Noche de morbo y sexo - citasgay.org

Empecé jugando y terminé de puto XIII

Ese día me levanté contento y rebosante de energía, después de ducharme y vestirme bajé a la cocina en busca de mi desayuno. Había un gran ruido que producía Angelo pasando la aspiradora, la detuvo un instante cuando me vio y me dio los buenos días, iba a interrumpir su trabajo para atenderme pero le dije que podía seguir y que yo me preparaba el desayuno.

Mientras comía mis tostadas continuaba escuchando el agudo ruido de la aspiradora hasta que paró, Angelo se presentó en el comedor.

Se me olvidaba Maliit, el señor su padre dijo que era posible que vendría el señor Matias su tío.

Dijo a que hora?, voy a ir al club para el cursillo de natación y no voy a esperarle todo el día.

Puedo llamarlo si usted quiere.

No, gracias Angelo, lo llamaré más tarde yo mismo.

Me sentía algo molesto de tener que estar pendiente de su llegada, así que llamé a la casa de tía Inés, me cogió el teléfono mi primo Pablo.

Sí, Pablo al habla.

Hola Pablo, soy Sebastian.

Ya estáis de vuelta?, espero que mamá os invite a comer y nos cuentes como están los abuelos y si lo pasaste bien.

Espero que sea pronto. Oye, quería saber si está el tío Maty en casa.

Lo siento Sebastian, salió temprano acompañando a mamá al colegio, también quiero felicitarte por el resultado de tu examen, mamá dijo que has sido aceptado para iniciar este año.

Sí, bueno, al parecer estudiaremos juntos aunque en diferentes cursos.

Yo me alegro de que sea así primo, y qué querías de Maty?

Oh! No es importante, solo que creo que va a pasar por aquí y no se a que hora lo hará ni de que se trata.

Pues tampoco puedo ayudarte mucho, si quieres lo puedes llamar al colegio, estará allí con mamá todo el día.

No, como crees, no voy a molestarles en su trabajo. Vale Pablo, gracias y espero que nos veamos pronto.

Sí vale…, oye Sebastian… -Se quedó callado de repente.

Sí Pablo, que ibas a decirme?

No, no es nada importante, cuídate, by. -Cortó la comunicación sin dejar que me despidiera.

El asunto de mi tío Matias lo aparte de mi cabeza, que viniera cuando él quisiera, no iba a estar todo el día pendiente de él.

*

Cuando llegó Jorge ya lo esperaba listo con mi mochila para salir, nos saludamos con choque de puños, Angelo estaba a nuestro lado y me preguntó si pensaba volver para la comida, le miré a Jorge interrogándole con la mirada, éste encogió los hombros aceptando y le respondí afirmativamente y que llegaría con Jorge como invitado.

Durante el camino tuve que resumirle como había sido el viaje y algo de lo que pasó esos días, por supuesto que no le mencioné lo de mis primos, ni nada que pudiera molestarle, seguro de que no entendería lo que viví en la hacienda y se molestaría.

Le pregunté por como lo había pasado él y así pude enterarme de que había aprovechado para pasar unos días con su padre.

Nos cambiamos como siempre en un vestidor grande y me sorprendió que no me mirara en todo el tiempo, estuvo todo en todo momento de espaldas no dejando que le viera desnudo por delante. Entendí que por algún motivo que no sabía Jorge estaba algo molesto.

Peor se puso durante su entrenamiento ya que Sergio ese día se mostraba más efusivo conmigo de lo acostumbrado, haciéndome reír en varias ocasiones y logrando que se pusiera rabioso hasta golpear el agua en ocasiones con la mano. Si no fuera por lo cómico del caso diría que Jorge se sentía celoso.

Cuando volvimos para cambiarnos él se agachó para abrir su bolsa y yo le acaricié el cabello.

Si me dijeras lo que te pasa igual podríamos buscarle una explicación, no te parece?

