Me volvi esclavo sexual de mi compañero de apartamento

LLevaba unos 6 meses de vivir con mi compañero de piso, era un lugar muy bonito que habia conseguido por una ganga, gracias a un anuncio que habia visto, yo tenia 26 años, y el unos 45, un tipo callado la mayor parte del tiempo, como solitario que trabajaba en una compañia de software . Hasta ese momento yo me consideraba muy macho y heterosexual claro, salia con varias chicas, y habia llevado a varias al lugar, tenia una novia con la que ya llevaba saliendo algun tiempo. Todo iba muy bien para mi.

Una noche de viernes como ya habiamos echo otras veces, tomabamos unas botellas de vino, la conversacion con el era interesante, sabia un poco de todo, y siempre me dejaba hablar,  hablaba yo mucho de mi, y el poco de sus gustos, era muy bueno para escuchar. Resulta que llevabamos unas 3 o cuatro botellas, y yo le hablaba de una chica que habia conocido, cuando de pronto me dijo que el en el trabajo habia salido con un compañero, yo me rei primero pero luego entendi y me dio mucha pena mi primer reaccion. El me dijo que no me preocupara, que claro que no lo habia dicho antes y que no esperaba esa reaccion de mi, pero que el esperaba que no hubiera problema con sus gustos sexuales, yo le respondi que de ningun modo, que eso no era ningun problema. Por cortesia y curiosidad, mienstras destapaba otra botella, le pregunte que tal habia sido su relacion con esta pareja que el mencionaba.

Cuando empezo su historia no podia creerlo, me conto con lujo de detalles que era una relacion sadomasoquista, y me decia las cosas que le hacia a el, y como lo dominaba, humillaba y sometia, yo pues no habia escuchado mucho del tema antes, pero debo aceptar que me dio curiosidad y al imaginarme cosas que el decia, no se si por el mismo efecto del licor o por la forma en que el lo contaba me hacia sentir, debo admitir, exitado.

Luego me pregunto si yo no tenia alguna fantasia, le mensione algun par, nada tan complicado o extremo como lo que el me  habia contado, y le pregunte si el tenia alguna, que aun no hubiera cumplido. El se rio, y luego con voz grave dijo

-Prometes no ofenderte si te digo la verdad??-

-Claro respondi-, mientras empinaba otra copa de vino.

-La verdad desde que te vi, he soñado con que aceptes que te someta, que te haga mi sumiso y mi esclavo- hizo una pausa y me vio fijamente, sin ninguna timidez- es por eso que te alquile tu habitacion con tantas ventajas, porque esperaba algun dia que aceptaras, o por lo menos soñar con que aceptaras me era suficiente-

Me quede atonito, nervioso la verdad, despues de lo que habia escuchado que le gustaba hacer creia que eso no solo era doloroso, sino que seria dificil que lo disfrutara, aunque para ser honesto, me sentia alagado que me viera como el objeto de su deseo. Guarde silencio, y servi otro vino para cada uno de nosotros, me sente y me quede en silencio, sonriendo condecendiente, un poco forzado tambien.

-Creo que tu silencio me dice que no te desagrada del todo la idea,- Volvio el a decir, mientras me miraba fijamente- creo que te gustaria intentarlo, y la verdad creo que lo disfrutarias tanto como yo – Se puso de pie, y se acerco a un baul que habia en la sala, que el siempre guardaba con candado- La verdad me atrevo a decir que ya eres mi esclavo, y que vas a hacer lo que yo te pida.-

Estaba bastante borracho, y eso siempre me ponia caliente, mas alla de mi control, y la situacion era confusa para mi, debo aclarar que mientras muchas cosas se atravezaban en mi cabeza, deseaba que me hiciera su esclavo y saber que tan exitante seria ser su objeto sexual.

-Ponte de pie- Me dijo con voz autoritaria

Como un resorte mis piernas respondieron, y me puse de pie, sin saber muy bien que hacer. Vi que abrio el baul, y dentro de el pude observar que habia una cantidad industrial de objetos sexuales. Tomo una tanga negra como de seda que habia dentro, tenia un hilo dental en la parte de atras, y un anillo, enfrente, donde supuse iba introducido el pene, luego me la lanzo a los pies , luego me lanzo unas muñequeras de cuero, con anillos, y un collar de cuero tambien, con una argolla al frente y me ordeno.

