Con Esteban el tío de Carlos y papá de Lalo 6to relato - citasgay.org

Con Esteban el tío de Carlos y papá de Lalo 6to relato

Hola, que tal les voy a contar cuando lo hice “con Esteban el tío de Carlos y papá de Lalo”, fue la primera vez que alguien me cogió tan fuerte que me hizo llorar pero después me gustó mucho.


Esto sucedió en la mañana, yo me levanté muy tarde de nuevo pues Lalo me dio una buena cogida en la noche, nos dormimos bien la noche por eso fui el último en levantarme, acomodé la cama y bajé a buscar a los demás, en la cocina estaba Don Esteban el papá de Lalo lavando los platos y vasos pues ya habían desayunado.


Esteban—buenos días hijo, hasta que despertaste.


Yo —buenos días Don Esteban. Lo que pasa es que no podía dormir porque sentía mucho calor.
Esteban—hijo, aquí hace mucho calor también en la noche, siéntate ahorita te sirvo el desayuno, nosotros ya desayunamos—nos dijo mi hijo. Lalo que tú estabas bien dormido por eso no te fuimos a ver para que bajaras a desayunar.


Yo —si está bien Don Esteban, y los demás donde están.


Esteban —fueron al pueblo a comprar, me quedé yo porque tú seguías durmiendo y no quisimos dejarte solo en la casa.


Yo —lo siento mucho. Don Esteban por mi culpa se tuvo que quedar.


Esteban —no te preocupes hijo, ya comes aquí está el desayuno.


Yo —muchas gracias Don Esteban.


Esteban —Si hijo, ya empieza a desayunar antes de que se enfríe.


Me puse a desayunar y él siguió lavando los platos, y cuando terminé me levanté y agarré mi plato y mi vaso para lavarlos.


Esteban —Damelos hijo yo los lavo, vete a ver la tele.


Yo —yo los lavó Don Esteban, si puedo hacerlo yo los lavo en mi casa, además me da pena que todavía que me levanto tarde tenga que lavar los platos que yo utilice.


Esteban—no te preocupes hijo, además todavía no terminé de lavar a los demás, déjalos en el fregadero.
Yo—está bien Don Esteban, muchas gracias.


Esteban—no hay de qué hijo, anda a ver la tele.


Yo —si Don Esteban.


Me fui a la sala me senté, prendí la tele y me puse a ver una película, cuando terminó de lavar los platos Don Esteban llegó a la sala y se sentó a ver la tele también, después de un rato se acercó mas a mi hasta quedar juntos, levantó su brazo lo paso por atrás de mi cabeza colocó su mano en mi hombro acariciándome, me fue acomodando hasta que mi cabeza quedó en su pecho, después de un ratito su otra mano la colocó en mi pierna y me la empezó acariciar,yo me puse un poco nervioso y me quise separar pero no me dejó Don Esteban .


Esteban -que pasa  Gerry  No tengas pena, solo te estoy acariciando.
Yo —está bien Don Esteban.


Me quedé así viendo la tele, y la mano que tenía en mi hombro la bajó un poco más hasta llegar a mi pezón y lo empezó a acariciar por encima de mi playera, cuando me lo puso bien paradito y durito le empezó a dar pequeños peñisquitos.


Yo ya estaba bien excitada con lo que me estaba haciendo, levanté mi cabeza para mirarlo a la cara me miró y solo se sonrió yo también me sonreí con el y volví acomodar mi cabeza en su pecho,

bajé la mirada hacia su entrepierna y pude ver que en su pantalón se le notaba que tenía la verga bien parada, de lo excitada que estaba tenía ganas de bajarme hasta su entrepierna sacarle esa verga que se le notaba ahí y empezarcela a chupar,

pero tuve que disimular pues tenía miedo de la reacción que fuera a tomar Don Esteban y también para fingir que esa sería mi primera vez.


Después de un rato dejó de acariciar mi pierna, se llevó la mano a su entrepierna y se empezó a acariciar su verga por encima de su pantalón,

yo de vez en cuando bajaba la mirada para ver cómo se acariciaba su verga, estaba tan excitada que ya tenía ganas de bajarme a chuparle la verga pero tenía que aguantarme las ganas pues tenía un poco de miedo y solo me quedaba esperar a ver si después pasaría algo más.


