En esos inolvidables días yo era aun chico e inocente aunque no tanto,

era claro que me gustaban los hombres, mas no sabía casi nada de sexo; hasta que se mudó frente a mi casa un matrimonio recién casado.

Desde que he tenido uso de razón, me llamó la atención mi propio sexo, no lo comprendía, no lo entendía.

Quizás por ello aun me duele y me lástima cuando escucho a un ignorante, o Pastor de iglesias que regatean mucho “dinero” en nombre de Dios o el Señor…alegando que los gay son del demonio,

que el Señor no nos quiere. Cuando se es un niño uno es totalmente inocente, y nadie querría en esta vida escoger un camino que nos puede acarrear tantos problemas, como el rechazo, la burla y las lágrimas, cauzadas por los homófobicos, en cierta manera de los heterosexuales… (y total siempre un heterosexual en el 98% de los casos, es el que nos inicia en el sexo).

Cuando mis nuevos vecinos se mudaron, al principio a mi me fue indiferente. Pero un día lo vi a él lavando su auto frente a su casa y quedé impresionado con aquel hombre joven. Que bello me pareció! Estatura normal, tez blanca, un cuerpo bien proporcionado y cortado, con unos lindos péctorales, fuertes brazos, un caramelo el chico. Con un pequeño y señido short, color negro que hacía resaltar su piel , sin camisa, el joven me daba el espéctaculo, mas lindo que por primera vez mis ojos se fijaban. Al darse cuenta de mi embeleso, me saludó muy lindo y me dijo que él se llamaba Fabián, que acababa de casarse y se vino a vivir ahí con su esposa. Yo lo escuchaba tan lejos, no se… recuerdo que el corazón se me quería salir por la boca, y me sentía estremecer, las piernas se me aflojaron, no sabia que me pasaba, yo era muy chico, no comprendía mi reacción, lo que la sola presencia de ese joven me causaba. Él lo notó, claro que lo notó, pues me pidió que lo ayudara y yo encantado comenzé a limpiar el auto por aquí por allá, él me dió una esponja y nos mojábamos con la manguera de agua, retozando como si lo conociera de siempre.

En mi casa tenia libertad y mis papás estaban trabajando. Yo tenía puesto un apretadito pantaloncito corto como de jearsy, que al mojarse se metía por mi raja entre las nalgas, haciéndolas ver apetitosas y paradas, lo supe porque luego él me lo dijo. En esa faéna me dijo que su esposa no estaba ese día pues estaba trabajando y que él ese día, estaba libre. Pues intúi sin mucho esfuerzo que estaba solito en su casa.

Varias veces al quedar ambos, en la parte del auto que quedaba hacia la casa, sentí que él me rosaba, se me pegaba del trasero, sintiendo yo algo duro en la raja, yo me quedaba quietecito y lo sentía como suspirar; por mi parte a mi me gustaba esa nueva sensación que sentía en mi virgen culito, aunque por encima de mi ropa. En eso lo miro por curiosidad a su short y en la parte del frente se le marcaba una enorme pinga, que por lo mojado del pantalóncito, no dejaba casi nada a la imaginación. Él muy cariñoso me dijo “mira como se me ha parado chiquillo, es por ese culito tan lindo que se te marca en tu pantalóncito, lo has cucado”, que vas a hacer ahora? Yo timidamente me rei y le dije , *yo no se*…efectivamente yo no sabía que hacer, solo sé que añoraba ver eso que se notaba en su pantaloncito y tocarlo! Mira me dijo, yo voy a entrar a buscar algo a la casa, luego entra un momento tú, está bien? Afirmé con mi cabeza ingenuamente. Tan pronto él se metió dentro de la casa yo miré a todos los lados y como no había nadie y nadie me veía, me fui detrás de él, no se pero en mi nerviosidad entendía, que me iba a pasar algo prohíbido.

Aqui estoy Fabían…y del cuarto él me dijo ven nene, entra. Quedé boquiabierto, al pasar a su cuarto, él completamente desnudo y secándose con una toalla, estaba frente a la cama. Amiguito me dijo, tienes que prometerme que jamás le dirás a ninguna persona que me has visto así y nada de lo que pase, ok? Yo tragándome las palabras le dije que sí, prometido sin dejar de comerme con los ojos aquel enorme tolete que era lo mas hermoso que había visto hata ese día. Me ordenó quitarme mi ropa para secarme, yo al principio me dió verguenza, nunca aparte de mis padres nadie me había visto desnudo. Pero Fabían con sus palabras dulces y sus manos, con la toalla sobre mi cuerpo, me dovolvió la serenidad un poco y la confianza. 

Cuando llegó a mis nalgas, las secó con mucho cuidado, me pidió doblarme sobre la cama, ya seco mi cuerpo… y mi culo quedó expuesto a él, sentía sus manos recorrerlo por todos los rincones y abrir y cerrar los cachetes de mis nalgas dónde daba besos y besos…suspiraba, y yo comenzé a gozar, eso que no conocía, tenía mucho miedo, era algo desconocido para mi, pero me encantaba! Cogió con sus manos su verga y me la restregaba por mi hendidura virgen, sin querer yo me saqué un gemido, un ahhhhh, ayyyyy, y eso lo puso a mil. Estás gozando nene chulo, de aqui en adelante tú y yo vamos a disfrutar en grande me dijo. Me viró y me puso de frente y comenzó a pasarme la enorme verga por mi cara, por impulso abrí mi boca y me la metió adentro, me sabía bien extraño pero rico, y por instinto se la comenzé a mamar. El gemía y me dirigía. Que rico, que rico, sigue, ni a mi mujer le gusta chuparla así, que delicia se siente en tu boquita, pero la metía tan fuerte que en dos ocaciones creía que me ahogaba y me daban arquéadas. Yo me sentía como Colón cuando descubrió a America…fascinado, pero bien caliente. Que cosa tan buena era esto!

