La familia
Me llamo Enrique, actualmente tengo 25 años, siempre fui blanco, cabello chino, ojos grandes y verdes y siempre fui nalgón.
Esta historia paso me pasó cuando tenía unos 12 años y acababa de salir de la primaria.
Mi tío (Genaro) que vive en el Estado de México me invito a su casa junto con su hijo (Ricardo, en ese entonces dos años mayor que yo) a nadar y de vacaciones,
mis papás aceptaron sin ningún problema y estaría todo el verano con ellos.
En la primera semana todo era diversión y juegos, nadábamos y veía a mi tío musculoso y lleno de pelos (eso me llamaba la atención) y a mi primo igual con algunos pelos,
eso era mi perdición y siempre nos llevaba de comer pizza, o lo que quisiéramos,
una noche de lluvia de verano se fue la luz y a mí me daba miedo estar sólo en una casa tan grande
así que corrí a la recamara de mi tío y abrí la puerta y fue cuando vi a mi primo chupando la verga de mi tío y me llamo la atención,
pero no dije nada,
solo me quede parado y mi tío me vio y le pregunte que estaba pasando me dijo que no pasaba nada,
que Ricardo le estaba dando besitos porque se había lastimado, que si quería podía darle besitos también para ayudarlo,
honestamente dude un momento, pero me llamaba la atención su tamaño,
era grande, lleno de venas y cabezón (calcule unos 20 centímetros) y estaba rodeado por mucho pelo,
además sus huevos eran igual de grandes.
Me acerque con miedo y mi primo me dijo que lo hiciera como él lo hacía y que no usara los dientes,
que pensara que era un helado y al final abría una sorpresa.
La chupe siguiendo a mi primo y mi tío bufaba y nos agarraba la cabeza con sus manos grandes,
nos acariciaba el cuerpo y nos hizo quitarnos las playeras para poder disfrutar mejor.
Mi primo pasaba la lengua con mucha destreza, incluso pasaba su lengua por mis labios y me decía que fuéramos de abajo hacia arriba,
que le diera besos en sus testículos y que si quería me lo metiera a la boca y que después subiera con mi lengua por el tronco hasta su punta y que me la metiera ala boca.
Estuvimos así unos 10 minutos hasta que nos dijo que se iba a venir,
no sabía que era eso, pero mi primo aprovecho para que me metiera su verga en mi boca y sentí chorros de semen en mi boca que se me escapaban de la boca,
a lo que mi primo atino a rescatar ese semen que se escurría con su lengua.
Termino de correrse y me dijo mi tío que le diera un beso a mi primo, para pasarnos la leche;
mientras nos hacía señas para acostarnos junto a él me iba diciendo que su leche tenía muchos nutrientes y que no tenía que desperdiciarla y que me la tomara para estar grande y fuerte cómo él.
Me quede dormido mientras lo abrazaba y sentía todo su pelo en mi cuerpo.
A la mañana siguiente me despertó mi tío con un beso en la boca mientras me acariciaba y me cargaba hacía él para quedar encima de él.
Mi primo estaba a un lado de él viéndonos cuando veo que se le comenzó a parar su verga y me dijo mi tío que, si le hacía lo mismo que le hice a él con el pene de Ricardo,
yo pregunte por qué y él me dijo que era para aliviarle el dolor.
Le dije que sí y me enseño su pene que si bien no era grande como el de su papá si era de buen tamaño;
media unos 14 cms., y era rosa y apenas tenía pelos en sus huevos y pelvis.
Mientras recordaba cómo hacerlo,
mi tío me comenzó a quitar el pantalón y me besaba mis nalguitas, y mi anito, a mí me hacía muchas cosquillas.
Estuvimos así unos cinco minutos hasta que mi primo me separo de su verga,
yo me asuste y le pregunte que pasaba y me decía que quería darme una inyección;
mi tío dejo de lamerme mi culito y me hizo cambiarme de lugar, de tal modo que yo quede con mi tío enfrente de mí,
besándome la boca y mi primo comenzó a meter su verga en mi anito,
me lastimaba, pero cómo mi tío me estaba besando y me abrazaba pues sentí rico.
Cuando mi primo estuvo completamente dentro me acariciaba mis nalgas, me las apretaba un poco, se movía mucho, pero mi tío me besaba y abrazaba y me decía al oído que estaba listo para la inyección.
Pasó un minuto así hasta que mi primo se vació en mí,
y cuando sacó su verga tenía sangre y un poco de popo, yo me preocupe,
pero mi tío me dijo que no me preocupara, que eso era de lo que me curaba,
de la sangre y que, si quería seguir sano, tenía que hacer lo que ellos decían.
Al día siguiente llegó otro primo mayor que yo por un año, con el que continuamos haciendo eso.
Te puede gustar: Una noche mas?