La siguiente insinuación paso un poco más tarde, ví que dejó de acariciar su verga,agarró mi mano y la llevo hacia su entrepierna y empezó acariciar su verga junto con mi mano por encima de su pantalón,

yo me emocioné pues era la señal de que a lo mejor iba a pasar lo que tanto yo quería probar esa rica verga que se notaba abajo de ese pantalón, pero como ya dije tenía que disimular y fingir que nunca había hecho eso, así que hice como que me asusté y que me quería levantar pero el no me dejó, pero muy dentro de mi eso es lo que yo quería.


Esteban-que pasa Gerry.


Yo —lo que pasa es que ya no quiero seguir viendo la tele y quiero ir a jugar hacia afuera.


Esteban—si no hay nadie con quién vas a jugar, sigue viendo la tele.


Yo —lo que pasa es que tengo pena y un poco de miedo.


Esteban—no tienes porque sentir pena, nadie nos va a ver lo que estamos haciendo, mi familia se acaba de ir a comprar y el pueblo está retirado así que se van a tardar en llegar y miedo no tienes porque sentir si ya sé que te gusta la verga y bien que la aguantas.


Yo —no como creé Don Esteban, no sé porque dice eso.


Esteban —no te hagas Gerry. se muy bien que te encanta la verga,

anoche me levanté a ver si ya se habían acostado, y para ver con quién te habías acostado a dormir, fuí al cuarto de mi hijo Edgar y solo estaba el, después fui al cuarto de mi hijo Emiliano y ahí se había quedado mi sobrino Pepe, después fui al cuarto de mi hijo Lalo y cuando levanté la cortina de su cuarto pude ver cómo te estaba cogiendo Lalo, así que no me digas que no es cierto,

iba a prender la luz pero seguí viendo un rato más, ví que después te puso a chuparle la verga, estaban tan entretenidos que no se dieron cuenta que yo estaba viendo,

no se veía muy bien pero solo se veía las siluetas de ustedes haciéndolo y no soy ningún tonto para imaginarme lo que estaban haciendo además se alcanzaba a escuchar los gemidos que hacían los dos cuando Lalo te estaba metiendo la verga se escuchaba que lo estaba disfrutando y tú también cuando te la ensartaba se escuchaba que la estabas gozando y cuando te puso a chuparle la verga se escuchaba que estaba gozando de la chupada que le estabas haciendo,

los deje que siguieran cogiendo, pero ahorita que estamos solos quiero probar lo que Lalo disfrutó en la noche, haber si haces buenas mamadas y si tu culito es un buen tragador de verga y si aguantas mi verga dentro de tu colita.


Yo-no como creé Don Esteban.


Esteban Te atreves a negarlo Gerry después que te acabo de decir que ví como te estaba cogiendo mi hijo Lalo.


Yo —no es eso Don Esteban, lo que pasa es que si se entera su hijo Lalo no sé cómo vaya a reaccionar.
Esteban —no tiene porque enterarse, si no te dejas le voy a decir a mi hermano Paco lo que estabas haciendo con mi hijo Lalo.


Yo —por favor Don Esteban no le diga nada a nadie, está bien voy a dejar que me haga lo que me hizo su hijo Lalo, pero por favor no le diga a nadie lo que vió.


Esteban—está bien no diré nada, me alegro que hayas aceptado dejarte hacer todo lo que te hizo Lalo, yo te voy a hacer muchas cosas más, no me importa con quién más lo has hecho ni cuántas veces lo has hecho, hoy vas a estar con un hombre de verdad vas a sentir lo que es estar con un verdadero semental.
Yo-con nadie más lo he hecho. Don Esteban, Lalo y usted van a ser los primeros.


Esteban —no te creo. Desde que te vi por primera vez me dí cuenta que eras putito, se te notan las facciones de niña, pero no pensé que ya anduvieras tragando verga. Estás muy chiquita de edad pero ya te andan cogiendo. Espero que aguantes mi verga pequeña putita.


Yo-porque no me cree que no lo hecho con nadie más que Don Esteban.


Esteban—porque para que mi hijo Lalo se haya dado cuenta que te gusta la verga debió haber visto que alguien te estaba cogiendo, porque como ya te dije que se te nota las facciones de una niña pero para que alguien se anime a coger a una putita tan pequeña como tú solo hay dos opciones.

