Mi primito, el hijo de mi prima
Era otro verano y no tenia con quien ir a acampar al río como lo hago todos los años, entonces decidí invitar al hijo de mi prima de 16 años si quería acompañarme.
Gustoso acepto, armamos todos los pertrechos y partimos hacia el campamento a orillas del río.
Luego de terminar de armar la carpa e instalar los colchones inflables, nos fuimos a cenar porque ya era tarde.
Terminamos de cenar y decidimos ir a darnos un baño al río, hacia calor y la noche estaba clara. Luego de nadar un rato y refrescarnos volvimos al campamento. Como estabamos cansados nos fuimos enseguida a dormir.
Nuestros pantalones de baño estaban aun mojados así que nos los quitamos y nos metimos desnudos a la carpa cada uno en su colchón. Luego de hablar tonteras por un rato nos dormimos, tapados solo con un fina sabana.
A la madrugada me despierto y por la claridad que se filtraba por la tela de la carpa podía ver perfectamente la silueta de mi primo, se veía un enorme bulto donde estaba su pene, mi primo estaba empalmadisimo!!!
Eso me calentó muchisimo y me empalme tambien enseguida. Me coloque de costado dispuesto a hacerme un buena paja mirando la pija dura de mi primo.
Me comencé a pajear suavemente, pero mi calentura era tan grande que no aguante y decidí correr la sabana para verlo mejor. Muy despacio fui corriendo la sabana para que mi primo no se despertara, hasta que logré quitarla del todo.
Un enorme y grueso pedazo de carne estaba antes mis ojos y muy cerca de mi cara… No aguante mas y acerqué mi boca esa cabeza roja y caliente, le di unos leves lengüetazos y despues apoye mis labios.
Como mi primo ni se movia me animé a mas… Abrí mi boca y de a poco me fui tragando todo ese hermoso pedazo de carne lujuriosa!!
Comence a tragarmelo lentamente y de reojo miraba la reacción de mi primo… Creo que para esa altura ya estaria despierto pero se dejaba hacer. Se la mame dulcemente durante un buen rato tragandomela toda, o de a ratos me entretenía solo con su roja cabezota.
Luego deslizando mi lengua por todo el largo de su delicicosa verga, llegue hasta sus enormes y velludos huevos. Se los comencé a lamer, primero uno, luego el otro y tratando de meterme los dos en la boca, cosa que no pude lograr porque eran muy grandes.
Despacio fui bajando hasta su rajita, buscandole el ano. Cuando logre pasar mi lengua por el borde de su rico agujerito hizo una expresión de placer que medio me paralizo, pero solo por un instante, pues estaba demasiado caliente.
Continue lamiendo su rica cola por un rato y luego volví a su deliciosa pija, con mi mano lo empece a masturbar, haciendo lo mismo con mi verga con la otra mano.
Cuando estuve por acabar note que sus huevos se hinchaban, se ponian duros, signo de que iba a eyacular. Apure el movimiento de mis manos, haciendo que en un instante largara toda su leche dentro de mi boca y yo le acabara entre sus nalgas. El dejo sonar un leve suspiro de placer, pero no abrió sus ojos.
Mas calmado me acosté nuevamente en mi colchón, lo tape con su sabana, y me dormí.
Al otro día cuando los fuerte rayos de sol nos despertaron, le pregunté:
– Primo, como has pasado tu primera noche de campamento?
– Genial!- dijo – tuve un sueño muy exitante que me encantaría repetir esta noche…
El sueño se le repitió todas las noches de esa semana.
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