El hermano de mi amiga

El hermano de mi amiga

Estaba en mi cama cuando mi móvil empezó a sonar, y cada vez que lo hacía significaba que había una fiesta.

Me levanto de la cama y contesto el teléfono:

-Michael, tengo una fiesta- era José la única persona que sabe que soy bisexual ya que, él es gay

-ya, pero espero que no sea como la ultima- esa fiesta me trajo muchos problemas, pero esa es otra historia

-no te preocupes, esta va ha ser en la comuna de las condes y es de un amigo muy cercano- la palabra “cercana” la reconocía en José, lo más posible es halla tenido una noche muy interesante con ese chico.

Al final acepto a regañadientes, total un poco de distracción no me haría nada de mal.

Me baño y me visto, a las nueve nos juntamos en el metro, y de ahí tomamos un microbús para llegar a la casa de Manuel, al llegar veo al cumpleañero, no está nada mal tiene un cuerpo normal, mide un 1.70, cumpliendo 16 años cabello oscuro, test clara, ojos cafés y un cuerpo bien mantenido.

Rápidamente empiezo a bailar y tomar un poco de cerveza, total para eso fui, se nota lo distinto de la fiesta había gran cantidad de chicos y muy pocas chicas en la fiesta.

Muchos hombres y mujeres se me acercaban pues aunque no creo que sea sexy ni un metro sexual, mantengo mi cuerpo en buen estado físico tengo un estomago duro, fuertes pectorales todo bien marcado mido 1.73 tengo cabello castaño y ojos de color celeste mi test es blanca y clara.

Así pase toda la noche bailando, tomando bebida puesto que la cerveza se había acabado hace horas, entre tanta gente ya se me había perdido mi gran amigo José.

Me empecé a aburrir buscaba a José pero no lo podía encontrar, en eso justo a la salida de la cocina choco sin querer, a un chico mucho más alto y claramente mayor que yo.

El vaso de bebida se derramo todo en mi camisa quedando toda mojada en la parte delantera el muchacho me quedo mirando mientras yo observaba mi camisa y de inmediato el se empezó a pedir disculpar.

Lo observe de pies a cabeza era lindo media aprox. 1.80 tenia test clara ojos cafés un cuerpo con una excelente musculatura según note con el choque.

El muchacho se derretía en disculpas. Yo lo admiraba desde mi posición:

-lo siento no me di cuenta, ¿puedo ayudarte en algo?-

-no te preocupes fue mi culpa-

-vamos, dime en que te puedo ayudar para enmendar mi error-

-no enserio no te preocupes, solo voy al baño de arriba a secarme y listo-

-Bueno y lo lamento enserio no era mi intención-

-ya, enserio no te preocupes- le dije mientras le mostraba un sonrisa

Subí tal como dije al baño de arriba y me saque la camisa, y trataba de secarla con papel sanitario pero no resultaba ya me estaba resignando cuando alguien toco a la puerta:

-chico, abre por favor-

-me acerque a la puerta la abrí y ahí estaba el-

Este chico traía un chaleco con gorro en sus manos, -no puede evitarlo tengo que remediar mi error-, me reí y le acepte el chaleco pues no tenía nada más que ponerme, me pidió si podía entrar yo no lo dude, al mirarlo a los ojos y el retirar su mirada, ya sabía lo que quería ocultar.

El baño era un poco estrecho así que al acercarse a la venta nuestros cuerpos se rozaron yo estaba sin camisa, me di cuenta de que el chico era tímido pues no me miraba hacia la cara y ni siquiera Asia mi cuerpo, así que decidí darle una ayuda que nos vendría de lujo a los dos.

Me acerque le tome el rostro y lo apunte hacia el mío, estaba dudando sus ojos lo mostraban, y aproxime mis labios a los suyos.

Nuestros labios húmedos se tocaron, sentía el calor de su respiración chocar con mis labios, el momento era precioso.

Nuestros labios se empezaron a rozar fuertemente, y mi lengua empezó una pelea con la de él, introduje mí mano en el interior de su camisa, tocaba sus pectorales y su estomago duro.

Se detuvo de golpe, apartándose de mí:

-no, esto no puede suceder- claramente decidido -debes tener 15 años-

-tengo 16, además yo quiero que suceda-

-si lo sé, pero no es ético-

-me da igual si es ético o no…. Los dos queremos-

Me miro a los ojos, por primera vez. Lo hacía con sus ojitos, que me seducían y me incitaban a besarlo y recorrer cada fracción de su bello cuerpo.

Volvió a acercarse a mí y me beso, esta vez me abrazo fuerte me sentía protegido a su lado, le subí la camisa hasta sacarla por completo,

Sus ojos ya no mostraban miedo, ni se escapaban de los míos,

mostraban lujuria, mis manos bajaban por sus pectorales pasando por su estomago hasta llegar a su pantalón lo desabroche,

apareció un precioso bóxer negro con rojo

Introduje mis manos entre esos bóxer y los pantalones sus pene ejercía presión contra su bóxer y se veía muy grande ese paquete.

El saco mi mano de ese lugar y empezó a besarme por todo el cuerpo,

me quito los jeans, a estas alturas mi ropa ya estaba repartida por todo el baño los dos reíamos y jugueteábamos.

Era como un niño con juguete nuevo, y me encantaba ser ese juguete.

Me hinque, le quite los bóxer y al fin vi su pene media unos 19 cm, le pase la lengua por toda su dimensión,

me introduje ese tronco en mi boca y realice un movimiento de vaivén, sentí sus manos acariciar mi cabello y empezó a guiarme,

mientras yo jugaba con mi lengua masajeando su pene, sentía los suspiros de mi nuevo amigo y me encantaba.

Al poco tiempo, los suspiros y gemidos fueron aumentando yo espera que se viniera en mi boca, pero hizo que me detuviera,

me levanto y me apoyo contra la pared, tirando mi trasero hacia atrás, el puso detrás de mi separo mis piernas con fuerza,

y busco mi ano, y empezó a dilatarlo primero paso su lengua formando circulitos a su alrededor,

luego introdujo un dedo mis suspiros era lo único que rompía el silencio en el baño hasta:

-no puedo creer que este haciendo esto- susurrándolo al oído

-yo igual, pero me esta gustando-

-igual a mi, tu cuerpo es perfecto, eres preciso, y tus ojos son como dos lagos de agua trasparente-

En ese momento solté un grito de placer ya que hace unos minutos este chico me estaba masturbando.

-estas listo- nuevamente susurrando junto a mi oído

-si, dale-

-avísame si te duele no quiero lastimarte-

Fue tierno, pensaba que era mi primera vez, pero se iba a llevar una desilusión.

En ese momento puso la punta de su pene en mi ano, empezó a ejercer fuerza muy lentamente, un dolor empezó a surgir, ya había pasado por eso y sabia que después pasaría pero de mis ojos cayeron unas lagrimas, que bajaron por mis mejillas y cayeron al suelo:

-listo, te duele-preguntaba con la misma angustia que cuando derramo su bebida en mi camisa

Hice un signo positivo, pero le dije que continuara, poco a poco inicio el movimiento de vaivén y fue adquiriendo fuerza cuando mis gemidos hicieron evidente que no había dolor, nuestro cuerpos generaban un sonido al chocar muy especial, yo movía mis caderas hacia el.

Al cabo de unos minutos, sentí un calor dentro de mí, grande chorros de semen se abrieron paso, terminamos muy cansados, nos vestimos el me miraba y sonreía, yo hacia lo mismo, me puse el chaleco que me había llevado y mi camisa la llevaba en la mano salimos del baño.

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