Noche de Invierno:
Fue una noche cualquiera, fría como era de esperar, no podía dormir, hasta que mi hermanastro Roberto, me pregunto si podía acostarse conmigo, lo que acepte gustoso ya que el calor de otro cuerpo ayudaría a hacer soportable el frío.
en un corto rato yo dormía, no se cuanto rato mas tarde desperté, claro que sin los pantalones de pijama.
Roberto al sentirme despierto sugirió que me quitara la chaqueta lo que hice de inmediato dándole a Roberto la oportunidad de cubrir mi cuerpo con el suyo, ambos totalmente desnudos, el siendo mas grande me cubría fácilmente, que delicia, la cama ya caliente era tiempo de dedicarnos a cosas mas gratificantes.
Roberto empezó por irse a los pies de la cama y dedicarse a chupar mis dedos, lentamente subiendo poco a poco hasta llegar a mis nalgas a las cuales les dedico mucha atención, hasta que llego el momento de iniciar lo que ahora se que se llama beso negro.
(Roberto con sus 15 años era un experto, por mi parte con 10 o 12 años era un dedicado alumno) Que gusto el recibir besitos a lo largo de la columna hasta llegar al cuello, las orejas siendo chupadas suavemente creando una cosquilla suave que hacia erizar todo el pelo, esto hizo llegar la calentura a un nivel nunca llegado antes, tanto que al poner Roberto su verga entre mis nalgas me corrí de inmediato, teniendo espasmos de puro placer.
Roberto me dejo descansar y relajar por un largo rato por que yo tenia todo el cuerpo sensible, y un poco de estimulo producía dolor.
Después de un largo rato Roberto empezó a frotar su verga suavemente por la vecindad de mi ano, este aceptando el toqueteo el que pronto progreso a un nuevo calentamiento hasta que fui penetrado con todo lo que el tenia, esa noche fue la mas larga sesión de sexo, no recuerdo cuantas veces acabamos como activos y o pasivos