Mi hermanastro Juan Alfonso
Saludos, soy del Ecuador, allá por el año 1990, realmente me sucedió esta experiencia sexual inolvidable a mis 8 años con mi hermanastro Juan Alfonso.
Yo me encontraba como todo chico de temprana edad solamente en interiores ante un sol canicular corriendo alegremente por la casa hasta que me intercepta mi hermanastro Juan Alfonso
en esa época siete años mayor que yo me abraza dándome después un beso en la mejilla llevándome a un sofá y hacer caballito sentado sobre sus piernas como de costumbre
pero en esta vez sentí que fue diferente porque por debajo de mis piernas notaba sus largos dedos que me las recorrián con suave masaje que jugaban en introducirse por mi interior llegando a estirarme mi pene y bolitas.
Estabamos solos, eso hizo que siguiera haciéndolo por largo rato mientras yo me quedaba quieto como me lo pedia,
sentía raro pero delicioso cuando me sobaba sus dedos por mi culito doblándome la espalda besándola y chupándome el cuello,
todo eso que me hacía lo había visto que le hacía a los chicos del vecindario cuando veia a Juan Alfonso que se los llevaba a su habitación,
creía que también me lo hacia a mi porque era un juego además que siempre era cariñoso conmigo y le tenia confianza.
Me cargó en peso subiendo las escaleras hasta llegar a su cuarto lleno de posters de artistas de rock, y hombres musculosos en bóxer me lanzó al aire y me agarraba con sus brazos hasta que me lanzó a la cama
le pedi que lo vuelva a hacer me dijo que lo hacia pero que nos quitemos la ropa para volar más mejor,
inocentemente me senté en el borde de la cama, abri mis piernas y me ayudó a sacar el interior Juan se quitó rápidamente su ropa deportiva sonrientes
nos desnudamos y mostramos nuestros penes el suyo estaba bien parado parecía un barraganete pero lleno de pelos muy grande con respecto al mio muy pequeño
me lo estiró por un buen rato yo me estremecía sentado en la cama mis manos estrujaban la sábana, mi pene se paró sentí un poco de recelo pero estaba con mi hermanastro al cual sentía confianza por todo lo lindo que me estaba haciendo.
Ahora me lanzaba al aire, cogiéndome con sus manos mi pene y mi culo y cuando se disponía a lanzarme
sentía sus dedos dentro de mi culo al atraparme me bajaba con sus brazos llevándome mi culo a su pene y me lo punteba yo me hacia para adelante y Juan con sus manos me llevaba hacia él chocando mi espalda a su pecho y asi parados su pene se meneaba por mi culo haciéndome sentir deliciso esos movimientos de carne tibia en mis nalgas,
Juan me decía que me quedara quieto yo le obedecía nuevamente.
Juan Alfonso se fue a sentar en una silla yo parado observaba como se abria de piernas mostrándome su pene bien parado siendo estirado por sus manos,
me dijo que me sentara sobre sus piernas lo hice y en ese preciso instante sus dedos pasaron suavemente por los lados de mis costillas sintiendo una sensación nueva muy rica mi culo sintió su bulto de carne,
sus manos movian mi cadera a los costados nunca olvidaré còmo al moverme, sus caderas también lo hacían, mi pene estaba parado, ambos nos movíamos y su barbilla apretaba mi cabeza.
Juan se inclinó un poco abriendo más sus piernas y también las mías puestas sobre las suyas,
por debajo de mi pene salió el pene de Juan yo me reia de ver los dos penes pegados bien unidos parados con una de sus manos estiraba su pene y con la otra estiraba mi pene,
mi culito se movia de gusto sobre la cadera peluda de Juan, que dejó de estirarse su pene para ladearme un poquito y meterme poco a poco el dedo medio de su mano en mi culo, me lo metia y me lo sacaba lentamente,
volvió a agarrar con una mano su pene y con la otra mi pene ahora los estirababan cada vez más rápido su aliento sobre mi pelo era fuerte
gemia mucho de placer yo no dejaba de ver nuestros penes siendo estirados ricamente hasta que vi al pene de Juan saltar por los aires el chisguete de semen y lo poco que quedaba se chorreaba por nuestros penes se apretaba el tronco de su pene saliendo por la rayita de su cabecita un poco de lechita con sus dedos la untaba y me la ponía circularmenete en el hueco de mi ombligo, su lengua chupaba mi orejas de lo arrecho que estaba mi piel se puso de gallina cuando sus dedos pasaban sutilmente.
