Llevábamos ya tres horas hablando de sexo al mismo tiempo que bebíamos asi que ellos estaban ya totalmente desinibidos, incluso Francisco que era mucho más reservado que ALex.
Primero les pregunté que cosas les ponían más cachondos. Empezaron a reir como adolescentes, uno decía que si las tetas, el otro que los culos de las latinoamericanas.. vi que por ahí no conseguiría sacarle sus más oscuras fantasías nocturnas…
.-Hey, pero verdad que las tias son mazo rajadas para follar? Que si tienen escrupulos con esto, que si lo otro es una guarrada…
.-YA TE DIGO!!! es la ostia, les da asco todo! .- Gritó Francisco. Respondió al instante, desde el fondo del alma, como si confesase una gran frustación.
.- Y que cosas os molaria hacer con ellas si les molase lo mismo k a vosotros?
.-Buah… darle unos buenos pollazos en la cara antes de que me la coman, y que me la comiesen con ganas, no a base de besitos de cria.. que parece que tienen en las manos un peluche colega… .-Respondió francisco
.-Ya te digo, y poder hacer las cosas de las pelis porno, lefarles la cara y que te pidan más. Metérsela por el culo como Nacho Vidal, que parece que las va a rebentar… .-Respode Alex.
Pero ahora ya no respondían con risas nerviosas, respondían con hambre, con sinceridad, con los ojos totalmente brillantes.
Siguieron un buen rato citando varias cosas, entre ellos, a mí me dejaron un poco de lado, así que di por fracasada mi estrategia.
A la media hora decidimos irnos a dormir. Como mi hermano se había encontrado mal fue a acostarse dentro de casa, en mi cama. El dormía fuera, en una tienda de campaña que puso en el jardín para él y para sus colegas pues en casa no cojía más gente ya que en la cama de mi hermano dormía una tia abuela que había ido a pasar una semana con nosotros.
Así fué que me tocó irme a dormir a la tienda, con ellos.
Me quedé dormido rendido por el alcohol aún teniendo una erección que persistía desde hacía cuatro horas, cuando empezamos a hablar de sexo.
Al poco rato Sentí un peso sobre mi, también sentía algo sobre mi cara y un fuerte olor que reconocí rapidamente. Era un tufo a polla increible, tan fuerte que parecía penetrarme en el cerebro como si fuese cloroformo. Entreabrí los ojos y aún en la penumbra pude distinguir el cuerpo de Alex desnudo sentado sobre mi pecho restregándome su polla por la cara.
Cuando vió que yo estaba despierto por fin me dijo con tono serio y rotundo:
.-Shhh… tu eres maricón y no te vas a asustar de nada.. asi que quédate quieto y no digas una palabra, está bien?
Miré a la izquierda, Francisco parecía estar dormido. Volví mi cabeza hacia Alex y asentí.
Continua…
