Mi amigo de la secundaria - relatos gay

Mi amigo de la secundaria

Era una mes frío de Junio, justo para el receso de invierno de la Universidad cuando me mudé al piso de un amigo de la secundaria, Max.

El era estudiante de la carrera de lenguas extranjeras y a la vez era docente de inglés en varios institutos privados.

Su departamento quedaba a unas pocas cuadras de la facultad donde ambos concurríamos, él a lengua extranjera y yo a comunicación social desde hacia un año solamente.

El me llamó para ofrecerme un lugar en su grande departamento por que trabajaba mucho y la casa quedaba muy descuidada,

tanto como para la limpieza como para los ladrones.

Acepte su invitación por que yo aun vivía con mis padres y eran bastantes insoportables por cierto.

El trato era que el pagaba el alquiler y el teléfono,

mientras yo pagaba la electricidad y el agua corriente, me pareció bastante razonable pues el departamento contaba con 3 habitaciones,

una de Max y otra la había convertido en biblioteca y estudio a la vez ; aun quedaba lugar suficiente para mi y mis cosas.

Aunque habíamos pasado toda la secundaria juntos y conversado mucho,

Max no conocía ese pequeño detalle en mi, algo que el nunca esperaba… que yo era gay.

Siempre fui muy tímido y cerrado en cuestiones del amor,

el se pasó toda le secundaria estudiando duro para obtener becas y trabajos -enseña desde los 16 años-

pero era poco agraciado y no daba mucha importancia a las chicas, o eso es lo que pensaba.

El tema es que el y yo no teníamos muchas cosas para charlar en campos como el sexo o el amor.

Antes de empezar la Universidad, al principio de ese año,

nos alejamos un poco por que él ya había ahorrado bastante dinero como para independizarse y se mudó al centro de la ciudad.

Durante unos 9 o 10 meses que no nos veíamos re-descubrí a mi amigo totalmente cambiado,

su cuerpo alto y gordo se había vuelto esbelto y musculoso,

sus amables ojos en su cara con acné se tornaron cansados y su piel ya demostraba unas arrugas por el trabajo.

Me alegré mucho cuando me llamó para ofrecerme lugar en su departamento,

pero nunca me hubiera imaginado que el hubiera cambiado tanto,

siempre lo admiré por ser trabajador y bueno con la gente,

pero no me lo imaginaba como un latin lover que era perseguido por alumnas!

Yo no había cambiado mucho en ese poco tiempo, solo que mi cara dejó esas manchas que solía tener pero nada más.

Seguía teniendo el mismo cuerpo atlético y casi adolescente de siempre.

Corrían las primeras semana de Junio cuando Max me anunció:

-Me dieron una noticia increíble en el trabajo

-Te van a pagar el doble! Justo como querías

-Pero si no es nada de eso!

-Entonces?

-En el Instituto de la calle San Martín, el de Graciela, comienzan un programa de intercambio…

-y?

-Déjame terminar! Bueno, un chico y una chica canadiense se van a alojar con los profesores.

-Uy, que bueno.

-Pero la mala es que por que vivimos los dos solos, y a la chica no me la quieren dejar acá.

-Que bajón, che- acote distraído-

-Pero lo mismo esta bueno, vas a poder mejorar tu inglés con un nativo viviendo con nosotros.

-Si, esta buena la idea.

El ya estaba subiendo las escaleras para dejar su maletín en el estudio y se dio vuelta.

-Ah!, vas a tener q compartir la habitación con él. Por que no me pienso quedarme con el en la cama matrimonial que yo tengo.

…Y conmigo? Pensé maliciosamente.

-Bueno, con tal que no tenga que dormir en el piso o en el sofá…

-Con eso no hay problema,

mi hermana me va a prestar una cama para que subamos, es que vos tenes mas lugar que yo en mi habitación.

-Bueno, después hablamos-le conteste- me voy a comprar las cosas para hacer de cenar, acordate que vos tenes q lavar los platos.

-Si, me tardo un rato por que me voy a conectar para chatear con mis amigos de España y bajo.

-Listo, yo vengo y cocino.

No me considero afeminado ni tampoco muy rudo, pero debíamos hacer las tareas de la casa entre los dos,

aunque Max trabajara tanto no íbamos a pagar a una mucama si yo no tenia trabajo y podía darle una mano con las tareas de la casa.

Cenamos tranquilos esa noche viendo una serie de Fox que le gustaba ver a Max, y me acosté con la notebook de él en mi regazo.

Max no era mezquino y compartía todas sus cosas conmigo, aunque a veces me gustaba demostrarle mi agradecimiento,

pero el mundo lo había tratado tan fríamente que el era un poco distante.

