La adolescencia es ese momento de cambios en el que los jóvenes descubren su identidad sexual. En algunos casos el niño se identifica como homosexual y esto puede generar una serie de angustias o dificultades tanto para el joven como para el entorno, pero no hay de qué preocuparse.
La homosexualidad es la orientación sexual que manifiesta una interacción y atracción física y emocional hacia individuos del mismo sexo. Este descubrimiento no sólo es importante para el niño o adolescente, también lo es para los padres pues descubren que tienen un hijo gay o una hija lesbiana. Ante esta situación surgen innumerables preguntas cuyas respuestas varían en función de diferentes aspectos como las creencias religiosas, ideales fuertemente arraigados sobre la familia tradicional o, quizá, el miedo a lo que les pueda pasar en la escuela.
“Mi hijo es homosexual”: Preguntas más frecuentes de los padres
¿He hecho algo mal?
Es una pregunta habitual, sin embargo, que un hijo sea homosexual no es nada malo. Nadie sabe cuáles son las causas de los diferentes tipos de sexualidad pero, a día de hoy, es más que normal que una persona descubra abiertamente su orientación sin ningún tipo de tabú y en nuestra mano está normalizarlo.
¿Lo pasará mal en su vida?, ¿repercutirá a la hora de encontrar trabajo, ¿sufrirá agresiones en la escuela?
Afortunadamente la homosexualidad está cada vez más aceptada en nuestra sociedad, pero cabe la posibilidad de que esto ocurra. Todo va a depender de dónde elija vivir, cómo sea el ámbito que le rodea y cómo se comporte. Es importante que los padres mediante el amor y la confianza hagamos que los menores se encuentren seguros y apoyados en casa, eso les ayudará a afrontar con mayor confianza y seguridad en sí mismo cualquier problema que surja a raíz de su condición sexual.
¿Se lo decimos a la familia y amigos?
Siempre está el típico miembro o amigo de la familia que pregunta a los jóvenes por sus parejas y, generalmente, se hacen estas cuestiones con connotaciones heterosexuales. Es normal que nos planteemos hablar con nuestro círculo sobre el tema, pero antes de contarlo deberíamos aceptarlo nosotros mismos y, por supuesto, tener el permiso de nuestros hijos para tratarlo con otra gente.
¿Qué deben hacer los padres cuando se enteran?
1. No estás solo
Como padres, debemos demostrar a nuestro hijo que estamos a su lado y que tiene nuestro apoyo incondicional. Existen numerosos recursos que nos ayudarán a encaminarnos hacia el entendimiento y la aceptación, como por ejemplo grupos de familiares en la web.
2. Reconoce la fortaleza y el valor de reconocer su homosexualidad
Asumir la sexualidad y contárselo a los padres requiere un gran esfuerzo por parte del adolescente. Depende de nosotros responder con valor, compromiso y amor. Si nos enteramos de su orientación por otra fuente hay que evitar confrontarlo y darle su espacio para que encuentre su momento.
3. Tu apoyo es muy importante
La reacción de los padres a su orientación o identidad de género tendrá un impacto significativo en sus vidas. Los jóvenes rechazados por su familia están en mayor riesgo de sufrir depresión, abuso de sustancias o, incluso, suicidio.
4. Da la cara por tu hijo si lo molestan fuera del hogar
Puede ocurrir que fuera del hogar sufra algún tipo de acoso a raíz de su orientación sexual. Nosotros como adultos no podemos consentir que esto ocurra y deberemos tomar las medidas necesarias y acudir a quien haga falta. Aseguremos a nuestros hijos que estamos de su lado.
5. La homosexualidad no es pecado
Hay que reconciliar la situación con nuestras creencias religiosas. Algunas iglesias cristianas han dejado de considerarlo como pecado y, de hecho, el propio Papa Francisco ha expresado abiertamente su aceptación hacia la población LGTBI.
6. No trates de cambiar la orientación sexual de tu hijo o hija
La homosexualidad no es antinatural ni opcional. Según la Asociación Americana de Psicología (A.P.A), una de cada 10 personas es homosexual y no eligen su condición. Los expertos en salud mental alertan sobre el riesgo que conllevan las terapias de conversión, son ineficaces, inmorales y conducen a la depresión, por lo que no son una opción.
La orientación sexual de tu hijo forma parte de su identidad, por lo que debe ser respetada y aceptada incondicionalmente. Si es algo que te genera malestar o incertidumbre, busca asesoramiento y trabaja esos aspectos en ti mismo, no le traslades tus temores o rechazo. Él merece lo mejor de sus padres y, eso, es su aceptación y apoyo incondicional.