-Quiero que vayas al baño, mientras preparo unas cosas para ti, quiero que te pongas este atuendo que te estoy dando, y regreses en cuatro patas, te colocaras de rodillas en medio de esta sala, y me vas a decir, listo para ti mi Amo, entendido?-

Asenti con la cabeza,  no podia creer que lo hacia, pero toda la escena me ponia mas caliente aun, era algo nuevo, y muy excitante, podia intentarlo, de  alguna forma , la manera en que me trataba me excitaba mas, lo que tambien me confundia, no entendia como podia responder asi. Obedientemente tome el atuendo que me habia ordenado, camine hacia el baño que estaba en el corredor a unos pocos metros, y una vez dentro me desnude, me coloque la tanga, inserte mi pene por el anillo, que quedaba dentro de ella, y me puse la correa y las muñequeras, estaba tan nerviosos que sentia un sudor frio por mi espalda, y a la vez pude notar que mi pene estaba muy erecto, parecia que queria explotar dentro de la tanguita que llevaba puesta.

Me vi frente al espejo y no lo podia creer, me veia tan distinto, al menos para mi, y observe que la forma del hilo en mis nalgas, hacia que se resaltaran distinto, el collar me dejaba poco movimiento del cuello, abri la puerta, adopte la posicion que me habian ordenado, y me fue en mis rodillas y palmas, como un perro, de regreso al salon, vi como el estaba ahora sentado esperando, habia puesto unas veladoras por el lugar, tenia varios objetos, entre latigos, fustas, ganchos para los pezones, consoladores, correas y otra cantidad de objetos de tortura. Trague saliva, y al llegar al centro de la habitacion me coloque de rodillas.

-Pon las manos detras de tu cabeza- me ordeno, me puso acto seguido una cadena de metal que unia las muñequeras, y un antifaz que cubria mis ojos. –

Luego senti como me daba un fustazo en mis nalgas, intenso, me queje levemente, y luego dijo con voz severa

-Olvidaste algo verdad??-

-Hice como me ordenaste- respondi, he inmediatamente senti otro fustazo, y luego otro en mi pecho. Me queje pero trate de no moverme, sentia un dolor que nunca antes habia sentido, entre mi borrachera , mi nerviosismo, y mi exitacion, el dolor me daba una sensacion deliciosa, me exitaba cada vez mas. De pronto supe que era lo que habia olvidado.

-Estoy listo para servirte Mi Amo- dije,

-Si no aprendes pronto vas a sufrir mucho esclavo, y yo voy a divertirme mucho- Luego acerco la fusta a mi pene y me dio un par de suaves latigazos,mientras decia- mmmm pero puedo notar que te gusta, veo que tiemblas, pero estas muy exitado, como una buena putita, supongo que ahora el que rie soy yo, jajaja- Su risa era como maquiavelica, realmente gozaba tenerme asi, y ver mi cuerpo como temblaba- Sabes que voy a torturarte verdad??

– Si – respondi timidamente, no habia pasado mas de un segundo cuando senti otro fuztazo, fuerte en mis nalgas,

-Si mi amo- respondi rapidamente.

-Asi es, y voy a usar todos mis juguetes, y cuando termine, voy a follarte y te estoy seguro que te va a gustar. Tu cuerpo es completamente mio entiendes, no es mas que un objeto para mi placer ahora, y cada gemido, cada quejido de dolor, sera mi recompensa por ser bueno contigo, Ponte de pie!!

Obedeci inmediatamente, y me senti como me guiaba una columna, ahora entendia lo raro de los cortineros, eran unas pesabas argollas de metal, su proposito era este, poder atar a sus esclavos con las manos hacia arriba,  quien sabe cuantos antes de mi habrian sufrido en este mismo espacio lo que a mi me tocaba ahora.

