En la etapa de la adolescencia, de 12 a 16 años aproximadamente, se desarrolla la orientación sexual y los sentimientos de atracción interpersonal. La mayoría de los seres humanos sienten atracción por el sexo opuesto, una proporción más pequeña hacia el mismo sexo y otros la sienten hacia uno y otro sexo.
En este sentido, cualquiera que sea el caso, la atracción interpersonal está condicionada por factores biopsicosociales. Esto se hace evidente cuando una emoción es tan poderosa que nos hace que elegir a una u otra persona, por esa misma emoción, incluso cuando esa elección es poco comprendida o normativa.
El comportamiento sexual es complejo. En la orientación sexual no solo intervienen aspectos relacionados con el comportamiento, sino que influyen otros como edad, situación, fantasías y afectos. La APA, Asociación Americana de Psicología, plantea que toda conducta sexual que no dañe física o espiritualmente al individuo, a su pareja o a terceras personas debe ser considerada una variante sexual y por lo tanto debe ser respetada.
Tipos de orientación sexual
La orientación sexual se refiere a un patrón de atracción sexual, emocional o amorosa a un determinado grupo de personas definidas por su sexo. La orientación sexual y su estudio pueden ser divididos en cuatro grupos principales.
Serían heterosexuales aquellas personas que sienten atracción hacia personas del sexo opuesto. Homosexuales, aquellas personas que se definen a las personas atraídas hacia personas del mismo sexo. Bisexuales, aquellas personas que sienten atracción hacia personas de ambos sexos. Finalmente, como asexuales, personas con falta de orientación sexual.
Aunque la principal dicótomía en la sexualidad sigue siendo heterosexualidad-homosexualidad, cada vez la heterogeneidad en lo que se refiere a la orientación sexual es mayor y el nacimiento de nueva terminología es constante. Entre estas nuevas tendencias encontramos aquellas que se basan en fenómenos subjetivos, como:
- La pansexualidad. También denominada como omnisexualidad, polisexualidad o trisexualidad. Es una orientación sexual caracterizada por la atracción sexual o romántica por otras personas independientemente del sexo y género de las mismas. Por lo tanto, los pansexuales pueden sentirse atraídos por varones, mujeres y también por aquellas personas que no se sienten identificadas con su género, incluyendo así, por ejemplo, a intersexuales, transexuales e intergéneros.
- Demisexualidad. La demisexualidad se describe como la aparición de atracción sexual solo en algunos casos en los que previamente se ha establecido un fuerte vínculo emocional o íntimo.
- Lithsexualidad. Las personas con este tipo de orientación sexual experimentan atracción hacia otras personas, pero no sienten la necesidad de ser correspondidas.
- Autosexualidad. Atracción que se experimenta hacia uno mismo. Puede entenderse como una forma de alimentar el afecto o amor propio.
Las etiquetas que aluden a estos tipos de sexualidad no nacen desde el ámbito de la psicología o la biología, como si nace la heterosexualidad y la homosexualidad. Aparecen más bien como parte de un movimiento social a favor de la igualdad, para reivindicar y dar visibilidad a las distintas formas de vivir la sexualidad.
En este apartado no hemos incluido a las personas transexuales, porque la orientación sexual de una persona transexual es independiente de su orientación de género. Por ejemplo, un hombre puede sentirse mujer y ser lesbiana o ser heterosexual.
Etapas históricas de la diversidad sexualidad
La sexualidad es un constructo social, por lo que las interpretaciones sobre las expresiones de la sexualidad en los distintos contextos y etapas de la historia de la humanidad no pueden partir de referentes y concepciones contemporáneas. Así, por ejemplo, el papel que han jugado los valores religiosos y morales ha tenido una gran influencia en la construcción de la opinión pública sobre las diferentes orientaciones sexuales a lo largo de la historia, dando lugar en muchos casos a la estigmatización e incluso a la negación.
La lucha por el respeto de la diversidad sexual se constituye hoy en un reto de colectividades, en el que el reconocimiento de la variabilidad sexual y cultural es central. El concepto mismo de diversidad sexual ha representado un debate intenso respecto de la visibilidad de las identidades y categorías establecidas.
Los detractores de las uniones afectivas homosexuales se basan en la cuestionable hipótesis de que la homosexualidad es antinatural. En los últimos años, cada vez hay más biólogos examinan con objetividad la sexualidad homosexual en animales. La diversidad en la orientación sexual se ha encontrado en más de 450 especies animales, la homofobia solo en una. Entonces, ¿cuál es más antinatural?
“Soy homosexual. Cómo y por qué lo soy son preguntas innecesarias. Algo así como querer saber por qué mi ojos son de color verde”
-Jean Genet-