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Con el novio de mi amiga

Hola me llamo Jeremías, soy de México, tengo 26 años, este relato sucedió cuando estudiaba el primer año en la Universidad cuando tenía 19 años.

Era el mes de diciembre, mi mejor amiga organizo una fiesta por su cumpleaños en casa de su novio, fue una fiesta muy íntima, sólo acudimos 6 personas en total.

Después de la cena, la plática, el pastel y unas copas, cada uno de mis otros amigos, o sea sus invitados fueron retirándose. Yo en ese entonces no tenía auto y realmente vivía al otro extremo de la ciudad, por lo que muy amablemente su novio sugirió que me quedara a dormir.

Admito que desde antes el novio de mi amiga me atraía sexualmente, era un tipo 25 años, moreno claro, como de 65 kg, semivelludo y con unos hermosos ojos cafés que sobresalían en su perfecto rostro,

la barba partida, labios carnosos, confieso que mis amigos no sabían de mi preferencia sexual pero creo que se la imaginaban.

Les digo que la fiesta fue muy intima, por lo que hubo suficiente alcohol, y todos quedamos medios ebrios, el cuarto de Abraham , era pequeño, sólo tenía una cama la cual era individual,

nos acostamos con la ropa puesta, el traía unos pantalones de mezclilla un poco ajustados y una camisa vaquera.

Al estar en la cama tan juntos, mi mente imagino que se sentirá besarlo, acariciarlo, hacerle sexo oral, sentir su aroma mezclado entre alcohol y sudror, sentirlo dentro de mi, confieso que mi pene ya estaba erecto sólo en pensar, fue cuando me decidí hacerlo.

El estaba profundamente dormido, lo llame despacio para corroborar su sueño, y no recibí respuesta,

entonces lentamente deslice mi mano por su cara, pude tocar esos ojos preciosos y esos labios de tentación; luego uno por uno fui desabrochando los botones de su camisa,

él no se movía, mi adrenalina esta en su punto de ebullición, yo estaba muy nervioso y cada segundo verificaba su sueño, continué con mi labor,

ya tenia su pecho solamente para mi, lo toque despacio, pase únicamente las yemas de mis dedos, sentí que alcanzaba el cielo cuando tocaba sus vellos; con más valor le quite sus zapatos y sus calcetines,

ya me había propuesto tenerlo desnudo para mi; en eso él se movió ligeramente y emitió un sonido placentero, creo que estaba pensando que era mi amiga quien estaba a su lado.

Luego quite su cinturón, al mismo tiempo que besaba sus tetillas y su ombligo, le baje el cierre y pude apreciar que traía un bóxer ajustado de color blanco, que ya estaba mojado de líquido seminal.

Se movió de nuevo y yo aproveche la ocasión para despojarme de mi ropa, yo estaba a mil, si él despertaba y me tocaba seguro eyaculaba.

Batallé para bajarle sus pantalones y cuando por fin lo logré pude apreciar sus ricas piernas de futbolista, con una gran cantidad de vellos, como me las había imaginado, estaba muy excitado, ya me estaba masturbando y no me importaba que él se despertara y me pueda partir la madre.

No podía creer el alto grado de atrevimiento, en ese momento no piensas en nada más que en el placer y disfrutar lo hermoso del cuerpo de hombre y de lo maravilloso que significa ser gay,

el rico manjar, estaba frente a mi, tan cerca, Abraham, ya tenía una erección, le despoje el boxer, observe como niño el juguete que iba a recibir, lo tome suavemente con mis manos, era una verga hermosa, circuncisa, de color oscuro como su piel, de unos 20 cm aproximadamente, levemente curvada a la derecha, con las venas marcadas y le colgaban unos huevos peludos, ricos, que invitaban a chupárselos.

Volví a corroborar su sueño, cayó rendido como piedra, y sin dudarlo metí su rica verga a la boca, primero fue con movimientos suaves, luego fueron mas rápidos , disfrutaba al máximo el sexo oral, sentirme dueño de su pene, era mi hombre deseado, quería sentir su leche en mi boca,

pase la lengua más de mil veces sobre su prepucio, quería tragármela toda, en eso escucho “Así, sigue no pares, lo estas haciendo rico, mmmmm, mmmmm”, en un principio me asuste y deje de hacerlo, me retire enseguida, pero me jalo del brazo y me pidió que continuara con mi trabajo,

ya estaba despierto, disfrutando igual que yo, pudo comprobar que estaba desnudo, y me sujetaba la cabeza para que me trague todo su aparato.

Continue con ese sexo oral que le estaba proporcionando a Abraham, lo hice como todo un experto, chupaba su pene, sus huevos, su ombligo, sus tetillas,

hasta que de repente me abrazo, me beso y me volteo, me dijo “quieres sentirla, la quieres puto, ya me calentaste ahora lo gozarás”, no pensé que me coja, no estaba en mis planes,

sentí como de un solo golpe me la metió, sin lubricarla más que con mi saliva, mi culo ya estaba dilatado, me la metía y sacaba rico, me apretaba las nalgas, realmente el novio de mi amiga le estaba siendo infiel conmigo, pero no me importó sólo quería disfrutar de este sexo brutal, de sentirlo dentro de mi,

y de repente sin avisar sentí dentro de mi muchos chorros de leche caliente, salían sin parar, el elixir de la vida estaba ya dentro de mí. Me masturbe y no tarde en correrme, parte de mi semen cayó sobre la cama, él sólo se rió, y tiernamente me besó.

Luego me confeso, que él sólo se hizo al dormido, que desde el inicio estaba despierto, pero que permitió que yo hiciera mi labor. Anduvo un año más como novio de mi amiga, pero cada vez que quería sexo del bueno venía hacia mí.

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