A mi no me pasa nada, qué piensas que me pueda suceder?

Has estado enfadado todo el tiempo y hasta Sergio lo ha notado.

Y qué me importa lo que piense ese engreído?, tu deberías cuidarte y no dejarle que te toque tanto, aprovecha la ocasión para manosearte…

Venga Jorge, no es para tanto, piensas acaso que me anda seduciendo?, solo hace su trabajo, además que no debería importarte.

Sabes que me molesta que se aproveche de ti, él es mayor para andar detrás de un niño.

No creo que sea eso, pero bueno tampoco se sobrepasa en sus tocamientos. -Algo acertado andaba Jorge pero no iba a darle la razón. Le levanté la cara y le planté un beso rápido en los labios.

Anímate y deja esos pensamientos negativos, me invitas a un refresco?

El beso lo había cambiado y ya me miraba de otra manera y hasta sonreía.

Eso está hecho, vamos a la ducha.

Del bar pasamos a la sala de juegos, otros muchachos jugaban y discutían ante los billares y futbolines, nos acercamos a un grupo conocidos de Jorge y con ellos estuvimos jugando hasta la hora de la comida.

Angelo nos había preparado una de sus deliciosas comidas que nos sirvió en el comedor pegando a la cocina, Jorge intentó enlazar algunas palabras con él, pero terminó resignado callando, al comprender que hablar con Angelo más de cuatro palabras seguidas era de por si una proeza.

Nos subimos a mi habitación y mientras Jorge se descalzaba yo pasé al baño para lavarme la boca, cuando salí Jorge miraba en la tv un programa deportivo de fútbol, me senté a su lado pasando mi brazo por sus hombros.

Pasaban imágenes de los partidos celebrados el fin de semana, Jorge parecía entretenido y a veces emocionado viendo las jugada y haciendo comentarios, pasé los dedos por su cuello rozando su piel y acariciándole el cabello.

Para tener catorce años Jorge tenía un cuerpo grande y bastante definido, por la natación y el fútbol que practicaba, sin embargo su cara de niño travieso lo delataba la edad, no era un adonis pero en conjunto era agradable, sobre todo cuando ponía cara de enojo. Llevaba un pantalón corto enseñando sus duras piernas doradas por el sol, posé mi mano en la más cercana y se la acaricié levemente, luego la mantuve allí sin moverla hasta que terminó el reportaje, resumen semanal, y pasaron a hablar de la fórmula 1.
Jorge apagó la tv y se volvió hacía mi, me miró y sin darme tiempo acercó la cara y juntó nuestros labios, yo que ya estaba caliente subí la mano y la puse sobre su bulto, se lo sobé mientras nos besábamos, se soltó de mis brazos, con una mano acariciaba mi cabello y con la otra se quitaba la ropa dejando al aire su verga erecta y saliendo juegos de la punta, yo se la sujeté y me agaché empezando a mamársela, mi instinto me llevaba exactamente a lo que deseaba.

Ahhhh, nene cuanto te he echado de menos, a ti y a tu boquita.

Era una hermosa verga y adoraba tenerla en mi boca, sentirla en mi garganta, besarla y pasarla por mis labios y mis mejillas, era una polla a la medida de mi boca.

Mientras le mamaba a Jorge él gemía y decía cuanto le gustaba, me tenía excitadísimo y con mi polla muy dura al verlo como disfrutaba, aumenté mis esfuerzos para hacerle que se corriera en mi boca, pero cuando le sentía a punto de venirse me sacó la verga y me dijo.

No, no quiero correrme tan pronto, quiero hacerte el amor y follarte mucho tiempo.

Me ayudó a levantarme y nos fundimos en un abrazo para pasar a besarme apasionado la cara y la boca y a quitarme el pantalón que aún tenía puesto, poco a poco me dejó desnudo sin parar de acariciarme todo el cuerpo, me llevó hasta la pared donde me apoyé y Jorge se puso detrás de mi, me abrió de piernas y noté como su verga buscaba mi agujero, cuando lo encontró empezó poco a poco a meter su verga en mi culo.

