Atendiendo a mi cuñado 2 de 2 Dos día más tarde recibí la llamada de Adolfo, seguíamos igual, con lo fácil que hubiera sido tomar un café juntos o haber desayunado antes de entrar a nuestro trabajo. -¿Quedamos para comer? Así de breve fue aunque con el tono suave. -Pues claro, iba a llamarte ya […]
 
 
                         
         
         
         
         
         
         
         
         
        