Esto me paso cuando tenía 19 años. Iba a nadar 2 veces por semana a la piscina municipal. Me gustaba que no hubiese mucha gente, pues es un coñazo tener que esquivar nadadores. Todo iba de fabula hasta que empezo a venir un señor ala misma hora, hasta ahi todo bien si no fuese por que estaba de buen ver. Pelo canoso, unos 50 años, afeitado, cuidado y coqueto.

Al principio le echaba miraditas furtivas, ya que los slips de nadar dejaban poco a la imaginación, un hombre bien armado incluso relajado. Empezo a intentar mantener conmigo conversaciones nada interesantes pero que iban siendo cada vez mas habituales. Un día llegue mas tarde de lo normal, fastidiado de no encontrarmelo, para darme mi alegria habitual. Nada mas llegar a los vestuarios, dejando pasar educadamente a un señor, fui derecho a mi taquilla habitual. Quitandome la ropa me di la vuelta y le encontre con la toalla puesta.

Me saludo de buen humor y yo era incapaz de articular palabra, pero sali del paso hasta que se quito la toalla y ya me mato. Tenia un pene grueso, de buenas proporciones y depilado. Cuando se dio la vuela dejo entrver un culo redondo y proporcionado. Me dejo sin palabras y creo que lo noto pues tardo mas tiempo de lo normal en vestirse. Espere a que se fuese para cambiarme pues era muy evidente mi excitacion como para ocultarla.

Eso, no me pregunteis como, hizo que el se intentase acercar mas a mi, como para coger confianza, algo que yo correspondia de buen agrado, ya que cuando hablaba desnudo, el movimiento de su miembro me ponia loco.

Paso un mes desde ese día y ya teniamos bastante confianza, volvi a llegar mas tarde de lo normal a la natación. Empece a cambiarme cuando me di cuenta de que estaba detras mio, con la toalla recien duchado. Se secaba y yo me ponia malo, sin dejarle de mirar descaradamente. En uno de esos momentos, cuando yo estaba quitandome los pantalones se acerco a mi, pegando su miembro a mi pierna. Me susurro al oido que si me gustaba lo que veia, mientras me acariciaba el culo. Agarre su mano y se la puse en mi paquete, evidenciando asi mi excitación cada vez que le veia. Me mordio la oreja satisfecho y se alejo. Me dejo bloqueado, sin saber que hacer. Cuando me volvi, me lo encontre al lado, vestido de nadar otra vez.

-Podemos nadar un rato mas juntos si te parece- me dijo.

Asenti, me cambie y nos fuimos a nadar. Cuando acabamos, nos fuimos a duchar. Habia otra persona duchandose, pero tardo poco en irse, dejandonos alli solos. Empece a enjabonarme y me recree en mis partes mas erogenas, dejandole entrever la raja abierta de mi culo, que lave con mucho mimo mientras el lavaba su miembro viril excitado. Curvilineo con el glande apuntando hacia arriba, grueso y jugoso al tacto, me entraron ganas de agacharme ahi mismo. Se acerco y me metio el dedo en el culo. Dedos gordos que acentuaron mas mi excitación.

Mientras masturbaba su pene me susurro:

-Vamos a mi casa-

-Vale- conteste.

Con mucha prisa nos secamos y nos vestimos. Salimos de la piscina camino a su casa, hablando como 2 personas normales. Cuando llegamos al portal, me hizo pasar primero. Le notaba excitado con mi culo. Cuando entramos en el ascensor me cogio fuerte de mi culo, manoseandolo debajo del pantalon y disfrutandolo. Abrio la puerta de su casa, y fuimos al salon a dejar las cosas. Cuando estuvimos frente a frente me pregunto:

-¿quieres tomar algo?-

-no gracias- le respondi con un nudo en la garganta. Me baje el pantalon vaquero y me quite la camiseta, quedandome solo con los calzoncillos.

-me pones desde el primer dia que te vi y te quiero follar desde entonces- me dijo mientras se quedaba desnudo delante mia. Me cogio de la mano y me sento en el sofa, empujandome la cabeza a su miembro que lucia delante mio.

Lo cogio con la mano y empece a chuparle el glande mientras le hacia una paja lentamente. Me la iba metiendo cada vez mas disfrutando de sus gemidos de placer cada vez mas evidentes. Me embestia cada vez mas fuerte y queria que me la metiese entera. Con mucho esfuerzo casi lo consegui mientras el me acariciaba la cabeza satisfecho.

Luego me puso a cuatro patas y empezo a lamerme mi culo, abriendomelo con los dedos poco a poco, preparandolo para su enorme miembro. Cuando me lo metio, pude notar sus huevos golpeandome, embistiendome cada vez mas fuerte, disfrutando y gimiendo los dos. Saco su polla de mi culo y me cogio la cabeza para correrse en mi cara. Relami toda su lefa, disfrutando de aquel momento que llevaba un mes esperando.

-me ha gustado mucho- le dije jadeando.

-¿quieres mas?- me pregunto.

-¿quieres tu?- sonriendo mientras notaba en mi mano como su miembro volvia a estar erecto.

Lo que paso despues con Fermin, es otra historia. 

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Un comentario:

  1. Erki

    septiembre 1, 2019 at 2:57 pm

    Buena historia!
    Pena que en las piscinas del País Vasco no pasen cosas así!

    Responder

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