Sentía un poco de molestia al principio e intenté moverme, pero con un movimiento atacó la metida desde otro ángulo y así avanzó, hasta que sentí los pelos de su pubis en mis nalgas.

Jorge pegó su pecho a mi espalda abrazándome contra él, besaba mi cuello y me dijo muy tierno en el oido.

Tranquilo nene, ya te la he metido toda, ahora acostúmbrate que vas a sentir mucho placer cuando te calmes, sus caricias y besos me tranquilizaron y dejé que fuera él quien llevara el mando de la penetración.

A veces me daba embestidas suaves con su cadera metiéndome la polla hasta el fondo y después empezó a meterla y sacarla con lentitud para ir aumentando el ritmo, yo empecé a moverme a la vez que él hasta sentir que el placer me dominaba.

De repente tiró de mi cintura para que sacara más el culo y podérmela meter más profundo, así sentía la verga de Jorge entrando y saliendo, era delicioso y no podía evitar lanzar gemidos, también él gozaba lanzando gruñidos cada vez que me ensartaba, me encantaba como estaba cogiéndome, allí los dos contra la pared me hacía el amor como él decía, dándome fuertes enculadas que me levantaban del suelo, bien clavado en aquella dura polla.

Estaba disfrutando un montón y me daba cuenta de que mi culo estaba hecho para tener siempre una verga dentro, que me taladrara y me hiciera gozar como me lo hacía Jorge. Empezó a darme más duro, más fuerte y a más velocidad haciendo que se escucharan los golpes de nuestros cuerpos al chocar, a veces era tanta la intensidad que me lanzaba contra la pared por la fuerza de sus embestidas.

Ahhh Sebatian, te quiero mucho, yo te amo y no puedo estar sin tenerte, es la primera vez que le digo a alguien esto, pero es que me gustas mucho. -Me dio un tierno beso en los labios para continuar follándome como loco.

Toma, toma por haber estado una semana fuera, tengo los huevos cargados de semen para ti… Oh, sí que culo me estoy comiendo, Dios!…

En ese momento Jorge soltó un gemido más fuerte y se quedó parado bien clavado en mi culo haciéndome sentir las inyecciones de semen que me iba disparando muy adentro. También yo me vine con un gritito agudo que no pude reprimir.

Ahhhhhh, sí, sí Jorgito. -Mi semen salió disparado hasta la pared cayendo al piso.

Nos quedamos unos segundos así recuperando la respiración, me tenía abrazado muy fuerte a su cuerpo y pegado a la pared.

*

Muy bien, no puedo creer que sea cierto lo que ven mis ojos, maravilloso espectáculo que me encuentro!…

Los nos quedamos unos segundos quietos, asustados, luego en un giro rápido que él hizo la verga de Jorge se escapó de mi culo, miramos hacia la puerta, no la habíamos puesto el seguro y me había olvidado de que mi tío llegaría en un momento del día como me dijo Angelo.

Y sí…, allí estaba Matias en la puerta de la habitación sin terminar de entrar.

Tío, tio Matias!….

Claro, o quien esperabas que fuera, algún otro macho aguardando cola para follarse a mi sobrino?

No salía de mi asombro y rápido me puse las manos por delante para taparme, vi que Jorge hacía lo mismo, a los dos se nos había bajado de golpe la erección por la sorpresa.

Tu…, tu…, es tu tío? -Al pobre Jorge se le atropellaban las palabras.

Sí chico, yo soy el tío de tu amigo, de este puto al que te terminas de follar. Creo que es mejor que te vistas y te vayas antes de que cambio de opinión.

Oiga señor, no lo insulte o… -Jorge se había recobrado y se adelantó unos pasos hacía mi tío en actitud amenazadora.