Pasado un buen rato Fabían me acostó boca abajo en la cama, y me vovió a besar las nalgas y a darme leves mordiquitos en ellas, las separó y con su lengua me lamía el hoyito, hasta hacerla penetrar en mi interior, que rico era eso, me sentía morir de gozo, y le empezé a mover el culo circularmente, sin él pedirmelo. Nene que bellaco estás, te lo voy a meter, para que aprendas a chichar, cosa rica, me decía suspirando y con palabras entrecortadas. Entonces se fue y yo veía como esa enorme verga se bamboléaba para todo lados, según él caminaba y trajo un pote de crema, que me la pasó por todo mi hoyito y afuera en las paredes del trasero y se embarró toda su verga con ella. Me puso encima de una almohada y me pidió que parara bien el culo, yo seguí sus instrucciones, pero le pregunté que era eso que mi iba a hacer. 

Te lo voy a meter mi vida, me dijo él cachondísimo. Y sin darme tiempo comenzó a penetrame su gran cabeza en mi hoyito que al principio se resistió, pero luego cedió a sus embates. Ayyy me duele, me duele, sacámelo, por favor, sacámelo por favor, pero él ya no oia nada, parecía que estaba corriendo una carrera, de lo fatigado que gemía y su sudor caía en mi espalda. Ya voy, ya voy, nenito estoy entrando en ti, no se… metía la cabeza y la sacaba y volvía y entraba sin profundizar mucho, de manera que mi culo cedió y se me fue completa, en ese momento senti algo, que aun nunca he podido descifrar: dolor, gozo y un placer esquísito. Se quedó quietecito en mi adentro, me tenía hasta Japón…yo un indefenso chiquillo , clavado con una enorme tranca de carne, y lo mas grande es, que me encantaba eso, que quería que él siguiera, aunque me muriera en el intento! Al pasar un ratito yo como que erguí mas mi trasero y me movi par de veces, dándole permiso para que comenzara el mete y saca… y así fue comenzó a entrarla y a sacarla suavemente, me dolía un kojón y gemía y me quejaba, pero luego todo se fue convirtiendo en placer y gozo. Ay Fabían que rico es esto, sigue dándome, sigue…bellaquito me decía él ahora vas a ver, y me empezó a clavar bien duro,lo sacaba casi todo y me lo empujaba sin piedad..ay que me matas, asi de duro no, ayyyyy, que rico, que rico…y lo sentí gemir mas fuerte, quedándose tumbado sobre mi cuerpo, aplastándome, me dejó todo su semen en mi interior, en mi ex-virgen hoyito, el cual yo apretaba y le exprimía sus ultimas gostas le leche. Él gemía de placer al sentir eso en su pene. Así que rico aprietalo así, así. Cuando me lo sacó, me sentí un tremendo vacío y me dolió de nuevo, sentía mi culo adormecido. Fabían fue tan delicado conmigo, me llevó al baño me hizo botar toda su leche en el inodoro, y me bañé con él. 

Juramos de nuevo que eso era un secreto entre él y yo. Me dijo que era feliz por esto que había pasado, auque le daba miedo que alguien se enterara. Yo lo tranqulizé y le dije que yo no diría nada nunca y que era de él, que mi culo era solo suyo. Él se puso tan contento que me besó la boca, me extrañó, pero lo dejé besarme.

Luego yo me fui a mi casa. No podía comer, no me podía dormir pensando en eso que pasó, y añorandolo. Fue así que nació en mi el deseo de autosatisfacerme, y aprendí a masturbarme pensando en un hombre: Fabían, dos y tres veces al día. Unos cuantos días estuve adolorido, pero luego se me pasó. Cuando lo veía salir o entrar a su casa, mi corazón palpitaba a mil revoluciones y temblaba de pies a cabeza, sentía en mi ignorancia que mis padres o los demás se daban cuenta de eso que me pasaba, pero no era así. A los tres días me lo volvió a meter, dos veces ese mismo día y seguimos haciendolo cada vez que había oportunidad…me enchulé de ese hombre y fue mi primer amor por mas de tres años, hasta que se mudó de casa. 

Yo ya estaba activo en mi preferencia gay…pero le fui fiel muchos años, hasta que apareció otro hombre en mi vida, más nunca lo he olvidado, mi querido Fabían siempre vive en mi. Y que quede claro un hombre heterosexual así es Fabián y él que está conmigo ahora, no un gay, el gay soy yo!

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2 comentarios:

  1. Frank

    diciembre 10, 2018 at 6:17 pm

    Muy buen relato.. me gustaría contactarte

    Responder
    • carlos1973

      diciembre 12, 2018 at 2:21 am

      hola frank,,,,cuando quieras podemos hablar

      Responder

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