El gordito de la clase - relatos gay

El gordito de la clase

Cuando eres tan ardiente y sexy como yo, él sexo es algo cotidiano y llegas a creer que conoces de buenos culos, sin embargo la vida te sorprende y te enseña que siempre hay un culo excepcional que te falta probar y en este caso Raúl me sorprendió.

Me llamo Christian y tengo 18 años y esta historia comienza en mi primer semestre en la Universidad. Soy un chico bastante atractivo, me encanta la vida sana y los deportes.

Mido 1,78 de altura, soy de piel canela clara, ojos marrones grandes algo achinados y con cejas pobladas que me otorgan una mirada seductora unida a un mentón muy masculino hacen de mi rostro algo difícil de ignorar.

Mujeres me sobran y hombres me he cogido algunos, claro discretamente. Me considero un semental muy bien dotado con un miembro de 23 cm no muy grueso, pero que enloquece.

Raúl es un chico de mi edad, gordito de piel blanca, cabello castaño y cara de bonachón. Es bastante serio, algo tímido pero muy amable, es amigo de todos.

Él y yo nos cocimos en clases y era un compañero más. La verdad es que ambos somos casi opuestos y nuestros grupos de trabajo son totalmente distintos.

Un día uno de los profesores asignó un proyecto en parejas pero con la particularidad de que él escogería a los miembros.

Raúl y yo seríamos equipo, me pareció buena idea ya que tanto él como yo somos estudiantes destacados, claro cada uno a su manera.

Nos pusimos de acuerdo para reunirnos en su casa en la tarde y así comenzar nuestra investigación.

Al llegar Raúl me recibe muy cortésmente me ofrece algo de tomar y comenzamos a indagar sobre el tema del proyecto. Todo transcurría normal y cuando ya teníamos unas dos horas trabajando le digo que hagamos una pausa para descansar los ojos.

Comenzamos hablar y la conversación se hizo más amena y me di cuenta que él es más divertido de lo que parecía. Entre un tema y otro fuimos entrando en confianza y me pregunto por Kelly, una chica con la que estaba coqueteando en la Universidad.

Yo le dije que era una “amiga con derechos” para esas noches solitarias, entre risas.

Y él me responde con algo de pena que “yo soy un gran afortunado ya que para él tener sexo a veces tenía que hasta pagar.”

“No te creo” le dije, y continué “yo tengo un par de amigos que parecen unos monstruos y siempre tienen unas putas que de paso están muy buenas”

“No sé, quizás soy muy tímido o es mala suerte” me respondió.

“Raúl tienes que ser seguro de ti mismo! Todos queremos sexo!… Tú eres un tipo simpático y estoy seguro que si eres directo te sorprenderás!” Le aconseje.

“Christian te quiero mamar el guevo!” Me respondió mirándome a los ojos!

Quedé fuera de lugar, realmente no lo esperaba y el sorprendido fui yo!

Entonces Raúl al ver mi sorpresa me dice “te puedo pagar… o mejor olvídalo… es una broma” poniéndose nervioso y bajando la mirada.

“Raúl me sorprendiste, no tenía idea que fueras gay, relájate!” Le dije, y le aclaré “no me tienes que pagar!”

Raúl abrió los ojos y miró directamente a mi entre pierna y sonrió.

“Yo siempre estoy caliente, llévame a tu habitación y muéstrame que sabes hacer” le pedí.

Subimos las escaleras entramos a su cuarto y me dice “Christian, no hay nadie en casa así que no te preocupes, quieres ver una porno?”

Le dije “no” mientras me quitaba la polo roja que cargaba, me baje el jeans y me quede solo con mis bóxer y medias blancas.

La cara de Raúl cambio totalmente, era morbosa y sádica. Se arrodilló frente a mi y con ambas manos bajo mi bóxer. Mi pene aún no estaba erecto, lo tomo y lo llevo a su boca muy despacio mientras acariciaba mis piernas.

Rápidamente se endureció y me dice “es enorme, no había visto ninguno así!” Y siguió chupando con desespero, movía su cabeza de forma rápida y se lo metía hasta el fondo de su garganta, era un experto!

Me sentó en un sofá, abrió mis piernas y comenzó a lamer mis bolas y con sus manos acariciaba mi marcado abdomen y cintura.

Yo cerré los ojos y estaba disfrutando de una de las mejores manadas que me habían dado y le dije “eres tremenda puta, con esa cara de bueno que tienes, ocultas muy bien lo pervertido que eres!”

“Tú estás más rico de lo que imaginaba, si supieras con cuantas fantasías te soñé” me responde mientras me masturba como si quisiera arrancarme el pene.

“Cuéntame alguna de esas fantasías a ver si la hacemos realidad” le propuse.

“Mi favorita es que me violas salvajemente y me tratas como puta” me dice con una mirada de ansiedad soltándome y parándose de inmediato.