Me ato las manos hacia arriba, y luego me coloco unos ganchos en mis pezones, me apretaban fuertemente, con un pequeño movimiento me ardian, acto seguido me coloco una mordaza con forma de bola en la boca, me ordeno dar la vuelta y senti como se alejo de mi. No podia ver nada, estaba muy nervioso, pero estaba exitado a mil, no podia recordar algo parecido, me frotaba contra la pared, queria explotar, la sensacion era muy intensa, deliciosa, el debe de haberse tardado intensionalmente tanto tiempo. Luego me confenso que se habia quedado mirandome un rato, como me movia y como se escuchaba como respiraba con fuerza y gemia de placer. Todo esto sin que el hubiera echo nada aun.

De pronto sin previo aviso, senti las correas de cuero del latigo impactar mi espalda,

Zas!!!

Solo gemia, era una sensacion como una quemada, que luego dejaba una sensacion de placer, absolutamente indescriptible

Zas!! Zas!!! Zas!!

La tortura siguio por unos minutos, yo salibaba profusamente por la mordaza, y gemia entre dolor y placer.  De pronto igual que empezo, se detuvo.

-Date la vuelta- Me ordeno, y desde luego obedeci, estaba empapado, no solo de sudor y saliva, sino podia sentir como un hilito se escapaba de mi pene y atravezaba la tanga, y podia verse colgar del vulto que hacia mi pene y mis testiculos dentro de la tanga.

-Te encanta verdad perra- me dijo riendo – Esto apenas empieza, o acaso quieres terminar??

Movi mi cabeza de lado a lado, y balbucie tras la mordaza- na parrfavar Amo-

Se acerco y empezo a jugar con mis pezones y los ganchos que colgaban de el, mientras me daba palmadas en el pecho, luego en mi estomago, y por ultimo directo en mi pene, palmadas bien acertadas,

-Mira como estas de empapado putito, realmente te gusta,

Luego de decir esto me arranco las pinzas de los pezones, un dolor intenso otra vez, me quito la venda de los ojos, y empezo a jugar con el mi bulto, y pasar su mano por todo mi cuerpo, me dio la vuelta con fuerzo, y sin decir mas penetro con dos dedos mi ano, jugando dentro y moviendolos con fuerza, me volteo de nuevo, moridio mis pezones y me hizo la tanga a un lado, quedando mi ereccion al descubierto, supe en ese momento que era el turno de mi pene de recibir alguna terrible tortura, vi como se alejo nuevamente,y tomo una vela que ya tenia mucha cera liquida, una vela roja, y camino hacia mi de regreso, riendo macabramente, me derramo cera sobre mi pecho despacio, y de pronto, sin decir nada, sobre mi pene, casi lo cubrio con la cera caliente,

-ahhh,- exclame retorciendome de dolor- no por favor, piedad,

-Eso es lo que me gusta, que sufras de esa forma putito,  –  y siguio derramandome la cera, viendo mi rostro de agonia y como me retorcia, impotente, sin poder safarme de mis ataduras. Para mi sorpresa, mi ereccion era aun mas intensa.

Coloco la cera a un lado y me dio la vuelta de nuevo bruscamente, me separo las piernas, y senti como me ponia lubricante con sus dedos en mi ano, escuche como se bajaba el pantalon, y empezo me empezo a penetrar.

Nunca habia sentido eso, era doloroso, nunca me habia pasado, me quejaba y le pedia que lo hiciera suave y despacio, pero no parecio importarle, mis suplicas solo le hacian exitarse mas. De pronto tuve toda su verga adentro, me atacaba sin clemencia, mientras me pellizcaba, me daba fuertes nalgadas, y me halaba el pelo. De pronto senti toda su leche venirse dentro de mi. Senti el calor dentro de mis nalgas, y el se aparto gimiendo con fuerza.

Se sento en un sofa, y me ordeno darme la vuelta.

Se quedo viendome, como la saliva salia por mi boca, yo agotado colgaba de las manos, mis piernas temblaban, y su semen se derramaba por mi entrepierna.

– Vas a quedarte alli, para deleitar mi mirada, y cuando desee, vamos a empezar de nuevo esclavo, voy a hacer que sufras y disfrutes tanto, que me rogaras que nunca te suelte-

Entre jadeos respondi

-Como ordenes mi Amo-