Me hizo levantar de su cuerpo nos paramos viéndole su pene mojado creía que eran babas,
quitó las sàbanas y almohadas de su cama quedando el puro colchón dijo que me acueste boca abajo y me abriera de piernas al rato sentí su peso sobre mi espalda su aliento acelerado y su pene que empezaba a meterse en mi culo su cabeza de pene perforaba y me dolía,
se incorporó abriendo sus piernas y rodillas a los costados de mis caderas sus manos abrieron mis nalgas la tibieza de su pene y los pelos en mi nalguita me hacían sentir extraño como más angustia y el miedo con el dolor se incrementaban cuando me metia y me saca la acbeza de su pene yo pujaba poniéndome colorado
grité cuando trató de meterme más de su pene, fue ahí en esos movimientos que botó su leche en las afueras de mi culo, Juan me decía que me callara que estábamos solos y que nadie nos escuchaba y que sentí lo rico de ser hombre, que siempre había deseado tener la oportunidad de tocarme mi culo redondito y suavecito.
Mis sentimientos cambiaron al escucharle decir eso, hicimos una pausa de minutos acostados en la cama me abrazó, sus piernas se unieron a las mias preguntándome si me había gustado todo;
yo no respondía,
asombrado llevé mi mano a mi culo me vi el semen que chorreaba por mi culo le pregunté que me había hecho,
Juan entre algo risueño y nervioso me dijo que ya no me preocupara que es el resultado del juego de hombres que hicimos,
vi el colchón mancahdo de esa baba, estaba nervioso sentí algo de vergüenza y culpa Juan no me dio tiempo a seguir pensando porque ya estaba encima mio moviendo su pene en mis nalgas me volvió a penetrar sólo su cabecita de pene ahora el dolor era un poco pequeño pero el deseo que nació en mi era más grande,
esta vez Juan no botó leche pero su cabecita de pene parado entraba y salía de mi culo le pedi de favor que me dejara que todavía me dolía.
Se levantó trayendo una crema contra irritaciones, eso en algo calmó mi ardencia.
Luego de asearnos salimos a la calle a jugar con los amigos de la cuadra pero no duró mucho eso porque Juan con sus manos sobando mis nalgas insinuaba que quería culiarme de nuevo
mi recelo por lo que habíamos hecho no pasaba y le decía que no moviendo mi cabeza.
Entré a casa a tomar agua Juan me había seguido con mi amiguito Gonzalo dos años menor que yo, los tres jugamos amistosamente a las luchas en la sala,
guerritas con los cojines y a las carreritas cuando estuvimos cerca de su cuarto Juan nos levantó en peso juguetonamente por los aires nos lanzó a la cama con mi buen humor algo había olvidado de lo que hicimos.
Juan Alfonso me pidió que cerrara la puerta principal de la casa, al retornar a jugar con ellos la puerta del cuarto estaba con seguro de adentro Juan me dijo que estaban ocupados buscando cosas y que los esperara en la sala porque era sorpresa.
Pero como tardaban mucho me imaginé lo que estaban haciendo y por la claraboya de mi cuarto que da al suyo vi a Juan Alfonso desnudo montado sobre Gonzalo Juan sobaba el pene en ese culito desnudo de Gonzalo,
lo tuvo asi por un rato largo Gonzalo no se movia, creo que le gustaba que lo culiase,
vi a Juan que apenas le metió la cabeza de su pene al culo de Gonzalo no siguió porque Gonzalo emepzó a gritar y a empujarlo,
Juan lo viró lo hizo abrir un poco las piernas y se culiaron sus penes nunca olvidaré esos penes moverse rápidamente,
Juan Alfonso se incorporó un poco lo jaló de los pies a Gonzalo hasta el filo de la cama estirandole la verga a Gonzalo y luego se la estaba mamando repetidamente.
Juan Alfonso puso su pene sobre el de Gozalo y otra vez se culiaron los penes Gonzalo a filo de cama con las piernas bien abiertas y Juan medio parado con sus piernas unidas y que le cogia los brazos de Gonzalo estirados sobre la cama,
fue muy rápido el movimiento del pene y cadera de Juan sobre el cuerpo estático de Gonzalo que era culiado su pene vi que Juan se levantó del cuerpo de Gonzalo,
Juan le dijo a Gonzalo que lo mirara c{omo estiraba pajeando su pene y vi salir un choro de semen cayendo en el estómago de Gonzalo que éste rápidamente con sus manos se lo quitaba . Juan lo levantó subiendole sus calzoncillos y pantaloncito que usaba.
Juan cogió unas almohadas y simuló jugar con Gonzalo como que nada habián hecho hace segundos, Gonzalo con su inocencia ignorante de lo que le había hecho le siguió el juego a Juan, salieron del cuarto con intención de buscarme fui rápidamente a la sala.
En ese momento que bajaba las escaleras ya ahabian llegado mi madre y mi padrastro, al ratito Juan y Gonzalo bajaban con mirada baja y algo sonrientes, nos preguntaron como nos habíamos portado respondimos afirmativamente como si no hubiera novedad alguna Gonzalo se despidió muy contento con una ensalada de frutas de la nevera que Juan le regaló.
Ese fue el punto de inicio en la carrera de multiples cogidas sexuales con Juan Alfonso, Gonzalo, niños y adolescentes del sector donde vivía, a unos, les enseñaba, de los otros aprendía.
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