O sedujiste a mi hijo Lalo o Lalo te vió que alguien te estaba cogiendo, y no creo que hayas seducido a mi hijo así que lo más seguro es que vió que alguien te estaba cogiendo, pero como ya te dije a mí no me importa con cuántos lo has hecho ni cuántas veces lo has hecho y mucho menos con quién lo has hecho, lo único que quiero es poder cogerte yo también, entendiste putita.


Yo —si Don Esteban está bien lo que usted diga.


Esteban —ok pequeña putita, espero que hagas todo lo que te pida y que seas obediente.
Yo —si haré todo lo que me pida Don Esteban, voy a ser muy obediente.


Esteban—está bien putita, ahora cállate y sigue sobándome la verga con tu manita.
Yo —si está bien Don Esteban.


Esteban—te digo que te callaras putita, estás para hacer lo que yo te pida sin decir ninguna palabra, ahora has lo que te digo y no hables, solo vas a ir haciendo lo que yo te diga.


Me volví acomodar como estaba con mi cabeza en su pecho y mi mano en su entrepierna acariciándole la verga por encima de su pantalón, pasado un rato me dijo.


Esteban —ahora con tu manita sácame la verga putita para que la puedas tocar mejor y sientas lo caliente que está.


Con mi mano empecé a hacer lo que me dijo,le desabroché su cinturón,desabotone su pantalón, bajé el cierre de su pantalón,le bajé un poco el boxer hasta que saqué la verga era como la de Don Paco, del mismo tamaño y lo mismo de gruesa, se la empecé a acariciar estaba bien caliente y le salía un poquito de líquido de la puntita.


Mientras yo seguía acariciando su verga, Don Esteban me empezó a subir mi playera y su otra mano seguía acariciando y peñiscando mi pezóncito pero está vez ya sus dedos estaban tocando mi pezóncito piel a piel pues ya me había subido mi playera, yo ya tenía ganas de chuparle la verga pero me tenía que esperar hasta que me lo ordenará, después me empezó a chupar mi oreja y fue bajando por mi cuello,se detuvo en mi cuello y lo estuvo chupando un rato, yo estaba muy excitada pero tenía que esperar, después de un rato bajo más hasta que llegó a mi otro pezóncito y me lo empezó a chupar con su lengua y le daba unas pequeñas mordiditas,

eso me excitó aún más de lo que ya estaba que empecé a gemir del placer que me estaba provocando eso que me estaba haciendo Don Esteban, hasta se me olvidó que me había dicho que guardara silencio, pero lo bueno es que no me dijo nada,en ningún momento dejé de acariciarle la verga.


Esteban —ahora si te hice gemir de puro placer pequeña putita, te gusta que te chupen tus pezones verdad putita.


Yo moví la cabeza afirmando que sí me gustaba.


Esteban Que bien que lo estés disfrutando pequeña putita y todavía falta mucho más putita, ahora acuéstate bien en el sofá y pon tu cabeza en mis piernas putita para que me chupes la verga, vamos a ver que tal la mamá quiero que ahora tú me hagas disfrutar.


Hice lo que me pidió subí mis pies al sofá y me acosté dejando mi cabeza en sus piernas, coloque su verga en la entrada de mi boquita y empecé a chuparle la verga, como era igual que la de Don Paco no me entraba toda en mi boquita, cada vez que el trataba de meterla toda dentro de mi boquita me daban ganas de vomitar y el me la sacaba para que no fuera a vomitar,

hizo que me salieran lágrimas de tanto que me intentaba meter toda su verga dentro de mi boquita, me vió que ya me estaban saliendo lágrimas de mis ojitos pero eso a él no le importó me la seguía metiendo lo más que aguantará.


Esteban Que rico la chupas putita, no te entra toda adentro pero lo que alcanzas a tragar lo haces de maravilla, sigue chupándome la verga putita no me importa si ya te cansaste, te gusta la verga pues ahora aguantece putita que le voy a dar toda la verga que quiera.


Seguí chupando aunque estuviera sufriendo por cómo me estaba tratando, se quitó la camisa y se bajó su pantalón y su boxer hasta las rodillas, yo seguía chupándole la verga mientras él me acariciaba mis nalguitas…


Esteban —levantate pequeña putita y quítate toda tu ropa que tu semental ya te va a montar.