En la secundaria se había enamorado dos o tres veces y las chicas siempre lo habían rechazado,

su casa era un caos de padres con problemas todos los días, hermanas q quedaban embarazadas y muchos líos que solo a mi me contaba.

Luego de apagar la notebook por que terminaba un trabajo,

salí de mi habitación con unos pantalones de algodón gris y sin remera- así solía dormir-

y camine por el pasillo para dejar la computadora en el estudio,

pero al pasar por la habitación de mi amigo se me ocurrió dejarle la maquina allí por si la necesitaba en la mañana temprano,

pasé sin tocar la puerta pues el se dormía temprano y me encontré con un cuadro muy conmovedor y triste a la vez.

El estaba acostado de lado con una almohada entre las piernas y los brazos, como abrazándola y a la vez lloraba lentamente como aceptando una muerte.

Dejé la computadora en un mesa y encendí la luz de la lámpara.

-Que te pasa?

-Nada Germán, nada

-Pero mírate, estas hecho mierda, deja de llorar.

-Es que no puedo…

-Contame que te paso, dale.

-Me lo hicieron de nuevo, me volvieron a rechazar.

Sentándome al borde de la cama le contesté

– Ya esta, déjalas q se mueran solas, no ves que se están perdiendo a la persona mas maravillosa del mundo?

-Parece que en vez de ser la mas maravillosa soy la peor escoria q hay…

-Sos buenísimo, trabajas bien, sos lindo, que mas pretendes?

-No se, parece que hay personas destinadas a pasar su vida solos.

-Ya esta, deja de llorar.

-Bueno, anda a dormir que a mi ya se me pasó, ya estoy acostumbrado a esto pero no me deja de doler.

-No me voy a ir hasta que estés mejor.

-Realmente, anda, ya esta.

-No, me quedo con vos- y me acosté encima de las frazadas

-Gracias Germán.

Lo abrazé y sequé las lagrimas de su rostro maduro y con mil preocupaciones,

aunque teníamos la misma edad, el parecía un padre comprensivo mas que un amigo de toda la vida.

-Shist, ya esta, ya esta.

Lo tuve abrazado un rato hasta que noté que su respiración si iba haciendo regular y se quedó dormido en mi pecho.

Me dispuse a irme cuando lo mire a la cara, estaba durmiendo como un angelito y su cara había dejado de sollozar.

Me dolió mucho que no encontrara a nadie que lo quisiera, el que era tan bueno y trabajador.

Yo había tenido una única pareja en la secundaria, Ariel, y el me había amado como yo a él,

pero Max era diferente, además de ser hermoso era bueno como el pan y a la vez firme en cada paso o decisión que tomaba, mi pobre amigo…

Apagué la luz de la lámpara y decidí quedarme con él, aparté las frazadas y las sabanas y me acosté junto a él,

le quité la almohada de los brazos y noté que estaba en bóxer,

un boxer azul ajustadísimo que marcaba cada centímetro de ingle y piernas que cubría.

Max se despertó mientras lo estaba mirando atento y se extrañó de la situación.

-No te voy a dejar solo en un momento como este, o sino para que están los amigos?

Sonrió paternalmente y me abrazó dándome las gracias.

Conversamos un poco más y se quedó dormido.

Yo aún con mis pantalones largos puse mis piernas entre las de él para poder estar más cerca,

acaricié sus piernas debajo de las sabanas y me di cuenta que sus muslos eran fuertes y peludos,

pero debajo de la rodilla sus piernas no eran tan pobladas.

Max se dio cuenta que cada vez le apretaba mas sus pezones hinchaditos y se despertó sobresaltado.

-Germán…-me amonestó entre bostezos- que haces?

-Shhh, vos me necesitas

-Córtala ya y ándate a dormir a otro lado!

Yo ya estaba a mil cuando el me obligó a dejar la cama y notó mi bulto entre las piernas.

-Encima la estabas disfrutando depravado

Su voz no sonaba como enojado ni furioso, sino divertido, como cuando un niño hace una travesura pero no se puede contener la risa.

-Vení, vamos a hablar

Regresé apenado y muy avergonzado de que el me hubiera hallado en esa situación,

el era muy superior a mi en muchas cosas, era como si mi madre me hubiera encontrado masturbándome,

la vergüenza era la misma.

Me tomo con sus fuertes brazos y me abrazó fuerte.

-Por que haces esto Germán? Yo nunca pensé que…

-Si Maxi, soy gay

Me apretó entre sus brazos y volvió a sonreír tan paternalmente.

-Bueno, tal vez sea tiempo que yo pruebe con hombres y deje de ser rechazado por mujeres, no te parece?

