¿Quién es el hombre y quién es la mujer en una relación del mismo sexo? ¿Quién es el macizo en las relaciones gays? La principal pregunta de este corto escrito es: ¿quién les ha dicho que en todas las relaciones hay un hombre y una mujer? ¿Saben qué tipo de contexto tienen las primeras preguntas?
Es normal escuchar este tipo de preguntas. Es común porque vivimos en un país heterosexualizado, donde toda persona es heterosexual hasta que se compruebe lo contrario. Donde todo radica en lo convencional. Lo extraño es cuando algo nuevo se nos atraviesa. Cuando por simple holgazanería no indagamos en nuevos temas, tales como en la comunidad de personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales (LGBTI). No es malo hacer preguntas sobre la comunidad LGBTI. Lo erróneo está en salir de la ignorancia solo hasta que nos topamos frente a frente con una realidad que vivimos todos los días. Lo dañino es no instruirnos previamente para afrontar esa realidad con normalidad.
En las relaciones homosexuales hay dos hombres o dos mujeres. Por eso son relaciones de personas del mismo sexo y no relaciones heterosexuales. Es decir, hay DOS HOMBRES o hay DOS MUJERES. Lo preocupante de todo esto es que tal pregunta surge porque tenemos predispuesto roles de género en las relaciones. En una pareja heterosexual, para algunos, el hombre paga, trabaja, se enoja y se pone ebrio; la mujer es sumisa, llora, cocina y hace la limpieza. ¡Y claro, no tiene voz ni voto! El hombre es el fuerte, el que domina; la mujer es la débil y la que sigue al hombre.
¡Por supuesto que es preocupante lo anterior! En una relación heterosexual y sensata no sucede esto. El hombre puede invitar, pero porque desea hacerlo y no por ser hombre. La mujer cocina porque puede amar cocinar, pero no lo hace por ser mujer. En una relación cuerda, al hombre no le indigna pagar a cada quien lo que consume o que la mujer pague la cuenta de ambos. No le indigna porque eso no lo hace ser menos hombre.
En una relación en esta época se supone que la mujer decide y no deja que otros decidan por ella. En una relación, en este milenio, en este año, en este día, no hay roles para hombres y roles para mujeres. Simplemente hay dos personas que conforman una relación. Solo personas.
En referencia a lo anterior, creo, con total tranquilidad, que en una relación de personas del mismo sexo no hay “un hombre y una mujer”. Hay dos hombres o dos mujeres. Aunque, lo más importante, como he dicho antes, hay dos personas que conforman una relación, independientemente del género de ambos. Una relación en donde los roles de género no existen.
Es así como esas preguntas tan inocuas que mencioné al principio no tienen contexto en esta época. En esta época en que los roles de género han desaparecido -o deberían haber desaparecido- y con ellos costumbres y tradiciones que se amparaban en una época patriarcal. No veamos las relaciones como un producto social hecho entre un hombre y una mujer. Veamos a las relaciones, en esta época en donde la diversidad sexual existe, como la conformación por dos personas que se atraen física y/o emocionalmente. Porque en las relaciones, tanto heterosexuales u homosexuales, no hay un hombre y una mujer, sino que hay dos personas.
Dos personas donde ninguna manda y ninguna se somete.