Me levanté y me empecé a quitar la ropa hasta quedar desnudo emocionado de que por fin ya me iba a meter su verga dentro de mi colita, Don Esteban también se terminó de quitar toda su ropa quedando totalmente desnudo Me acomodé de rodillas arriba del sofá,

mi pecho quedó pegado al respaldo del sofá, y cuando sentí que su boca estaba en la entrada de mi colita me empezó a chupar la colita y de nuevo empecé a gemir del placer que me estaba dando Don Esteban, así estuvo un rato chupándome la colita.


Esteban—ahora si mi pequeña yeguita putita ya estás lista para que tu semental te monte.
Yo —por favor Don Esteban metamelo despacito porque me duele mucho al principio.


Esteban—quien te dió permiso de hablar pequeña yeguita putita, te dije que no hablarás, estás para obedecer a tu semental, tú solo eres la yegua, yo soy el potro que te va a montar y tienes que aguantar todo lo que yo te haga.


Yo-si pero nada más le pido que al principio me la meta despacito porque me duele mucho.


Esteban—ya te dije que no voy a hacer lo que tú me digas pequeña yeguita putita, te gusta la verga pues ahora aguantece como toda una yegua que está lista de que su potro semental la monte, ahora cállese y acomodece para recibir a su semental que la va a montar.


Me puse en la posición en la que me había acomodado, nervioso por no saber si me iba a tratar bien, pero con ganas de tener la verga de Don Esteban ya dentro de mi colita.

Volvi a voltear una última vez y ví que le estaba hechando saliva a su verga y también le hice saliva en mi colita.


Esteban—ahora si volviese mi pequeña yeguita putita que ya va a hacer montada, prepárese para recibir la verga de su semental.


Me volví a acomodar temblando de miedo, sé que ya me he comido una verga de ese tamaño pero siempre me la han metido despacito hasta que se acostumbra mi colita, pero esta vez no sé cómo me iban a tratar. Senti como acomodó la punta de su verga en la entrada de mi colita, empujó hasta que entró la punta de su verga dentro de mi colita y me dolió mucho que pegue un grito…


Esteban—cállese putita, aguanté la verga de su semental, no que tenía muchas ganas de comer verga, ahora aguantece putita que solo le he metido la puntita y ya está gritando.


Para aguantar el dolor mordí el sofá, seguía temblando de miedo en la espera de recibir lo que faltaba de la verga de mi semental como decía Don Cuando de un solo empujón me dejó ir toda su verga dentro de mi colita, pegué un gran grito y empecé a llorar.


Yo —por favor Don Esteban saquemela que me duele mucho por favor.


Esteban—cállate pinché putita no que te encante la verga pues ahora aguantece hasta que su semental se canse de montarla.


Seguí llorando.


Yo —auxilio, ayúdenme por favor, auxiliooo.


Esteban —no me importa. Putita grita y llora todo lo que quieras, ya te dije que estamos solos en la casa y por aquí no hay otras casas cerca, así que nadie te va a escuchar.


Siguió cogiéndome muy fuerte y sin piedad, no le importó que yo seguía llorando y gritando de dolor, fue un inmenso dolor el que sentía que lo único que quería es que ya acabará ese martirio que estaba sintiendo, hasta la cabeza me empezó a doler, sentía que me desmayaba del dolor, todo mi cuerpo y mis piernitas temblaban, y Don Esteban seguía cogiéndome sin piedad alguna, me tenía bien sujeto con sus manos en mi cadera.


Me levantó sin sacarme la verga de mi colita, me colocó a lado del sofá, quedando ahora mi pecho en el asiento del sofá y mi colita arriba del descanso de los brazos del sofá, me siguió cogiendo y yo seguía llorando y gritando.


Después de un buen rato de tanto que me estaba cogiendo sentí que el dolor iba disminuyendo, hasta que el dolor desapareció.


Dejé de llorar y de gritar, lo único que todavía no desaparecía por completo era el dolor de cabeza y el tembelequeo de mis piernitas pero ya era menos el dolor…


Cuando se me pasó por completo el tembelequeo de mis piernitas y el dolor de cabeza, empecé a gemir muy fuerte de placer.


Esteban —esa putita goza de puro placer que te hace sentir la verga de tu semental dentro de ti. Te encanta la verga, putita.


Yo movía la cabeza afirmando que sí.