Sonrió y pongo mi cara de chico malo, me levanto y me paro desnudó frente a él, lo tomo de la barbilla con una de mis manos apretándole la boca y le digo “ábrela”, Raúl la abre, acercó mi cara a la suya y le escupo adentro y le digo “ahora traga”, él traga y le pregunto “te gusta?” Y con la cabeza dice que si.

Raúl vestía una camisa manca corta azul de botones y unos jens, y con su cabello perfectamente peinado hacia atrás con fijador parecía todo un santo.

Lo tomo del cuello de la camisa con ambas manos y con fuerza se la abro reventado los botones y rompiendo parte de la tela y puedo ver su cuerpo blanco pasado de peso, casi lampiño, espalda ancha y llena de pecas. Un hombre fuerte de 1,75 con cara de no partir un plato.

Lo tiro al piso y lo pego a la base de la cama, le meto el guevo en la boca mientras lo sujeto del cabello y le digo “trágatelo todo” y comienzo a embestirlo con un mete y saca que llega hasta su garganta.

Solo se escuchan mis quejidos de gozo “ooohh…! siii…! ahhh…!” y el ahogo de Raúl tratando de tragarse mi tieso falo!.

Luego lo levanto tirándolo del cabello y puedo ver su erección en su pantalón “ha lo estás disfrutando?” Le digo, y luego le grito “quítate esa mierda y muéstrame ese culo gigante!”

Se comienza a bajar el jeans y el interior, puedo ver su pene de 17 cm grueso y venoso! Al sacar una pierna de la ropa lo volteo y lo empujo a la cama boca abajo. Su culo era grande y muy blanco, totalmente lampiño y dándole una fuerte nalgada le digo “te voy a reventar ese culo”.

Lo jalo hacia la orilla de la cama, abro sus nalgotas y le escupo en el agujero! Pongo la cabeza de mi pene en posición y se lo voy metiendo mientras él grita en la almohada, Raúl trata de zafarse y lo agarro por la cintura y le digo con ironía “no papi… es como yo quiera!” Y lo jalo del cabello hacia atrás.

Él era toda una hembra, se quejaba y gemía como puta y el grito que dio cuando se lo metí hasta el fondo ufff… aumente la velocidad y la fuerza de mi mete y saca, me recostaba en su espalda para pegar su cara de lado al colchón y le decía “vamos perra, mueve ese culo”. Así estuvimos un rato entre nalgadas y gemidos.

Levante su culo dejándolo en cuatro patas, y a la vez que lo seguía cogiendo solté su cabello y le agarre sus pechos que se movían como tetas, y mientras se los apretaba y le pellizcaba sus duros pezones le dije “tienes una tetas ricas”.

Esto lo volvió loco!!! Se comenzó a contorsionar y sin siguiera tocarse comenzó a eyacular choros de leche por toda la cama!, me sentía orgulloso y todo un macho!

Sin sacarle mi huevo del culo baje la intensidad para que se recuperara unos segundos y entonces me dice “Christian vamos a pegarnos a la pared al lado de la cama”.

No entendía que buscaba pero le hice caso. Una vez allí Raúl se inclinó sujetándose de la cama y presionándome con su culo contra la pared y se empezó a Coger el mismo. Wow… que rico! era como si me masturbara con su culo hirviendo!

Luego comenzó a maraquear ese culo con movimientos circulares intercalados con un mete y saca que me tenían en éxtasis!

Era la primera vez que alguien me movía el culo de esa manera! Me llevaba las manos a la cabeza para no interrumpir sus movimientos, mis músculos estaban tensos, marcados y sudados al igual que el culo y el cuerpo de Raúl!

Me encantaba sentir como Raúl apretaba mi pene con su culo y me decía “vamos Christian cógeme!!!” Y gemía más y más “cógeme!!! Cógeme!!! Tu guevo me encanta… tu me encantas… soy tuya… anda papi… reviéntame el culo… pégame!!!”

Yo le daba nalgadas y trataba de dominarlo pero en este momento yo estaba entregado a sus movimientos y yo le decía “Raúl sigue… eres mi hembra… vamos mami… mueve ese culo así… así… ricooo!!!

De yo estar violándolo, ahora él me tenía contra la pared sin poder moverme, ensartado en mi pene y a su voluntad, Raúl tenía el control y ya no podía aguantar más y le dije desesperado “voy acabar… no pares… así… así!!! Raúl aceleró sus movimientos y gemidos de puta Y ahhh… ahhh… ooohhh!!! Comencé a bombear leche casi hasta su garganta llenando su fabuloso culo de mi néctar!

Ambos nos fuimos a la cama exhaustos, no podía creer la gran cogida que le había dado a Raúl, jamás me arrepentiré de aceptar su propuesta. Y lo que siguió será para otra ocasión.

Nunca subestimen al gordito de la clase con cara de santo, puede ser el culo que los lleve a las estrellas!

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