Mi hermano y mi amigo

Mi hermano y mi amigo

El habernos encontrado con uno de mis hermanos en un cine porno, fue una experiencia muy fuerte para mi amigo Richard y para mi.

Fue todo un descubrimiento, Richard, afirmaba que había sido la primera vez que permitía que un hombre lo penetrara, y a su vez que mamaba una verga,

yo le decía: habiendo tantos hombres en Montevideo, justo tenía que ligarse con mi hermano, y el insistía en que no me pusiera celoso,

que yo seguía siendo su mejor compañero y ahora más porque nuestra relación superaba nuestro vínculo de estudios,

claro decía yo, ahora sos como de la familia, eres una especie de cuñado, jaja, bromeaba.

Durante toda la jornada de estudio el tema fue recurrente, y tanto recordar lo del día anterior nos había excitado,

luego de clases Richard me acompaño a casa, cuando llegamos mi madre me estaba esperando con la merienda pronta, e invité a Richard a compartirla,

luego de ingerir los alimentos, subí a mi dormitorio a cambiarme, por supuesto que Richard aprovechó para acompañarme,

supongo que con la secreta esperanza de encontrarse con mi hermano, pero a esa hora era difícil que lo encontrara.

Mi madre permanecio en la planta baja en sus quehaceres, y mis otros hermanos estaban estudiando,

así como mi padre trabajando, así que prácticamente teníamos todo el piso superior para nosotros solos.

Una vez en el cuarto, comencé a quitarme el uniforme, lo hacía lentamente a propósito, para que Richard me observara,

cuando quedé solo con slip, me dispuse a buscar otra ropa que ponerme,

mientras Richard pasaba su mano por algunas partes de mi cuerpo como al disimulo, me gustaba que me tocara,

pronto estábamos los dos con nuestras vergas bien paradas y duras, comenzamos a refregarnos,

el no se había quitado el uniforme, pero se había bajado un poco los pantalones,

nos tiramos sobre una de las camas a besarnos, y disfrutar de las mutuas caricias.

El dormitorio lo compartía con uno de mis hermanos: Rodrigo, justo el que nos había encontrado el día anterior en el cine.

Después de un rato, nos habíamos acomodado como para hacer un 69, yo estaba completamente desnudo, y Richard con la ropa a medio quitar, o poner, en fín.

Nuestras bocas daban enorme places a nuestros respectivos penes, nos esforzábamos por tragarlo todo, y por lamer nuestros huevos,

lamiamos desenfrenadamente, como con hambre de pija,

y cuando estábamos por corrernos, nos deteníamos unos instantes y luego comenzábamos con la afanosa tarea de lamer y lamer.

La hora pasó muy rápido, ni nos dimos cuenta del tiempo que había pasado,

lo cierto es que de repente se abre la puerta del cuarto e ingresa mi hermano, cerrándola inmediatamente,

¡¡¡Que hacen!!! Nos dijo con voz firme, grave y fuerte, como si estuviera recriminando,

un 69, le dije yo, entrecortado, sacándome de la boca la verga de Richard,

mientras éste hacia lo mismo y trataba en vano arreglarse la ropa.

¿Mirá si entra mamá? Me recriminó,

yo le contesté nunca entra a nuestro cuarto por estas horas, además debe suponer que estamos estudiando,

y enseguida le pregunté

¿Y vos que hacés acá tan temprano?.

Salí un poco antes de la facultad me contestó. Bueno, puede que tengan razón, continuó, pero por las dudas si van a hacer estas cosas por lo menos tranquen la puerta,

haciéndolo él, pero quedándose del lado de adentro.

Se le notaba una erección por debajo del pantalón, noto mi mirada y se sentó en cama, supongo que para disimular; bueno, continúen, nos dijo.

Lo intentamos, pero yo no podía hacerlo, mientras mi hermano me mirara,

no se porque pero no podía hacerlo, sin embargo Richard pasaba su lengua con fervor por mi verga,

ponía mucho esmero, y saboreaba la cabeza de mi pija, como si fuera un helado,

luego se la tragaba y engullía casi hasta el fondo de su garganta,

me parece que a propósito para que mi hermano lo vea,

sacaba mi verga de su boca, y jugaba con su lengua todo a lo largo de la misma, y con movimientos circulares parecía sacarle brillo a la cabeza de mi pija,

de pronto veo que mi compañero se levanta, sale de arriba de mi, y se dirige a la cama de mi hermano que estaba esperándolo con la verga de afuera,

arrodillado en el suelo, comienza a mamarlo, mi hermano a gemir, se baja los pantalones por completo para permitirle que le lama los testículos,

pronto quedé en un segundo plano

para Richard, ya no le interesaba, solo quería complacer a mi hermano, yo quedé impávido, mirando el espectáculo, desde mi cama.

