Ensartado por vez primera por tío Fabian
Ya la reunión había terminado y yo me encontraba de pie en el patio de la casa mirando la calle del vecindario.Habiamos celebrado mis 15 años.
Eran casi las 11 de la noche y estaba imaginando cómo sería mí futuro ahora.Divagaba si sería doctor o astronauta,esos eran mis sueños de niño.
Repentinamente,una voz ronca y familiar se escuchó:
— Feliz cumpleaños sobrino!
– Gracias tio Fabian!,contesté abrazandolo.
Entablamos una conversación por varios minutos;mientrás hablabamos, pasaron por mi mente los recuerdos de mi iniciación en el sexo,obra de mi tio Fabian:Tenía 9 años y mis padres me enviaron a casa de mi abuela en tanto nuestra casa era ampliada.Eramos vecinos y las casas se comunicaban por un pasillo de unos 6 metros rodeado de arbustos y plantas.
Yo dormía en la habitación de mí tio Fabian.A los pocos días desperté en medio de la madrugada debido a la presión que él ejercía sobre mí,yo estaba boca abajo y el se frotaba sobre mí trasero.Teniamos nuestras pijamas puestas.Me sorprendí y estaba asustado por aquella situación desconocida para mí.
La situación se repitió por varios días,hasta que una noche él se desnudó y me quitó tambien mi ropa de dormir.Me asustó ver su miembro y me rehuse a hacer lo que él quería,pero amenazó con contarle a mi papá.El miedo de ser hallado culpable y del posible cástigo me llevaron a acceder a sus desmanes.
Nunca llegó a penetrarme (él tenía 24 años y su pene era muy largo y grueso,coronado por una punta gorda y bastante rojiza),me untaba con su saliva y me acariciaba el trasero y al ponerse dura su polla la frotaba fuertemente contra mi culo,corriendose sobre mis nalgas.
Por un año sucedió dicha situación.Ya en mi casa,los años de mi pre-adolescencia los pasé preguntandome si yo era hombre o no: cuando sentía apetito sexual me masturbaba y siempre quedaba con un vacio o quizás un fuego en mí que no se mitigaba;comencé a acariciarme el trasero y hasta meter un dedo en mí ano y me masturbaba pensando en tio Fabian.
Todos esos recuerdos me rondaban la mente esa noche de mis 15 años,cuando hablaba con mi tio.De pronto,el se despidió diciendo:
— Bueno sobrino,más tarde te compraré un regalo,ya que no te traje nada.
En eso, una idea o tal vez la fuerza de un deseo reprimido me impulsó a decirle:
– Para que esperar hasta más tarde si ahora mismo puedes darme un regalo que tanto he querido,tio.
Presto tomé con mi mano su paquete, puse una de sus grandes manos sobre mis nalgas y proseguí:
– No tienes por que sorprenderte tio,pues tú eres el culpable de crear en mí éste deseo.Quiero tener tu verga no solo entre mis manos,sino lamerla,chuparla,tenerla toda en mí culo y que te corras dentro de mí.Quiero que me bañes de tú leche,si tio,que te corras sobre mis blancas nalgas,en mi espalda,en mi cara,en mi boca.Quiero beber tú leche tio!.
– Mira cómo ha crecido mi trasero,he soñado con dartelo a tí y a nadie más!.
Colgandome de su cuello me empiné hacia él y uní su boca con la mía apasionadamente; luego de unos segundos se separó un poco y me miró fijamente.
Pensé que iba a golpearme o a rechazar de alguna otra manera,pero no.Tomandome de la mano dijo:
— Vayamos a mi habitación.
En tanto nos dirijiamos a casa de mi abuela,mi corazón palpitaba acelerado ante la expectativa de lo que estaba por acontecer…
Ya en su habitación,me dijo que esperara mientras salia a buscar algo.Regresó con una botella de vino y un par de vasos.
Puso música suave y libando aquel vino, conversamos unos minutos.
De pronto dijo:
— Quitate la ropa y acariciate el trasero!
Rápidamente lo hice.Movia mi cola de un lado a otro,apretaba y daba palmadas a mis redondas y blancas nalgas.
— Guau sobrino,de verdad que te has desarrollado!.Tienes uno de los traseros más bonitos que he visto,casi parece un corazón.
(Ciertamente mis caderas son más anchas de lo normal que la mayoría de los hombres,de paso mi torso y brazos eran delgados.Eso resaltaba mi trasero al desnudo).
