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Cobrando encontré el placer

Esto me sucedió en mi ciudad Lima, estaba yo trabajando de cobranza domicilios, era un trabajo súper agotador había que recorrer varios lugares a pie y en pleno verano limeño.

Un día pude lograr mi cuota de cobro bastante temprano, era media mañana así que decidí ir a cobrar la última cuota a un cliente que era el mejor y más amistoso,

Adrián, él era dueño de una ferretería y siempre era puntual en sus pagos. Así que sin más me dirigí a hacer esa última visita.

Cuando llegue lo encontré tomando unas cervezas con dos personas más ambos varones, luego supe que eran proveedores.

-Habla Sergio -me dijo– vienes por el último dolor jajaja.

-Así es amigo hoy ya es la última vez que me veras, jajaja

Y dándome la mano me dijo “toma acá está la plata” me alcanzó el dinero, “bien Adrián” le dije.

-Pero oye Sergio tomate unos vasos para el calor. Anda.

-Vamos pues – le contesté.

Y así empezamos los cuatro a tomar cerveza una tras otra, pedimos piqueos en base a pescado y nos empilamos más.

Así que cada que yo iba al baño al fondo del local podía ver el cuarto donde dormía Adrián: una cama algo revuelta, un televisor grande y algunos muebles y eso sí ropa por varios sitios.

En un momento vi la hora, eran casi las 4 así que llame a mi base para decir que iba a demorar, entonces me dieron una súper noticia:

era cumpleaños del gerente y en la central se habían ido a celebrar y no había necesidad de regresar.

En eso los dos proveedores se despidieron “nos vamos por acá por la Av. Arica hay un punto con buenas hembras jajaja” y se despidieron dejándonos a Adrián y a mi con 3 botellas llenas aún.

-Sabes que –me dijo- voy a cerrar y vamos adentro a seguirla

-Perfecto, le dije

Así que pasamos a su habitación, él se acostó y encendió la TV y comenzó una película porno que él ya había estado viendo, yo no me hice problema así que me senté a su lado, en eso Adrián se quitó el polo y solo se quedó con los shorts “pucha que calor”

-Si mucho, le dije y también me quite el polo.

Así estuvimos un buen rato hasta que me dio ganas de orinar, fui al baño y al volver vi a Adrián masturbándose,

no supe que hacer pero igual volví a mi lugar, entonces sentí su mano en mi pecho pellizcando mis pezones, una corriente me recorrió no proteste no nada solo comencé a menearme y sentir un placer desconocido,

en eso sus labios reemplazaron sus manos comenzó a besar y lamer mi pecho y eso me puso súper cachondo, él estaba sobre mi, comenzó a bajar por mi vientre y bajo mis pantalones y trusa entonces mi pene salió disparado erecto,

Adrián entonces se lo metió a la boca y empezó una mamada increíble, yo solo me retorcía de placer entregado a esas nuevas sensaciones.

Entonces Adrián dejo de chupar mi pene y me quito del todo los pantalones y demás dejándome desnudo, me dio la vuelta y sin que yo diga nada metió su boca en medio de mi culo.

Uffff fue una sensación increíble de placer sentir sus labios y lengua en mi esfínter me hizo dar pequeños saltos y gemidos, mientras hacía eso Adrián me acariciaba las piernas y las nalgas.

Se detuvo y se acostó a mi lado, al mirarlo pude interpretar que quería… Vi su pene magnífico erecto y brilloso, así que sin más me dispuse, lo tome con una mano y acerque mi boca en la cual lo meto y por primera vez supe lo que era chupar el pene de otro hombre,

y se me dio tan natural, que lo hice al nivel que Adrián me acariciaba el cabello y gemía y bufaba de placer.

Desatados como estábamos no perdí tiempo saboreé y chupe su pene cuanto pude, entonces lo puse boca abajo y abrí sus nalgas y me sumergí en medio y con mi lengua y labios poseía a Adrián que solo gemía y daba pequeños gritos, mientras decía “si… papito… si”,

creo que disfrute su culo con mi boca unos 15 o 20 minutos, entonces me atreví: me coloque sobre él y lo vi mirarme y morder la almohada,

abrí sus nalgas y puse la cabeza de mi pene en la entrada y comencé a empujar poco a poco, el hacía gestos mezcla de dolor y placer, cuando poco a poco pude meterme entero quedé completamente sobre el así que mientras su culo se adecuaba a mi pene, besaba su cuello y oídos, gimiendo y susurrando cuánto me gustaba lo que estaba pasando.

“Sii… por favor muévete papito” me dijo y entonces nos comenzamos a contonear con un dale y dale lleno de sudor gritos y gemidos y palabras fuertes de deseo: “Si papito dame más”, “ay Adrián que rico estás”, “Sergio aún nos falta más”.

Estuvimos así enlazados un rato que no puedo calcular, hasta que sentí que tenía que dejarlo todo, y comencé a bombear con más fuerza,

Adrián lo noto y comenzó a gemir más intensamente “eso papacito ven déjame lleno de ti” fue un momento interminable hasta que reventé chorros de semen en su culo,

fue una descarga fenomenal producto de la abstinencia y la excitación.

Caí rendido sobre su espalda… salí, y me acosté a su lado…

Extasiado, pero aún faltaba algo, Adrián me tomo la cara y me besó con una pasión que sentí como llegaba la excitación de nuevo,

me besaba y sus manos apretaban mi culo o pellizcando mis pezones, eso me hizo entregarme a plenitud: “hazme tuyo se mi hombre” le dije.

Adrián me siguió besando los pezones y coloco una almohada bajo mi cadera entonces alzó mis piernas en sus hombros y su mano derecha puso su pene en la entrada de mi culo ya palpitante y deseoso, mientras su otra mano acariciaba mi pecho.

No tardó en empujar dentro de mi, al principio el dolor fue intenso pero el reciente orgasmo me había dejado dispuesto y solo lo mire a los ojos y le dije: “dale amor hazlo de una” Adrián obedeció y empujó con gusto y fuerza, pegue un grito pero él siguió,

solo espero un instante a qué me acomode a su pene y comenzó a bombear en mi, podía verlo hacerme suyo… por momentos se inclinaba y me besaba o chupaba los pezones… uffff que y cuánto placer.

Cuándo no sé cómo me escuche dando gemidos y gritos de placer intenso pidiendo más y más y los “no pares” eran intensos. Adrián me hizo suyo me desvirgó y poseyó como quiso,

bombeo y se movió dentro de mi una media hora, me puso en perrito y de nuevo piernas al hombro.

Hasta que su cara cambio y comenzó a ser más intenso y fuerte, supe lo que venía y lo tome de las manos para empujarlo más dentro de mi… aahhhh y tuvimos un orgasmo mutuo ambos nos vinimos chorreando semen, el en mi y yo en mi abdomen.

Caímos, nos besamos y nos dormimos. Al despertar nos seguimos besando hasta que fuimos a la ducha a besarnos y lavarnos. El me abrazo por la espalda: “te extrañaré, hoy fue el último pagó”, “no lo sé… nunca se sabe” le contesté. Con un beso me despedí, eran casi las 11 cuando salí.

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