Luego de una buena sesión de lamidas de pija y huevos, mi hermano le ordenó quitarse el pantalón y que se pusiera en 4 patas sobre la cama,

Richard lo obedeció sin chistar, dejando expuestos glúteos duros, prietos, y redonditos así como su agujero,

tranquilamente mi hermano saca un condón, se lo coloca, me mirá y me dice,

ya que te gusta chupar pijas, ahorá vení y pasale la lengua por el orto a tu amigo, así le queda bien humedo para mi,

me levanté de mi cama, me dirigí a donde estaban ellos, y comencé a pasarle la lengua por el culo a Richard,

al principio me dio un poco de asco, pero luego fui hallándole la gracia al asunto,

los gemidos y manifestaciones de placer de Richard me excitaban mucho, cada cierto tiempo mi hermano me jaloneaba del cabello apartándome del orto de mi amigo,

y se ponía el a pasarle la lengua, para luego hacerme continuar a mi.

Así estuvimos un rato.

Luego, mi hermano procedió a penetrar a Richard, su cara de placer era indescriptible,

la verga le fue entrando con cierta facilidad, yo observaba y aprendía,

noté que mi hermano era todo un experto en el tema, tenía cuidado, era delicado y al mismo tiempo firme,

se aseguraba de que gozaran de su verga, en toda su extensión,

al principio utilizaba movimientos cortos, y firmes, pero un tanto espaciados, luego comenzó a adquirir un ritmo mayor,

y cada tanto se detenía, hasta que Richard con su propio ritmo se movía hacia delante y hacia atrás, ensartándose solo en la verga,

se notaba que estaba gozando, parecía un efecto de magia, observar como una enorme verga, de un grosor muy considerable, se metía en ese hoyo tan pequeño.

Lo jinetió un rato, como si fuera un domador de potros, lo tomaba con ambas manos por las caderas, y a veces le abría las nalgas aún más,

cada tanto lo tomaba por los hombros, como para hacer más fuerza y entrara aún más la pija.

También dos por tres le propinaba una nalgada, que le dejaba los dedos marcados en la piel bien blanca de sus nalgas.

Luego lo dio vuelta, y lo hizo poner boca abajo, levantar las piernas, y colocar su cola sobre un almohadón, comenzando nuevamente con la cabalgata,

ahora comenzaba a penetrarlo más profundamente, y una vez adentro hacía como círculos con su cintura, asegurándose de que el orto de mi amigo estuviera completamente lleno con su verga.

Yo mientras tanto me masturbaba y miraba, esperando, no sé que cosa.

Después de algunos minutos, mi hermano la saca y me dice,

ya está pronto para vos, metésela vos, que quiero ver como te comés el culo de tu amigo,

y así lo hice, me coloqué un condón y comencé a hacerlo casi igual que él.

Mi hermano se sacó el codón y colocó su verga en la boca de Richard, y comenzó a cogerle la boca, mientras yo le cogía el culo,

al poco tiempo, me dice que le indique cuando vaya a eyacular,

así lo hacíamos al mismo tiempo, no demoré mucho de decirle que ya me iba.

Mientras me corría, miraba como se inundaba la boca de mi amigo con el semen de mi hermano,

por la comesura de su boca, chorreaba algunas gotas de semen, creo que tomó a Richard por sorpresa,

intentó escupir el semen pero mi hermano no lo dejó, así que se tragó gran parte del mismo.

Mientras le decía, esto por pervertir a mi hermano, puto, mientras lo jalaba de la cabeza y le hacía lamerle hasta la última gota se semen,

me indicó que me quitara el condón, y le hizo repetir el procedimiento conmigo.

Cuando se convenció de que estaba limpio, nos dejó y se dirigió al baño para ducharse,

nosotros quedamos un poco consternados, yo nunca había visto a mi hermano actuar de esa manera, y Richard nunca había sido tratado así.

Me vestí, Richard se arreglo un poco la ropa, y esperamos que terminara la ducha para pasar al baño.

Cuando salió, lo hizo envuelto en una toalla, se la quitó para comenzar a vestirse,

Richard quedó embelesado observándolo, mi hermano levantó la vista, y le dijo, no fue suficiente para ti, que seguís mirándome, puto.

Sos un maricón de mierda, como todos querés más y más, vete al baño, a limpiarte, le ordenó.

Hasta ese momento no me había fijado en el maravilloso cuerpo que tenía mi hermano, era un verdadero adonis,

a mi me parecía del montón, pero en verdad era muy bello,

y tenía un físico muy trabajado.

Cuando Richard se encerró en el baño, se dirigió a mi, y me ordenó que nunca más le fuera a chupar la pija a ese puto, señalando al baño, ni a nadie más,

si volvía a verme, se terminaba el pacto entre nosotros y le contaría todo a nuestros padres, estaba muy enojado conmigo.

