perdiendo mi virginidad con un maduro
Yo soy un chavo mexicano, tengo 21 anos. Vivo desde hace 3 años en Texas, EUA.
Soy moreno de ojos café, estatura normal. No tengo un cuerpazo, pero la verdad no estoy mal, ( dicen que mi mejor atributo es mi trasero).
Tengo cara de niño bueno, aunque la verdad solo aparento serlo, puesto que no soy para nada bueno.ja, ja, ja.
En fin. A finales de marzo recibí un email de okcupid una página web para encontrar romance y esas cosas. El mensaje era de un hombre 27 años mayor que yo,
a mi siempre me han gustado maduritos y pues la verdad mi fantasía era que un maduro me tomara y me hiciera suyo. El email decía que si estaba interesado en alguien mayor que yo,
conteste el mensaje diciéndole que sí me interesaba.
Así empezamos a mandarnos mensajes todo el tiempo. Como a los cuatro días le dije que quería chatear con él para así vernos por la cámara web.
Chateábamos todos los días en la noche. Nos mandábamos mensajes a todas horas. Varias veces me regañaron en el trabajo y en la escuela por estar con el cel.
Nos platicábamos todo. él me contaba de su día, de su hija de 10 años que vivía con él, de su trabajo, de que tenía problemas con su exesposa.
Yo le contaba todo lo que hacía.
Me hacia sonreír cada vez que me decía sexy. Me hacia sentir que era lo máximo. Yo por mi parte le decía handsome (guapo).
Siempre me pedía que saliera con él en una cita, pero yo la verdad aún no confiaba en él para salir. Así pasaron 3 semanas hasta que acepte a ir con él.
Nos quedamos de ver en una gasolinera. él llego muy puntual en su Nitro 2010, me subí y me preguntó a donde quería ir, yo le dije que quería que me enseñara a jugar billar.
Y nos fuimos a su casa. Jugamos por una hora hasta que me rendí, soy demasiado malo en el billar.
Pero él se dejó ganar una vez. Ese día solo platicamos. Yo estaba supernervioso. Y ya a la hora de irme le quería dar mi primer beso gay, pero no me atreví.
Al llegar a mi casa lo primero que hice fue mandarle un texto diciéndole que me la había pasado muy bien con él, y que me moría por besarlo.
Él me dijo que también quería besarme, pero que no lo hizo para que no pensara mal de él. Me preguntó que era lo que quería hacer en la siguiente cita.
Yo le respondí que quería morderlo y lamberlo todito.
Paso esa semanada como siempre con nuestros videochats. Hasta que me invito a una segunda cita. Me quería llevar a almorzar a un restaurante muy elegante.
Así que esa mañana me levante y me bañe. Procurando lavar todas mis partes por si se daba algo. Y pues ya cuando llego por mí le dije que si mejor agarrábamos algo para almorzar y nos íbamos a su casa ahí más tranquilos.
Él aceptó. Y platicamos de sus vacaciones mientras almorzábamos.
Cuando terminamos de almorzar, él se levantó y puso música country.
Yo estaba sentado en una de esas sillas altas y se me acercó poniéndose entre mis piernas, me empezó a tocar y me puso su mano en mi cara y me dijo que quería besarme.
Yo estaba a mil, tenía nervios y no sabía qué decir. Acercó su cara, mi cara y me empezó a besar. Yo le dije que no sabía besar y él me dijo que lo estaba haciendo muy bien.
Casi me quería comer, me metía su lengua a mi boca y a la de él.
Me besaba como si fuera todo para él. Sabía a cigarro con menta, un sabor que me gusto mucho y aún lo siento en la boca.
Después de estar besándome por unos muy largos minutos me dio la mano y me dijo que quería mostrarme su cama. Yo con gusto lo seguí.
Me aventó a la cama y se subió arriba de mí, besándome como loco, mordiéndome la oreja. Me empezó a quitar la camisa y yo él y me lamía las tetillas. En ningún momento dejo de besarme.
Me sobaba el pene por arriba del pantalón, hasta que me lo quito y se volvió a poner arriba de mí. Me tenía ahí debajo del, completamente desnudó, completamente para él.
Me decía cosas muy bellas. Me decía lo sexy que era y que quería que fuera de él. Se levantó de la cama y se quitó su pantalón y no llevaba ropa interior, me beso una vez más y dijo que iba por un condón y lubricante. Yo me quede ahí tumbado en su cama,
desnudo, sonriendo, porque por fin un hombre me iba a poseer.
El regreso y me beso de nuevo, yo le dije que lo quería probar y me subí arriba de él y empecé a lamerlo de la cabeza hasta los pies y me detuve en su pene a chuparlo.
Fue algo maravilloso probarlo por primera vez. Después él empezó a lubricarme mi ano,
metiendo un dedo, posteriormente dos y luego tres, él estaba jodiendo con sus dedos y yo sentía que estaba en las nubes. Me dijo que desde que me vio en la primera cita quería que fuera de él.
El dolor empezó cuando cambio sus dedos por su pene, metiéndolo despacio, pero aún hacía dolía, puesto que yo era virgen.
Lo metió todo y yo lo sentía haciéndose paso dentro de mí, me excitaba saber que estaba siendo penetrado por un hombre maduro.
Él empezó a meterlo y sacarlo. Estábamos en la posición del misionero, así que también me seguía besando, me encienda más cuando me mordía el cuello.
Yo a él lo besaba también y estaba gritando como loco por el placer que este magnífico hombre me estaba dando.
Después de un buen rato le dije que quería montarlo, así se acostó en la cama y yo me senté en su pene empezando a cabalgar ese pene que me tenía en la gloria.
Mientras lo cabalgaba, él seguía empujándose dentro de mí. Yo lo besaba y lo mordía en la cara. Nunca podre olvidar su mirada mientras hacíamos el amor.
Sentía un placer que nunca había sentido antes, después sin salirse de mí me dio la vuelta y quede de ladino y él continuaba metiéndomelo.
Ya no aguantaba con la sensación caliente que sentía viniendo de mí y me vine en mi pecho. Él me besó otra vez y salió de mí, quitándose el condón y corriéndose en mi estómago también.
Me beso nuevamente y fue a tirar el condón. Cuando regreso me tomo la mano y me metió en su ducha con él. él me lavo y me daba besos en todo mi cuerpo.
Al terminar me dio un lago y apasionado beso en su camioneta antes de eprenderla y llevarme a mi casa.
Nunca olvidaré ese sábado…
el sábado que perdí mi virginidad con Jesé. El hombre que me robo el corazón.
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