O qué?… Piensas pelear para defender el honor de tu amigo? -Maty se puso a la defensiva elevando los puños.

Entonces fui hasta Jorge y le sujeté del brazo.

Es mejor que ahora te vayas Jorge, luego hablamos por teléfono.

Al principio se resistía a obedecerme, me pareció muy bonita su actitud de valiente caballero dispuesto a defender a su amado, pero a pesar de que Jorge era casi tan alto como Maty y era fuerte, mi tío le llevaba cuatro años de ventaja y también estaba más ancho y fuerte, creo que en caso de una pelea Jorge podía salir malparado.

No voy a dejarte con esta persona sin educación aunque sea muy tío tuyo.

Por favor, no discutamos ahora, la culpa es mía que olvidé que mi tío iba a venir, ahora tengo que hablar con él, o sea que márchate por favor Jorge.

A todo esto, los dos estábamos desnudos, yo sujetando a Jorge y él resistiéndose, debíamos parecer algo de circo ya que mi tío de repente se echó a reír.

Jajaja, ahora resulta que la damita es la que tiene que salvar al defensor. -Pensé que aquello se me iba de las manos y luchando con Jorge para que no persistiera en su idea, recogí como pude su ropa y lo llevé hasta la puerta sacándolo de mi cuarto.

Luego hablamos Jorge, ahora por favor vete a tu casa.

Inmediatamente me revolví contra mi tío.

No pienso que sea de educación entrar en la habitación de otros sin antes llamar, debiste esperar abajo o al menos llamar por el telefonillo.

Jajaja, eres tan lindo como estúpido sobrino, la próxima vez que lo traigas, a él o a otros, asegúrate de cerrar bien la puerta y no tendrás problemas.

Y se puede saber a que has venido tío Matias?

En principio te traía unos ejercicios para que fueras haciendo, pero como veo lo bien que me recibes, -me miró de arriba abajo y recordé que aún permanecía desnudo- pues a lo mejor podemos pasar un buen rato tu y yo.

Sentía como si su mirada estuviera tocándome y me apresuré a coger lo primero que tenía a mano para tapar mi desnudez, resultó ser mi pantalón y me lo puse por delante sin metérmelo.

Está usted mal tío Mateo, ni loco me metería en la cama con usted. -Maty dio unos pasos acercándose.

Tan lindo como eres sobrino y no tienes cabeza, no será necesario que estemos en la cama, pero si eso te calienta podemos hacerlo, es posible que así puedas tener unas nuevas experiencias.

Me quedé como absorto y asombrado mirándole acercarse, viendo como se iba quitando la camisa, en mi cabeza me peguntaba como podía ser tan atrevido, pero tampoco podía negar que sus palabras no llamaban mi atención, además tenía que reconocer que mi tío Maty era realmente atractivo, más o menos de la misma altura que papá, de piel morena, no era muy musculoso pero no importaba, era poseedor de un buen físico y se mantenía en perfecta forma, tenía una espalda ancha, de vientre plano y ligeramente marcado, pectorales abundantes, rodeándole las tetillas una ligera capa de vello que enlazaba con el que lucía en el centro, era espectacular desde mi punto de vista, el cabello negro y liso.

Seguía acercándose a mi que lo esperaba como hipnotizado, mientras se sacaba los zapatos y los pantalones quedando únicamente con su calzoncillo blanco de pata alta, entonces pude apreciar a plenitud el contraste ente la parte alta y la baja de su cuerpo, de la cintura para arriba solamente lucía el vello que ya señalé, pero de la cintura para abajo su cuerpo estaba cubierto todo él de una pradera de negro pelo.

Sí, su cuerpo era muy velludo de la cintura para abajo, hasta los pies, comenzaba un poquito antes del ombligo, estaba cubierto de largos y lacios pelos negros que recordaban mucho a los faunos de las mitologías.