Cuando Richard salió del baño, le dijo lo mismo, que si volvía a vernos haciendo algo de esto nuevamente, nos delataría, diciéndole que se fuera,

que él mismo lo acompañaría a su casa, y salieron los dos juntos.

Yo me quedé pensando, y pensando, no entendía la reacción de mi hermano, pero también compartía su opinión de que no debíamos hacerlo más con Richard,

eramos amigos desde años, y no estaba bien, todo había sido producto de una calentura,

estábamos pasados de revoluciones,

Antes de que transcurriera una hora, mi hermano estaba de vuelta en cuarto, acomodando sus papeles, y tareas para la facultad,

yo estaba también con las mías, como si nada hubiera ocurrido, no hablamos del tema.

Al otro día Richard se mantuvo distante durante toda la jornada de estudio, y así permaneció por algunas semanas,

luego poco a poco nuestra relación se fue normalizando, y todo volvía a su cauce natural, como era antes,

eso sí no hablábamos de lo sucedido, ni de sexo.

Como a los dos meses cuando estaba realizando mis tareas,

en mi cuarto, me asomo a una de las ventanas, y noto que alguien pasa rápidamente por el patio al fondo de mi casa, rumbo a la barbacoa y el garage,

pensé ¿Qué raro?

Ha esa hora era muy extraño que algunos de nosotros fuera a ese lugar de la casa, mas cuando no había ninguna reunión,

la única que frecuentaba ese lugar era la empleada, ya que junto a la barbacoa estaba su dormitorio, baño y espacio de descanso,

pero todavía era temprano, para que se retirara, y también no era día para que recibiera visitas.

Después de unos minutos, mi curiosidad era enorme, no podía concentrarme en lo que estaba haciendo, así que decidí bajar, y dirigirme a la barbacoa a ver que pasaba,

pasé por la cocina, y allí estaba mi madre con la empleada conversando, viendo televisión y haciendo sus quehaceres,

entonces salí por una puerta lateral y tomé rumbo al lugar que me había propuesto,

con sigilo, para que no me escucharan, entré por la puerta de las dependencias de servicio, que también tenían comunicación directa con la barbacoa,

y me introduje casi sin hacer ruidos, estaban todas las luces apagadas, solo entraba un resplandor desde fuera,

por medio de los vidrios, por momentos temí que fueran ladrones o algo así.

Me detuve, pensé en regresar y alertar a mi madre, pero me contuve,

continué, y de repente escucho jemidos, suspiros, provenían de la habitación continua, donde estaba el garage,

me asomo por el corredor y descubro la silueta de dos personas,

estaban apoyados sobre una ventana, desde la que se vía el ingreso de los autos desde la calle,

ambos miraban hacia fuera, uno el de adelante estaba sin ropa de la cintura para abajo,

tenía una pierna apoyada sobre el piso, y otra levantada muy alto, el pie apoyado en la pared, con su cuerpo levemente reclinado hacia delante, uno de sus brazos apoyado en la pared junto a la ventana, el otro sobre uno de sus glúteos, como abriéndolo, facilitando la separación del otro gluteo,

supongo que para dejar mas expuesto su orificio anal,

el de atrás, totalmente vestido, obvimente llevaría su bragueta abierta, con un brazo por sobre los hombros del otro, como sosteniéndose el él, y el otro brazo, por debajo de la pierna que el otro tenía levantada,

lo ayudaria a mantenerla en esa posición.

En el silencio del lugar, se podía oir claramente el movimiento de entrada y salida de la pija del culo,

así como el golpeteo de la pelvis de uno en los glúteos del otro,

el de atrás le susurraba cosas al oído del que estaba recibiendo la pija, no entendía lo que decía pero evidentemente el que estaba recibiendo lo disfrutaba,

no dejaba de decir si, si, si, dale, así, me gusta, eso, y exclamaciones por el estilo,

no me costó mucho darme cuenta que se trataba de mi hermano y de mi amigo Richard.

