MI PRIMER GANG BANG
Recién había cumplido 23 años y llevaba casi un año de ser asiduo a los saunas. Ya me había tomado confianza y en uno de ellos me sentía bastante cómodo, andaba por el lugar hasta con desparpajo!!
La sala del sauna era amplia y tenía unas bancas grandes que permitían tumbarse en ellas con comodidad. En el bar, mientras tomaba una cerveza, un chico me saludo y me pareció muy guapo; de hecho, muy bonito: su rostro blanco resaltaba entre su pelo muy negro y ondulado. Le respondí con amabilidad y algo de coquetería y hablamos unos minutos.
Le dije que sentía frío (Bogotá nunca nos deja mal con eso) y me despedí diciendo que iba a la sala del sauna. Me tendí bocabajo en una de las bancas y no habían pasado dos minutos cuando noté, en medio de la oscuridad, su silueta entrando. Él entro y se sentó muy cerca a mis pies.
Al poco rato empezó a pasar su mano por mis pies y tomaba mis tobillos con algo de fuerza. Entraron un par de personas más pero no se cortó y siguió acariciando mis piernas, esta vez un poco más arriba.
Luego se paro al lado y semejó hacerme un masaje. Sus manos pasaban por sobre mis nalgas y me apretaba con fuerza hasta que dejó deslizar sus dedos y noté que había humedecido uno de ellos y empezaba a introducirlo. Yo estaba muyyy caliente; levante mi cuerpo para facilitarle la tarea y él decidió poner su pene en mi boca. No dude ni un segundo. Mientras yo se lo chupaba él metía sus dedos en mi culo y yo ya casi rogaba para que me penetrara.
En eso, entró alguien más pero no dejamos de hacer lo nuestro. Este último se hizo muy cerca para mirar lo que estaba ocurriendo. Mi chico decidió entonces recostarse sobre mí y empezó a penetrarme. No le costó mucho porque yo había dilatado bastante con su masaje de dedos húmedos. Disfruté muchísimo su verga dentro; se tendía sobre mí y me besaba el cuello mientras entraba con fuerza.
Fue en ese momento que noté que el chico que se había parado cerca para mirar, empezó a acariciarme la cabeza y a tocarme los oídos, sentí placer y se lo permití. A los segundos, mientras seguía sintiendo como me penetraban con fuerza, el segundo chico puso su pene en mi boca. Eso nos puso a los tres muy calientes. Así estuvimos unos minutos y luego sentí que me dejaban de penetrar. Sólo que al instante noté que me agarraban distinto y supe que el segundo chico intentaba meter su pene. Ya se lo había chupado y sabía que era algo más grueso que el primero, pero no fue inconveniente… me lo metió mientras decía “qué culo tan rico…” y me halaba el pelo con fuerza.
Supongo que eso animó a los demás que estaban en la sala y en cuestión de poco tiempo sentí más manos sobre mi cuerpo. Otra verga en mi boca y otra en mi cara. El chico de la barra se había hecho cerca y pude tomarle la verga para masturbarlo mientras todo sucedía con una lujuria que no había vivido antes.
Alguien movió el regulador de luz y pude verlos a todos. Un tercer tipo me pidió ponerme de espaldas y apenas hacerlo me levantó las piernas, me tomó por lo tobillos y me clavó sin contemplaciones. Era algo mayor y le sobraba la experiencia. Me levantaba las piernas, me ponía de lado, me masturbaba mientras me penetraba… el primer chico decidió que volvía a ser su momento y así, frente a frente, volvió a meterlo. Me encantó. Su fina cara me ponía más caliente aún.
Perdí el control. Sentía penes por mi cara y entre mi boca, manos que me tocaban y masturbaban. Chicos que se turnaban para penetrarme o para chuparme el culo con desenfreno. Quise entonces volver a sentir al chico de la barra. Lo tome de la mano y le hice saber que quería que lo metiera de nuevo. Lo hizo y un momento después sentí que le venía un orgasmo; eso me alteró mucho más y al sentir un empujón tibio yo también me vine. Un par de chicos se masturbaron y los vi eyacular sobre nosotros.
Fue mi primer gang bang y aunque he tenido otros, recuerdo este de manera especial. Quizás porque no pensé que fuera a suceder.
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