Esteban Que bueno que estés gozando, pinche putita, sabía que esos pinches lloriqueos y ese pinche griterío se te iba a pasar, y ahora estás gozando de la verga de tu semental pinche yeguita putita, te gusta la verga de tu potro semental yeguita putita.


De nuevo moví la cabeza afirmando que si me gustaba lo que me estaban haciendo, yo seguía gimiendo muy fuerte.


Esteban Ya puedes hablar con mi pequeña yeguita putita, dime cosas, dime si te está gustando como te estoy cogiendo, si te gusta lo que te está haciendo tu semental, si te gusta cómo te estoy montando mi yeguita putita…


Yo —siiiii, siiiii me gusta mucho como me estás montando mi potro semental, dame duro lo quiero todo para mí, dámelo por favor.


Esteban—si mi pequeña yeguita putita te lo voy a dar todo para ti solita.


Yo quiero que me montes todos los días que voy a estar aquí en tu pueblo papiiiiii, sigue sigue, sigue no pares papiiiiii hermoso.


Esteban Me gusta como estas gozando de mi verga dentro de tu culito mi pequeña yeguita putita, y si no te preocupas que te voy a montar todos los días que vas a estar aquí en el pueblo mi pequeña putita.

Que rica estás, tienes un culito bien apretadito, no puedo creer que con la cogida que te dió Lalo en la noche no se te haya abierto el culito, pensé que iba a estar todo abierto pero no es así pues siento como me aprietas bien rico la verga con tu culito.


Yo —te gusta mucho mi colita, mi potro semental, me vas a montar todos los días que me faltan.
Esteban Ya te dije que si mi pequeña yeguita putita es toda tuya mi verga los días que vayas a estar aquí en el pueblo, y aquí te voy a estar esperando por si vuelves a venir a visitarnos.


Yo —siiiii, papiiiii espero que me dejen venir de nuevo para poder disfrutar de tu verga.

Pero me gustaría que también fueras a visitarme hacia donde yo vivo.


Esteban Voy a tratar de ir con mi pequeña putita para cogerte, espero que se pueda.


Me siguió cogiendo por toda la sala, después me llevo al comedor sin sacarme la verga de mi colita,me acostó arriba de la mesa y me siguió metiendo la verga,

lo hicimos en diferentes posiciones también en las sillas me llevo a la cocina arriba de la estufa arriba del fregadero en la alacena se vino tres veces dentro de mi colita, después me volvió a llevar a la sala nos pusimos a ver la tele para descansar un rato,

el se sentó y yo me acosté poniendo mi cabeza en sus piernas para poder chuparle la verga en lo que el veía la tele, pude sentir como iba saliendo su lechita de mi colita y empezó a escurrirse por mis piernitas, el se agachó para sacar papel de su pantalón me lo dio para que me limpiará.


Esteban —toma este pedazo de papel putita y limpiate lo que te está saliendo de tu culito porque si no vas a manchar el sofá.


Yo —si papi lo digas.


Me empecé a limpiar pero no me alcanzó el pedazo de papel que me dió, así que se levantó y fue por más papel, me seguí limpiando y pude ver que salía lechita revuelta con sangre.


Yo —me lastimaste mi colita porque me está saliendo sangre papi.


Esteban Si mi pequeña putita lo que pasa es que estás bien apretadita por eso te está saliendo sangre, pero no te preocupes es como una cortada solita va a sanar, además bien que lo disfrutaste.


Yo —eso sí me dolió mucho al principio pero después me gustó mucho como me la metías.


Esteban—ya ves así que deja de quejarte que bien que te gustó como te monte mi pequeña yeguita putita.


Terminé de limpiarme y me acomode para chuparle la verga, se la estuve chupando hasta que se le volvió a parar la verga, está vez él estaba quieto disfrutando de la mamada que le estaba dando y dejándome saborear de su verga pues tenía ganas de que me diera su lechita en mi boca. Así seguí hasta que sentí que su verga se iba inchando lista para vaciar su lechita dentro de mi boquita.


Esteban-me voy a venir mi pequeña yeguita putita. Prepárate para recibir tu dotación de leche putita.
Yo —siiiii papiiiiii estoy lista quiero probar tu lechita la quiero toda hasta la última gota papiiiiii.
Esteban-siiiii,siiiii meeeee veeeengoooo.


Recibí toda su lechita dentro de mi boquita y me la tragué toda, le limpié bien la verga sin desperdiciar ni una sola gota, y me volví para que viera la tele.


