Les contaré lo que ha pasado conmigo. Yo soy un chico de 20 años, delgado, con buenas piernas gracias a mis mañanas corriendo en el parque, sin mucho vello, de piel morena clara y con un pene de 16 bastante grueso. Mi tío es el hermano mayor de mi padre, tiene 43 años, es un oso hecho y derecho jajaja debe medir 1.90 aproximadamente, bien fornido y fuerte, con piernas y trasero grandes y duros, brazotes bien trabajados, espalda ancha, unos pectorales grandes y una pancita un tanto grande pero que al tener un cuerpo así solo termina por gustar.

Todo el cuerpo tiene una fina capa de vello aunque en su pecho, axilas, pubis, y piernas es más denso. Usa una barba de 3 días siempre, tiene unos ojos color miel bien bonitos que adorna con unas pestañas largas y rizadas y de piel blanca. Yo vivo con él en Guadalajara, Jalisco, México.

Mi tío se divorció de su ex mujer hace 1 año cuando se dio cuenta que ella mantenía otra relación con un ex novio de la misma… Al poco tiempo su único hijo también lo dejó para irse a estudiar a Francia y terminar su carrera. Y yo llegué a su casa hace aproximadamente 3 meses para empezar mi universidad, estudio en el cuaad y pues al ser foráneo busque un lugar donde quedarme y tenía la casa de mi tío o la de mis abuelos, pero quise irme con mi tío por varias razones; sus piernas, sus brazos, ese pecho lleno de vellos que en las reuniones familiares siempre le veía, ese paquete rico que tanto se le llegaba a marcar y esos ojos alegres…

Pero el chiste es que han sido los meses más excitantes y bellos de toda mi vida, mi tío parece un amigo más, aunque a veces también me protege y aconseja, amo despertar y bajar a desayunar y encontrármelo en boxers sin camisa, o espiarlo mientras se baña, ver como la espuma y jabón recorren su cuerpo mojado. Hoy es viernes, y mi tío salió con sus amigos de trabajo, supongo que a tomar… Yo al estar solo me quede en boxers y me puse a ver una peli. Ya pasaba de la 1 de la mañana cuando me despertó el sonido del auto de mi tío, espere un par de minutos y lo veo entrar con la ropa un poco desarreglada, luce borracho y con dificultades llega a la sala y se tiende a mi lado en el sillón.

-Alex, porque tu tía es tan puta? -me dice mientras se acomoda mejor y desprende de su playera quedando con el torso al descubierto.

-tío se te pasaron las cervezas verdad? -le digo mientras lo tomo del hombro

-eso no importa, esa cabrona me judío la vida… Sabías que cuando la encontré en este mismo sillón montando al perro de Joaquín todavía se atrevió a decirme que él era más hombre que yo? -me dijo en medio de un llanto que parecía muy sentido.

-ya tío, tranquilo, tu eres un buen hombre, cualquier mujer quisiera estar a tu lado…

-ya no quiero más mujeres!

-bueno pues entonces chicos! Jajaja -bromee aunque en el fondo deseaba con todas mis fuerzas alguna posibilidad.

Mi tío me volteo a ver y esbozando una sonrisa pícara me respondió

– tu quisieras verdad? Eres jotito! Si bien eh notado como me miras!… Es que yo no sé porque Laura me engaño… Si hasta tu babeas por esta verga y este cuerpo!

Yo de solo escucharlo me quede sorprendido y lleno de vergüenza… Estuve a punto de irme a mi cuarto pero el mismo me abrazo más fuerte de los hombros y susurro

– no te vayas Alex… Sea como sea te voy a querer siempre, eres otro hijo para mí y te amo como sea jejeje, solo ya no me mires el pene como si quisieras comértelo a mordidas…

Yo casi exploto por todo lo que decía el tío Rafael, pero termine por tranquilizarme, de seguro mañana ni recordaría tanta tontería. Mi tío empezó a quedarse dormido aún conmigo bajo su brazo y yo me relaje y también empecé a dormir…

Como a las 2 horas me despertó un ronquido. Yo estaba durmiendo sobre el pecho de mi tío, mi boca estaba tocando su pezón derecho y mi mejilla descansaba sobre esa fina pero abundante capa de vello que tenía en su pectoral bastante trabajado. A mi se me antojo tanto mamar de su grande y rosadito pezón, besarle cada parte de su cuerpo descubierto, babearle todo el pecho y que su vello se viera mojadito, bajar por esa pancita rica, seguir el caminito de oscuros pelitos y terminar ahogándome en esa verga que yo adivinaba deliciosa. Y entonces a la mitad de toda esta fantasía y excitación me anime a acariciarlo, comencé por su cuello, recorrí su crecida barba, toque con mis dedos sus rositas labios que se me antojaba tanto morder, mi mano bajó a sus hombros, su pecho, y así…

Hasta que ya estaba al borde de su pantalón de vestir, maldito pantalón le quedaba un poco justo y le marcaba unos tamaños bastante alentadores. Cuando comprobé que mi tío seguía bien dormido fue que acomode mi mano abarcando todo su paquete, poco a poco lo fui presionando y manipulando, era la cosa más rica que sentía mi mano, suave y cálida como nada en este mundo.