Permanecí oculto, detrás de una estantería de herramientas,

me excito verlos,

pronto mi verga estaba pidiendo que la jalara, y así lo hice, sin hacer ruido, para no interrumpir,

por los ruidos y movimiento parecía que la estaban pasando brutal, era evidente que lo estaban gozando con total plenitud,

era una energía contagiosa, que emanaba de ambos, pronto reconocí una frase que decía mi hermano,

ya estoy por acabar, quieres tomarte la lechita caliente, y Richard le responde si, dándose vuelta, y arrodillándose en el suelo, para colocarse la verga de mi hermano en la boca,

comenzó a sorber la pija, rítmicamente, hasta que mi hermano comenzó con exclamaciones de placer,

estaba eyaculandole en la boca,

continuo con el movimiento rítmico, sorbiendo toda la leche que salía, y después siguió por unos instantes más,

no escupió nada,

al retirarla de su boca, mi hermano le replicó

– asegúrate de que quede completamente limpia –

Richard la lamió nuevamente, después mi hermano guardó su verga y se subió la bragueta mientras Richard se colocaba el pantalón,

cuando quedó vestido, le dio el condón que había usado indicándole que lo tirara por ahí, luego que se fuera,

con cuidado mi hermano abrió una puertita empotrada en la puerta grande del garage, que se utiliza para casos de emergencias, o cuando no es necesario activar el sistema de apertura automática total,

salió mi hermano primero, Richard esperó por unos instantes.

Enseguida regresa y le dice a mi amigo, dale salí ahora, rápido que no hay nadie, te dejé la reja que da a la calle abierta, cerrala en cuanto salgas sin golpearla.

Salieron los dos.

Yo me quedé solo algunos minutos, termine de masturbarme, y me limpié con uno papeles que había por ahí.

También salí sigilosamente por donde había entrado, luego me dirigí a mi cuarto,

cuando entro, me encuentro nuevamente con mi hermano, que estaba arreglando sus cosas,

lo salude, y le pregunte como le había ido en su día, contestándome que bien, todo igual, en la rutina de siempre,

nada interesante me dijo.

Yo pensaba, así que entonces ellos siguen viéndose y me dejaron fuera,

evidentemente no querían decirme, me sentí un poco dolido, pues Richard era mi amigo, y con mi hermano yo pensaba que tenía una relación de mucha confianza, el sabía casi todo de mi.

Al día siguiente me siguió rondando el asunto por la cabeza, así que decidí disimular, y hacer de cuenta que no sabía nada,

durante el día, me acondicioné un lugar en el garage, para que no se notara mi presencia,

entre los estantes de herramientas y cosas viejas, me llevé unos binoculares, que mi padre utilizaba para cazar o cosas así,

con la fantasía de observar todo mejor, y presté atención.

Más bien monté guardia, para ver si los pescaba nuevamente.

Efectivamente la estrategia dio resultado, pude descubrir que sistemáticamente tres veces por semana Richard visitaba mi casa en un absoluto secreto, y mantenían relaciones en el garage, casi siempre alrededor del mismo horario,

claro sabían que difícilmente alguien de nuestra casa fuera a ese lugar, pero por las dudas lo hacían siempre cerca de la ventana, para poder observar si alguien venía desde el frente,

lo que no imaginaban que yo estaba observándolos justo detrás de ellos, y ahora gracias a los binoculares con absoluto detalle podía ver lo que pasaba, y también disfrutaba de unas sesiones de masturbación increíble.

Nunca le dije nada a mi hermano Rodrigo, tampoco a Richard, pero hasta ahora me siento como traicionado,

me hubiera gustado que me lo hayan contado, si no querían que yo participara, me hubiera parecido bien, pero no lo hicieron,

ellos tampoco nunca me dijeron nada,

durante el correr del año, Richard cada vez se fue distanciando más de mí, a veces lo veía por casa, y venia a ver a mi hermano, como un amigo, hasta se reunía con los otros amigos de mi hermano, a jugar a las cartas, al pool, y otro juego de mesa,

incluso salía a bailar con ellos, mi hermano no volvió a invitarme a salir con él y sus amigos, evidentemente no quería que formara parte de ese grupo.

Eso me dolió, durante meses me dedique a observar, como si fuera un extraño,

sus asados, y reuniones desde la ventana de mi habitación o desde algún otro lugar, no me integraba.

Aunque indirectamente también formaba parte de esa relación, pues durante casi 5 meses mi única experiencia sexual fue la masturbación, y muchas de ellas mientras observaba secretamente como Rodrigo lo pasaba muy bien con Richard.

Me causaba gracia cuando los veía a ambos a los besos y abrazos con chicas, y alardeando de lo machotes que eran,

y se mostraban frente a sus amigos, y a mi mismo, como unos galanes, que tenía a las chicas que quisieran a sus pies.

Era verdad, que muchas chicas estaban fascinadas con ellos, pues eran bellos, pero yo conocía su secreto, claro que tampoco lo iba a difundir.

Hoy en día mi hermano ya no vive más con mi familia,

se independizó,

tiene un apartamento de soltero, que yo no conozco, pero estoy seguro que mi amigo Richard lo debe conocer muy bien,

de todos modos, a mi hermano lo quiero mucho, y a Richard lo considero una buena persona,

solo que ellos me ven a mi como un peligro para su relación secreta, y supongo que es por eso que me mantienen excluido.

No importa, algún día nos reiremos juntos de esta situación.

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