Seduje al capitán del equipo mexicano
Desde muy niño mis papás me llevaban a entrenar a un equipo de fútbol de mi ciudad. Fui creciendo y fui encontrando el amor en ir todas las tardes a ese campo a patear la pelota. conforme mis hormonas iban despertando, la pasión, el deseo, el morbo de ver a mis compañeros cambiándose en los vestidores me invadía el cuerpo.
Fui seleccionado como uno de los mejores y pude entrenar con el capitán del equipo, que era quien tenía mis deseos mas sucios sobre mis pensamientos. Deseaba conocerlo mas a profundidad, estar a solas con él.
Afortunadamente eramos de la edad y nos empezamos a llevar muy bien, compartir intimidades y cosas de amigos. Lo invitaba a mi casa y él a la suya, nos quedábamos a dormir juntos y ya no podía controlar esas miradas indiscretas que se me escapaban. Él las comenzó a notar y lejos de disgustarle parecían gustarle.
Me confesaba de sus amoríos con hembras, dejándome totalmente celoso. Él solamente se reía de mis acciones, con una sonrisa coqueta que me terminaba derritiendo.
Fue él alcohol quien provocó un acercamiento mas profundo entre los dos, entregándome completamente a él después de una practica de fútbol. Habíamos terminado de entrenar y nos fuimos a mi casa pues mis papás no iban a estar. En el calor de la juventud, compramos un poco de alcohol clandestinamente. Eramos unos inexpertos en esos temas por lo que un par de sorbos hicieron que la realidad fuera más sugerente.
Con las platicas de lo cachondo que él andaba y de las ganas que tenía para follar, no resistí mas y le agarré su verga sobre ese short que le quedaba tan bien. Él se quedó quieto, no hizo nada.
Yo comencé a acariciarlo mas y más hasta que lo besé. Opuso algo de resistencia pero se fue dejando llevar por el momento, por mis manos y sus deseos lujuriosos. Termino dándome lo que siempre había querido sentir, su verga dentro de mi ano mientras yo lo montaba caprichosamente…
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