Qué dices sobrinito, andas con ganas de tener esto entre tus manos? -Posó la mano sobre el bulto de su entrepierna y mi respiración empezó a acelerarse, no podía creer que esto me estuviera sucediendo, por un lado me sentía muy halagado de que un macho como él se interesara por mi, y por otro molesto por como se portaba mi tío y por lo que acababa de suceder, también por el desprecio con que me había tratado hasta ahora, vamos que me era fácil rechazar su oferta en estas condiciones.

Gracias tío Matias, gracias por ser tan generoso pero no me apetece tener nada contigo, más bien me gustaría que marcharas de mi habitación. -Pensaba que con mi negativa todo quedaba resuelto pero me di cuanta de mi error enseguida.

A ver sobrino, creo que no me has entendido, no estoy pidiéndote permiso ni tu aprobación, quiero que te quede claro putito. Se bajó el calzoncillo dejando a mi vista su polla saliendo de la selva de pelos que lucía su pubis, llegó donde mi y me tomó de los hombros, me obligó a arrodillarme delante de él y me gritó.

Chúpala ya maricón.

El coraje y la furia me dominaban, estuve a punto de levantarme y escapar, pero vi su verga de nuevo y me quedé asombrado, era la verga más grande que había visto hasta ahora, creo que superaba a la de Rogelio y a la de mi primo Roberto, al menos tenía 19 centímetros y además era muy gorda, era lo que llamaba poderosamente mi atención, la puntita del glande se le salía un poco del prepucio y era más fina que el resto del pene.

Te gusta putito? No lo puedes negar, se te ve en como la miras que te la quieres comer, mejor que abras tu boquita y comiences a mamar antes de que me enfade, no querrás que tu querido tío se moleste verdad putita?

Entre lo que me había dicho y como sentía que la boca se me hacía agua al tener aquel increíble majar a centímetros de mi, empecé pasando la lengua por el glande, luego le retraje el prepucio con los labios dejando todo el glande libre de piel y poder pasar la lengua por el frenillo y el ligero sombrerito que le rodeaba.

Ten cuidado y no me vayas o morder, disfrútala que es toda tuya. -Seguí mamando como me gustaba hacerlo, su polla me sabía riquísima y la disfrutaba como pocas, le acariciaba los muslos llenos de pelos así como sus nalgas, eso me erotizaba que no veas, tener tanto pelo entre mis dedos que me parecía estar chupando la polla de un orangután u otro animal semejante.

Maty comenzó a dejar salir sonidos de placer de su garganta, parecía que lo disfrutaba y estaba contento de como se la mamaba.

Sí…, sigue así putito, la chupas como profesional, no es raro que todos quieran que les chupes. -Viendo su rostro de placer quise probar sus testículos, eran gordos y pesados, con mucho vello que me encantaba, me metí uno de ellos en la boca y jugué con mi lengua rodeándole, como continuaba gimiendo cada vez más alto sentí el orgullo de hacer bien mi trabajo, a Maty le estaba gustando y mucho lo que le hacía, hasta llevé los dedos en su hendidura y le acaricié el ano, donde soltó un respingo pero también un gemido largo, después de comerle los dos testículos pensé volver a comerle la polla, pero entonces Maty me sujetó la cabeza y la empujó contra su verga haciendo que toda ella me entrara en la boca.

Sentía como mi culo se abría dejando salir el semen que Jorge me había metido, resbalando por mis muslos hasta el suelo, pero tampoco me dejaba tiempo para pensar ni fijarme en detalles ya que no cesaba de meter y sacar su pene sin importarle otra cosa.