El se levantó y se sacó la camisa diciendo:
–Es hora de que abras tú regalo!
Me incliné y abrí su cremallera,tomando aquel garrote que tanto deseaba.
Lo acaricié un rato con mis manos.Empecé a lamerle los cojones y fuí paseando mi lengua de arriba a abajo a medida que su polla crecía.La gorda punta roja apenas entraba en mi boca.
Una vez despojado de los pantalones,se reclinó en la cama.Me dijo que subiera a ella, estuviera de lado y a cuatro patas.
Me untaba saliva en el culo ,me acariciaba.Yo seguia lamiendo y tratando de meter, lo más posible ,su gran verga en mi boca.
Sentí que introducía un dedo en mi ano,echaba más saliva,luego dos,finalmente tres.
Yo estaba caliente y empujaba mi trasero contra su mano para que aquellos dardos entrarán completamente.Mi boca ya dejaba ir y venir su pija sin mucha dificultad,el contacto con las venas de su pene me pusieron más cachondo.
Sacandola de mi boca, le pregunté:
-Tio,¿alguna vez haz medido tu verga?.
— Una novia lo hizo con una regla : es de 27 centimetros.
-y crees que yo pueda con estó?
–Ahora lo veremos!
Se levantó y de su mesa de noche saco un pequeño frasco con un líquido aceitoso.Esto es lubricante,dijo,para ayudar.
Echo generosamente aquel unguento en mi culo.Fué introduciendo unos,dos y hasta tres dedos,hasta que iban y venían sin dificultad.Tambien aplicó sobre su pene.
Hizo que bajase mi cabeza sobre la cama,de manera que mi trasero quedara en el aire,expuesto a su merced.
Cuando su gran palo se recostó entre mis dos nalgas,mi corazón latía asarozamente.Una mezcla de deseo y miedo se agolpaban en mí.Me dijo:
–relajate!,toma un poco de vino.
Me dió un vaso casi lleno y de un solo trago lo vacié.
–Vamos a gozar los dos,si?
-Si amor haz de mí lo que quieras,le dije.
Puse de nuevo mi trasero al aire y él acercó aquella gorda cabeza a mi culo.Con ella frotaba la entrada de la caliente cueva.A medida que frotaba,fué empujando hasta que la sentí entrar y suspiré.Siguió introduciendo poco a poco,centimetro a centimetro su ardiente polla,sus cojones chocaron con mi culo.
-Al fin,pensé,tengo en mi culo esta gran verga que tanto he deseado.
Así,Fabian me indicó que meneara el trasero para que se acostumbrara a la presencia de aquel cachondo invitado.
Cuando comencé a gemir,él saco un poco su pija y la volvió a meter con cuidado.Lo repitió varias veces.Llegó el momento en que me desaté de deseo y daba culazos contra aquel viril chaparro.
Mí tio tambien se desenfrenó y empezó a cojerme duro;su miembro iba y venía cada ocasión más duro y más rápido,a tal punto que llegaba a salir por completo y de un solo golpe me lo metía hasta el fondo.Me excitaba el choque de sus bolas contra mi ardiente culo.
A pesar del dolor le pedía más y más.
Comencé a temblar y me desvanecí por completo sobre la cama.Él seguia dandome duro,sus manazas sujetaban mi cintura y me enloquecía.Besaba mis hombros y mejillas,mordisqueaba y lamía mis orejas.
En medio de mis jadeos le pedi que besara mi boca,metió toda su lengua y me puse más desaforado.Yo levantaba mi trasero contra su vientre,su gran verga y mi culo se encontraban en un ardiente choque.
Finalmente dijo:
–sobrino me corro!!
Clavó hasta el fondo su enorme pene y gemí de placer al sertir los chorros de aquella leche caliente que eran bombeados en mis entrañas.
Fabian suspiró de placer;al rato yo me corri frotandome contra la cama.
Nos quedamos dormidos,tumbados uno sobre el otro, unas horas.
Estaba amaneciendo ,besé su boca y la verga, salí corriendo pues era día de clases.
Me bañe y al ver en el espejo mi culo roto,me masturbé pensando:!me han desvirgado y fué quien tanto soñé,mi querido tio Fabian!.
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Un comentario:
Spoken
octubre 21, 2023 at 6:20 am
Que relato mas rico, me tiene muy mojado