacción. Ya no habrá duda y tu historia de amor morbo y deseo podrá consumarse como tú lo desees.

 

Cruising y WCs. Consejos para precavidos

Llegar y ponerte a orinar pegado a otro hombre envía un mensaje claro. Quizá demasiado, si tu objeto de deseo no está por ese lado. Podrías asustarlo o hacer que te cuadre, ya que lógicamente su derecho de orinar tranquilo prevalece sobre tu calentura.

Lo mejor que puedes hacer es mantener las distancias y establecer contacto visual poco a poco. Puedes ir mirando su pene con disimulo. En cuanto se percate, su reacción lo dirá todo: se arrimará más al urinario, dificultando tu visión o al contrario, se despegará para ofrecerte un espectáculo. A partir de ahí, puedes pasarte al urinario más cercano y continuar con el morbo.

Heterosexuales y morbo

El cruising en baños públicos es seguramente el preferido de heterosexuales ya que se trata de una práctica muy casual y no premeditada. Ni siquiera hay que desplazarse a una zona concreta, se puede estar simplemente paseando por una zona céntrica de la ciudad y acercarse a los baños por si algo sucede. Incluso no es raro que ciertos hombres acudan estando con sus parejas, busquen una rápida masturbación y salgan.

 

El morbo de ser ampayados en el acto también es importante en este tipo de cruising. Lo cierto es que, aunque se mantengan las formas, no es difícil notar cuando tiene lugar cruising en un baño al que entras. Se suele mascar la tensión aunque generalmente la mejor pista es que hay gente “orinando” pero no se escucha ni el chorro ni el ruido del desagüe.

En general, en todas las ciudades existe este tipo de cruising con mayor o menor densidad en aeropuertos, estaciones de autobus y tren, supermercados y centros comerciales.

Consideraciones del cruising en baños públicos

– Como siempre ocurre en el cruising, no todos los hombres buscan lo mismo. Te encontrarás desde el que quiera terminar en penetración, al que va con el objeto de ligar y prefiere acabar en otro lugar más discreto, hasta el que sólo quiere mirar o tocar un poquito y pajearse. Pero la consecución más habitual del cruising en baños públicos podemos decir que culmina con dos hombres metiéndose en un baño con puerta a practicar sexo oral.

– La higiene en un baño público es un tema de especial consideración. Son lugares muy transitados y se aconseja extremar las precauciones ya que se puede entrar en contacto con fluidos que pueden oscilar entre lo asqueroso y lo peligroso. Por la misma razón, trata de no ser fresco y limpia tus eyaculaciones. Al personal de limpieza no le pagan para eso.

 

– Algo importante que tienes que tener en cuenta si eres un asiduo a los baños públicos en busca de ligar con alguien, es que debes ser muy precavido, no por el hecho que hayan otros muchachos practicando lo mismo, no puedes dejar de ver a tu alrededor y tener cuidado de que no hayan niños o personas que pudieran sentirse ofendidas y poder llamar al personal de limpieza, o peor aún, al personal de seguridad y termines pasando un bochornoso momento, pudiendo ser fotografiado y difundido como un enfermo sexual que invade la privacidad de los demás; tal como ha pasado con un muchacho que ha sido denunciado por estar en los baños públicos metiendo la cabeza por debajo de los cúbiculos para ver chicas orinando, este último caso ha sido difundido en las redes sociales y ocurrió en un baño de Burger King del Óvalo de Miraflores; no creemos que estés dispuesto a pasar algo similar, que todo el mundo vea tu rostro y te hagas famoso por andar en baños masturbándote. No es la voz, por lo que siempre toma las precauciones necesarias y no “quemes” el lugar donde lo realizas, ya que como muchos saben, han habido situaciones como en Ripley de Miraflores y el Real Plaza del Centro Cívico, que ampayaron a varios en este tipo de situaciones y ahora hay mayor vigilancia en sus servicios higiénicos.

Finalmente, recordarte que el derecho de uno termina donde empieza el de otro; por lo que si alguien no te da bola, pasa al siguiente o retorna en otro momento sin hacer tanta luz o por tratar de malograrle el plan, malogres el de todos y termines siendo odiado por toda la concurrencia y puedas poner en evidencia de lo que sucede; además, ten en cuenta que mucha gente va realmente al baño a orinar y no a ligar…

 

Si has practicado cruising, qué lugares recomiendas y por qué? Déjanos tus comentarios…

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