Aguanté la respiración por sentirme sofocado, aquel enorme trozo de carne en mi garganta me impedía respirar y estaba sintiendo el vómito que llegaba, era algo que nunca había experimentado con las otras pollas que me había comido, pero a la vez una sensación de placer brotaba dentro de mi de una forma inexplicable, solo rogaba porque Maty no dejara su verga dentro por mucho tiempo y me ahogara, su polla continuaba dentro de mi boca y al sacarla aspiré con ganas el aire, pero sin darme mucho tiempo volvió a repetir la jugada y llevó mi cabeza contra él metiéndome toda su verga, las lagrimas corrían por mis mejillas por la falta de aire en mis pulmones, pensaba que ya me ahogaba y agarré los pelos de sus nalgas tirando de él para apartarle, entonces sin más me sacó la verga, la acompañaba un chorro de babas que caían por mi pecho.

De esto ya tienes suficiente. -Le escuche decir, agradecí al cielo que aquello se terminara.

Cuando sentí que mi tío dejaba de hacer presión en mis hombros manteniéndome arrodillado me puse de pie tosiendo, busqué algo para cubrirme tirando de la colcha de la cama.

No te tapes maricón que esto aún no ha terminado. -Dejé de escupir mis babas y le miré iracundo.

No me llames así, no me gusta tu trato ni que me hables así.

No te gusta que te llame por lo que eres, acaso prefieres que te diga puto joto? Jajaja o prefieres mariquita come vergas?

Sabes qué tío?, puedes llamarme como quieras pero te ruego que salgas de mi habitación y me dejes tranquilo. -Le dije con determinación pero bastante sumiso y dócil.

No voy a hacer eso putito, ya te dije que no hemos acabado, no voy a marchar hasta no darte lo que mereces.

Por favor tío, te lo ruego, estoy cansado y no temas que no diré nada de lo que pasó.

Jajaja, piensas que me preocupa lo que tu puedas decir, ay lindo sobrino, tu no vas a decir nada, cuando termine contigo vas a ser tu quien me suplique para que esto vuelva a repetirse día si y al otro lo mismo.

Entonces se me abrazó y comenzó a besar mi cuello, nunca había sentido ese placer extraño, me di cuenta que mi cuello era uno de mis puntos erógenos más sensibles, sucumbí a sus besos y lamidas correspondiendo a sus besos, mientras el continuaba besándome yo le acariciaba la baja espalda donde empezaban a nacer sus vellos y bajando las manos a sus pequeñas pero duras nalgas.

Me empujó cayendo de espaldas en la cama, y me preguntó si tenía alguna crema, conseguí mirar y hacerle un gesto señalando la mesita, no podía decir una palabra, Maty me tenía subyugado y ahora podía hacer conmigo lo que quisiera.

Buscó la crema en el cajón y cogió en sus dedos gran cantidad de crema, la puso en la entrada de mi ano.

Vaya, aún te sale el semen que te metió tu amante, no creo que te haga falta más lubricante, ya lo tienes bien abierto y solo tendré que meter mi verga. -A pesar de sus palabras sentía sus dedos pasar acariciando mi entrada, haciendo círculos sobre mi ano que se contraía a su paso.

No tardó mucho en comenzar a meter sus dedos, a pesar de su aparente brutalidad Maty se preocupaba por no causarme daño. Fue metiendo uno a uno hasta lograr meter los cuatro formando cono con ellos, aquí si sentí cierto ardor y suspiré, entonces dejó dos dentro de mi y comenzó a hacer círculos.

Cuando Maty pensó que estaba listo le vi poner crema en su polla, colocó mis piernas en sus hombros y me miró con intensidad lujuriosa.

Esto te va a encantar pequeño Sebastian. -Sentí su verga empujando fuerte y como mi ano se abría, a pesar de haberme metido sus cuatro dedos no puede evitar gemir dolorido, no había tenido en cuenta el extraordinario grosor de su verga.

Ummmmm…. Agggg…. duele, me duele tío.

Sí?, tranquilo, iré más lento, vale? Te ha entrado ya la cabeza y ahora será más fácil, pensaba que estabas bien abierto por las vergas que has comido.

Sí tío, pero no eran tan gordas como la tuya, ohhh me llena todo, vas a romperme el culo tío.