Esteban Que rico la mamas putita hermosa, te gusta tragarte la leche también verdad, eres una golosa, cuando estés más grande vas a devorar la

s vergas, descansemos un rato y luego voy a seguir cogiéndote.


Nos pusimos a ver la tele y cuando se recuperó me llevó a su recámara para cogerme de nuevo, y como descansamos un rato cuando me metió la verga me volvió a doler no mucho como al principio pero si me dolió un poco.


Esteban—no puede ser mi pequeña putita, no ha pasado mucho tiempo de que saque mi verga de tu colita y ya tu culito se está empezando a cerrar, con razón por eso te duele cuando te la meto pues rápido se cierra tu culito, pero está bien que rápido vuelva a cerrar tu culito, porque así nos aprietas bien rico la verga, a nosotros los hombres como sementales que somos nos gusta que nos aprieten la verga con un culito bien apretadito o una puchita bien apretada.


Yo —que es una puchita, papi.


Esteban-es lo que tienen las mujeres enfrente por dónde se hacen los bebés, ellas dejan de apretarnos la verga con su puchita porque como de ahí salen los bebés pues se les va estirando y ya no aprietan como antes pero también de tanto que uno se las andan cogiendo también dejan de apretar.
Yo —entonces está bien que se me vuelva a cerrar la colita muy rápido, papá.


Esteban-si mi putita, que tu culito se vuelva a cerrar rápido está muy bien para nosotros, a lo mejor para ti no porque te duele cada que te quieran meter la verga, pero para nosotros como sementales que somos disfrutamos de un culito bien apretadito,

pero también de tanto que te metan la verga por tu culito va a llegar el momento en que va a dejar de apretar, yo creo que porque como estás chiquita tu culito vuelve a su forma y cierra muy rápido, bueno eso es lo que yo pienso.


Me siguió cogiendo, me volvió a poner en diferentes posiciones en la cama donde duerme con su esposa, me llevó al baño para terminar de cogerme ahí y nos bañamos, nos vestimos y bajamos a la sala a ver la tele.


Cuando llegaron sus hijos, su hija, su esposa, sus sobrinas y su sobrino, nosotros estábamos viendo una película.


Su esposa le preguntó que si ya nos habíamos bañado y le contestó que sí porque hacía mucho calor.
Estuvimos un rato más y después Pepe dijo que ya nos teníamos que ir a la casa de su abuelo, les dimos las gracias al tío y a la tía de Pepe y nos fuimos a la casa de don Santiago.


Don Esteban me siguió cogiendo los demás días que estuve en el pueblo, otra verga más que me estuvo cogiendo esas vacaciones, no sé cómo pero todos ellos siempre buscaban la forma de poder cogerme todos los días…


Por una parte me gustaba que me cogieran, porque me sentía muy protegida pues nada más me andaban cuidando, pero solo para ver en que momento había oportunidad para poder cogerme y que les chupara la verga,

como ya dije me gustaba todo lo que me hacían pero como todo niño o niña de mi edad también tenía ganas de salir a jugar con los demás niños de mi edad,a pasear, divertirme, conocer el pueblo y aunque si me sacaban a distraerme,

ya sabía que cuando me iba solo con uno de ellos es porque en algún lugar de todos esos terrenos solitarios me iban a dar una buena cogida y a que les chupara la verga o si me quedaba solo con uno de ellos en la casa o en cualquier lugar era seguro que iban a cogerme y que les chupara la verga.


Pero si disfruté mucho cada verga, Don Esteban vino a la ciudad dos veces y los días que estuvo aquí me dio unas buenas cogidas como las que él sabe dar.


De todos los que me cogieron de la familia de mi adorado Carlos Don Esteban fue el único que era muy agresivo para coger, pues siempre me la dejaba ir de un solo empujón,

me hacía llorar y gritar pero al final terminaba gimiendo muy fuerte de todo el placer que me hacía sentir sus grandes embestidas que me daba, y las veces que volví a ir a su pueblo sabía lo que me esperaba con Don Esteban.


Espero y les haya gustado este relato, en el siguiente relato les contaré cuando “el hermano de Carlos y su primo Emiliano me cogieron”.

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Un comentario:

  1. Joss

    diciembre 28, 2023 at 10:18 pm

    Que buena historia me hizo ponerme bien hoot

    Responder

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