Y yo no supe cómo no se despertó pero a los 10 minutos ya estaba mi tío con el pantalón desabrochado y el bóxer negro que ya le marcaba un tremendo pene semi erecto a punto de bajarse también, con cuidado estuve bajándolo poco a poco siempre observando la respiración de mi rafa aunque la mía era un huracán que ya se me salía del pecho. Y ahí estaba, de entre un bosquecito bastante bien recortado descansaba una verga de lo más apetitosa, morena, de glande rosado, con un lunar a la mitad del tronco jajaja gruesa y de un largo que sin haber alcanzado la dureza máxima ya era de unos 17 cm.

Era un sueño estar con la cabeza a escasos 10 cm de ella, su olor un tanto a sudor, un poco a orín pero más allá de eso una esencia a hombre, a huevos sudados de todo un día ajetreado me tenían hipnotizados. Y fue por esta misma hipnotización que nunca lo pensé dos veces, no recordé que el macho que yacía en el sillón conmigo era hermano de mi papi, solo podía pensar que ese trozo de carne tan bien proporcionado se veía un poco seco, así que me baje del sillón, gateando me coloque entre las piernas abiertas de mi macho y mirándolo a esa carita apoyada en el respaldo, con la boca un poco abierta y los ojitos bien cerrados comencé a besar la rica cabecita de ese pene. Lo tomé con las dos manos y apretándolo un poco me metí a la boca todo el glande, maldita verga era tan grande y gruesa que me costaba no rozar mis dientes contra la piel la dicha.

Y así estuve un rato, le besaba el tronco, le pasaba la lengua, le sorbía el glande, jugué un rato con mi verga favorita de entre todas las del mundo, hasta que baje a sus testículos. Igual bien llenos de vello y de un color más oscuro que el de todo su cuerpo, tenía dos huevos bien grandes y turgentes, fueron mi delirio, lamí todo rincón que se me atravesaba hasta casi llegar a su anito. Pero ahí fue cuando volví al principio y tomando la verga de mi tío, que ya estaba bien dura, admirando los 20 cm de pura carne, la proporción perfecta de una verga circunsisa con un glande y tronco de tamaño perfecto.

La comencé a comer como si no hubiera un mañana. Yo estaba perdido, no pensaba en mi, ni en que el pequeño ronquido que mi tío había estado emitiendo ya no lo hacía más, nunca levante la vista; solo me enfoque en darme gusto y comer hasta hartar, cuando intentaba metérmela entera me faltaban un par de centímetros, pero yo seguía intentando, también juntaba mi boca y mi mano para hacer un vaivén, parecía que me estaba cogiendo yo sólito en la verga de mi tío.

Y así seguí por unos minutos más, cada vez sentía más el sabor de sus jugos, su delicioso pero rico precum, pero en eso empecé a sentir como se hacía más dura estando en mi boca, como sus huevos se recogían un poco y una mano me tomaba con fuerza de la nuca y marcaba una follada bucal de lo más bestia. Y ahí fue que recordé donde estaba y con quien estaba pero ya era muy tarde, 10 segundos después escuche al hombre postrado sin camisa y con el pantalón a las rodillas gemir, parecían rugidos roncos. Y al tiempo en mi boca unos chorros bien fuertes y abundantes de leche, sentí que orinaba por la cantidad que expulsaba, fue tanto el semen que además del que trague, y el que me llenó la boca, mucho termino rodando por la comisura de mis labios que todavía tenían el bello glande de mi macho.

Y entonces, aún con la respiración a tope, la casa se quedó totalmente en silencio, y yo caí en cuenta de todo lo que había hecho, poco a poco saqué y dejé descansando esa verga que ya había hecho su parte, termino bien roja e hinchada, pero yo no podía moverme, no me atrevía a levantar la mirada y toparme con la suya, no sabía cómo remediar lo que acababa de hacer, aunque el también ayudó. Y en eso solo vi como mi tío se acostaba en el sillón, recogió sus piernas y acomodándose en el mueble me terminó dando la espalda. Ahí fue cuando casi corro a mi cuarto, llegué y cerré con seguro la puerta, y caí lentamente en el suelo todavía impactado, le había hecho la mejor mamada que he dado al hermano mayor de mi padre, al hombre con el que eh vivido solo durante los últimos meses.

Después de como 10 minutos me pare y pensé lo mejor, quizá mi tío ni recordaría nada de todo esto, y si lo hacía pensara que solo fue un sueño, así que yo debía actuar como tal, como si yo nunca le hubiera hecho eso. Abrí mi closet y me quite el bóxer, y ahí me di cuenta de mi pene, me había corrido sin tocarme! Todo el bóxer estaba mojado y mi verga todavía un tanto hinchada se encontraba con restos de una buena corrida por todos lados. Y ahí recordé todavía algo mejor, dirigí mis dedos a mi barbilla y toque todavía el semen de mi tío, en que no había podido tragarme, y de manera glotona me llevé mis dedos empapados en su semen a la boca, que sabor más rico por cierto, se notaba que el tío Rafael no había descargado en bastantes días ya que la consistencia casi parecía gelatina. Era un poco amarga pero de lo más dulce y rica…

Termine de comer y ya por fin me puse mi pijama, me acosté en mi cama y traté de dormir, pero por más que lo intente nunca pude, solo pensaba en eso, y en los fuertes ronquidos que lanzaba mi macho desde la sala… El hermano de mi padre, mi sangre y ahora también mi hombre aunque él no lo quisiera…

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