No conteste por que me besó el cuello y me dio un escalofrío en todo mi cuerpo,

ese era mi amigo el gordito de toda la vida y ya me estaba por coger!

Me sacó mi pijama y me tiró encima de él,

me besó con tal intensidad que me olvide de él como mi amigo,

ahora era un machote hermoso que necesitaba cogerse cualquier cosa.

-Seguí haciendo lo de recién- me ordenó

Obedientemente me tire en su amplio pecho y comencé a morder sus pezones hinchaditos mientras el me acariciaba la espalda con fuerza,

yo seguía en mi faena bajando por su torso por un camino indicado por un perfumado conjunto de vellos negros y lacios,

cuando me metió las manos debajo de mi slip y empezó a masajear mis glúteos como si fueran pedazos de carne fresca,

me busco el ojete hasta ese momento virgen y comenzó a juguetear con mi rajita peluda,

era ahora él el que tenia control en la situación,

recordé como se lo abrí a Ariel por primera vez y se me paró mas, pegándose a mi abdomen,

las lagrimas de Ariel que me pedían que no le metiera mas cosas en el culo me excitaron mas y mas mientras Max comenzó e presionarme su paquete en mi cara,

me incorporé pero Maxi era mas fuerte que yo, me tiró en la cama y se sacó el boxer que estaba por explotar, y me metió de una sola vez su sexo,

se movía rápido dentro de mi y yo no sentía dolor, solo incomodidad, pero mi sexo estaba húmedo y duro,

Maxi seguía moviéndose increíblemente rápido y con sus manos me apretaba las bolas cargadas de semen que estaban tensas y duras.

Sus embestidas eran fuertes y me movían entero,

me estaba por desarmar pero aun seguía con mis bolas en sus manos moviéndome contrariamente a la dirección que el seguía,

que rico cogia mi amigo!

Mi sexo ya estaba muy mojado cuando el me empezó a masturbarme, cada ves me lo metia con mas fuerza y su mano era igual de veloz,

estaba delirando por Dios!

El placer se derramo dentro mío a chorros viscosos y calientes,

sentí lo que habia sentido Ariel cuando éramos pareja, pero yo nunca habia tenido esa energia ni fuerza que tenia Max,

el era mas masculino y fuerte que yo, mi cuerpo agil se deshizo del sexo de Maxi y su mano se llenó de mis fluidos blanquecinos que el rechazó rapidamente.

Me tomó como a un bebé y me llevó a la ducha para deshacerse del semen que quedaba en su mano;

y nos duchamos con agua tibia, el me limpio mi rajita que estaba pegajosa mientras me besaba.

-Coges muy rico Maxi

-Gracias, es que hacia tiempo que estaba en abstinencia.

-Pues de ahora en adelante me parece que no vas a tener tregua.

-¿Te gustó tanto?

-Tu energia es hermosa, quiero que me cojas todos los dias y yo te amaré tanto como vos te dejes.

-Si?

-Si- conteste mientras lo abrazaba y jugueteaba con los pelos de su nuca- pero el que viene de Canada no nos va a cortar la fiesta?

-pregunté preocupado.

-Cuando este el acá no vamos a poder estar juntos, pero por lo pronto vos te quedas a dormir en mi cama.

Me dio vuelta y me sentó en el lavadero del baño,

donde mis piernas salían por los bordes, me buscó la raja oscura que había desvirginado y con su sexo aun caliente me perforo esta vez de frente con mas fuerzas que antes,

me resbalaba de lavadero y me tome de sus anchos hombros mientras el seguía besándome y cogiéndome fuertemente,

mi sexo aun no se recuperaba del primer round pero comenzó a levantarse de a poco mientras Maxi volvía meterme sus sexo tan fuerte y rico mientras me zamarreaba entero,

mi sexo resbalaba por el abdomen de Maxi y el lo tomo apretando con su enorme mano cada milimetro de carne.

Terminamos exhaustos y bañados en semen de nuevo,

toda su pancita y su pecho estaban decorados con mis blancos liquidos y mi raja de nuevo estaba repleta hasta mis huevos de dulce leche de Maxi,

esta vez nos bañamos solos por que Maxi me dijo que era bastante por ese dia , que aun teniamos una semana antes que llegara el estudiante de intercambio y aun quería probar muchas cosas conmigo.

A partir de ese dia empezamos a compartir su cama matrimonial en las noches después de una ducha dormiamos abrazados el uno al otro,

mi amigo se habia vuelto en un vicio para mi, pero el solo me cogia como un pedazo de carne fresca,

no me amaba como lo había hecho Ariel, aunque yo me empecé a enamorar de el.

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