Seré suave Sebastian estate tranquilo y relájate, verás que es más fácil.

Me di cuenta de que Maty ya no me llamaba putito, y ya no puse resistencia, aguanté sintiendo como me penetraba a cada milímetro.

Su verga aunque era de buen tamaño y grosor, al ser la punta más fina facilitaba la entrada, pero si fue delicado y tardó en meterla entera, paraba y retrocedía para volver a entrar metiendo un trocito más cada vez, cuando ya la tuvo dentro de mi al completo, y los pelos de la parte baja de su cuerpo me hacían cosquillas, se detuvo mirándome fijamente a los ojos.

Ya la tienes toda dentro.

La siento tío Maty, oh me llena todo, ummmm la siento rico tío.

Jejeje, ya te lo advertí sobrino, sabía que te gustaría. -Le veía sudoroso sosteniéndose en sus brazos para no dejar su peso sobre mi y de golpe bajó la cabeza y me dio un beso en los labios, cosa que no esperaba de él pero que me gustó mucho.

Dejó mi boca y comenzó con las embestidas, así de golpe follándome como una máquina, debió darle apuro su flaqueza de besarme y ahora me castigaba.

Mas suave tito, mas suave al principio por favor. -Atendió mi solicitud pero a veces se olvidaba atacando mi culo como un toro a su vaca, me la metía a toda la fuerza que le daba, y al fin comencé a disfrutar de la follada.

Ohhhh, sí tito, que rico, sí dame más, ahhhh que bien siento.

Le sujeté abrazando su cuello, buscando sus labios con los míos para besarlo, respiraba muy agitado y me avisó que se venía acelerando las embestidas.

Agggghhhh que rico culo Sebas, ohhhhh como me aprieta, voy a llenarte de semen, tuve una sensación de placer que me inflamaba y comencé a tirar esperma por mi polla sin llegar a tocarme. Maty continuaba con sus embestidas cada vez más rápidas y profundas, hasta que ya sentí que se contraía y depositaba su esperma dentro de mi.

Salió de mi y quedó tendido a mi lado, suspirando y gruñendo agitado durante unos segundos, esperaba que dijera algo, que al menos me mirase, pero sin hablar recogió su ropa, se vistió y se fue de la habitación sin decir nada.

Me quedé solo, transpirado, mirando al mosquitero con una ancha sonrisa en mi cara. Me daba apuro reconocérmelo pero la follada de Maty me había gustado mucho, en realidad me había encantado.

Cuando me estaba quedando frío allí desnudo y tendido en mi cama, me levanté para darme una ducha y limpiarme, la cama estaba hecha un desastre, se veían grandes manchas de semen que ya se iba secando.

Me senté en el inodoro para expulsar de mi interior toda la carga de semen que aquellos dos machos me había metido, cuando terminé me di cuenta de que había quedado una capa blanca que cubría todo el agua, alguno de ellos se había corrido en exceso.

Al ducharme me metí los dedos en el culo, hasta me asusté de los abierto que lo tenía y lo fácil que entraban mis dedos. Mi culo se estaba acostumbrando a recibir verga.
Me sentía feliz y contento pero a la vez pensaba en como sería el trato de Maty a partir de ahora.

*

En la cena papá me preguntó por la visita de Maty y si todo había ido bien, claro que no le dije nada de lo que había pasado, solo que había visto los papeles que me trajo y que no lo veía tan difícil.

Luego estuvimos viendo las noticias en la tv, como ya era costumbre yo acostado con las piernas de papá como mi almohada y las de Miguel para reposar los pies.

jaime.iriarte92@gmail.com

Te puede gustar: Cuatro para mí en público

Loading


Dejar una Respuesta


INGRESA EN TU CUENTA CREAR UNA CUENTA NUEVA

 
×
 
×
¿HAS OLVIDADO TUS DATOS?
×

Subir