Con Don Santiago el abuelo de Carlos 8vo relato. - citasgay.org

Empecé jugando y terminé de puto XV

Aquel beso fue el inicio de mi aventura con aquel chico al que había conocido este mismo día, el beso se prolongó un minuto eterno, consiguió meterme su lengua y jugo con la mía, me encantó el sabor de su saliva y lo bien que sabía besar, como si estuviera besando todo el día.

Cuando nos separamos para recobrar aliento me miró sonriente y dichoso.

Ya somos novios, me has hecho muy feliz Sebastian, pero debo confesarte desde ahora que soy muy celoso, me gustaría que guardaras distancia con tu vecino Jorge, no me gusta verle cerca de ti. -Me sentí algo molesto porque quisiera imponerme normas desde ya, pero pensé que no sería bueno comenzar a discutir en nuestro primer día de novios.

Por él no tienes que preocuparte, Jorge es un amigo y nos llevamos bien, me ha ayudado a introducirme en este mundo que es nuevo para mi.

Así resulta que mi vida cambiaba y no sabía si para bien o para mal, de momento gozaría las oportunidades que me ofrecía, tenía a mi tío que que me utilizaba para darse placer y que también yo disfrutaba, siendo una relación bastante extraña y llena de encontronazos, también esta Jorge que visto lo de la mañana no imaginaba donde podía parar lo nuestro ahora que conocía que andaba liado con una chica, también era de mi agrado aunque no veía posibilidad de una relación salvo tener sexo. y ahora mi novio Guillermo que únicamente empezábamos con los besos.

Era todo complicado, más para un niño como yo de trece años que no sabía si era capaz de controlar la situación, de momento dejaría que los días pasaran y ver como evolucionaba todo, mientras disfrutaría lo posible de los tres hombres que por distintos motivos o necesidades perseguían mis favores.

Justamente ese día Jorge me esperaba en el aparcamiento ante el coche de Miguel que estaba dentro, fue un escueto saludo el que tuvimos antes de meternos en el interior. Se le notaba nervioso pero se atrevió a hablar cuando ya llegábamos a casa.

Quería que habláramos un poco si te parece. -Me miraba compungido y como triste.

Bien, puedes comenzar si lo deseas. -No estaba dispuesto a entablar una discusión por cualquier tontería, además quería escuchar lo que tenia para decirme.

Mejor en privado luego en tu casa, si no tienes otros compromisos. -Lógicamente se refería a que mi tío podría estar como la vez pasada esperándome, pero yo no penaba que viniera ya que había hablado por teléfono con él, me dijo que nos veríamos el sábado y hablaríamos, mi tía iba a celebrar el décimo cumpleaños de mi prima Celia y nos había invitado a la comida ese día.

Podemos hablar si quieres, voy a estar solo en casa el resto de la tarde estudiando.

Miguel nos dejó y sin salir del coche volvió a su trabajo con papá. Ibamos a subir cuando le pregunté si quería merendar algo, se le iluminaron los ojos asintiendo. Angelo nos sacó de la nevera unos emparedados que ya tenia dispuestos y con un vaso de zumo los tomamos. Ese pequeño rato cambió el semblante de Jorge y lo vi menos tenso.

Entramos en mi habitación y me senté en un sillón cerca del escritorio mirándolo, él se dejó caer en la cama sentado.

Y de qué deseabas hablarme. -Le pregunté quitándome mis zapatos y calcetines.

Bueno, no se que te habrás imaginado de lo de esta mañana… Isabel es una amiga que conozco del pasado año y… -Le interrumpí para que no me contara la historia al completo.

Ya he visto que es una chica muy guapa, pero no tienes que darme explicaciones, son tus amistades, tu vida, entre nosotros no hay nada salvo que seamos amigos y quiero que sigamos siéndolo. -Se quitó el sudor de la frente con la manga.

Uffff! Me quitas un peso de encima, pensaba que pudo molestarte de como nos viste.

No te preocupes Jorge, tampoco a mi me preocupa, entiendo que te sientas atraído por ella, se la ve preciosa y reconozco que tienes buen gusto. Me quieres dar una explicación que no me debes ya que son asuntos tuyos, pero aprovechando la ocasión quería preguntarte algo.

Mi actitud le había tranquilizado y ahora actuaba como era siempre, aunque frunció las cejas esperando mis preguntas.

Quería que me dijeras lo que sepas del chico que me acompañaba, ya vi que os conocíais. -Enarcó las cejas como sorprendido.

Quién…, te refieres a Guille, el que estaba contigo en la cantina?

El mismo, lo conocí está mañana y me gustaría saber algo de él. -Se me quedó mirando sin hablar, hasta que soltó un abrupto.

Joder!… -De verdad me estas hablando de Guillermo Padilla y Albornoz? En serio que no sabes quién es?

Pues no, ya te he dicho que lo conocí esta mañana por un accidente que tuvimos y hemos hablado poco, aún no conozco a los miles de estudiantes del colegio.

Pero si a Guille lo conoce todo el mundo, será el futuro capitán del equipo de fútbol según se rumorea, todo el mundo anda tras él, su familia la compone un clan de poderosos empresarios que tienen altos cargos en el gobierno, un tío suyo es senador, no me jodas que no lo sabías!…

Sinceramente no me pareció que fuera tan famoso, no tiene aspecto de serlo.

Wow!, no te ha funcionado el radar Sebastian, él no se quieres hacer notar pero puedes preguntar a tus primos si no me crees, ellos lo conocer mejor que yo, tus tíos son amigos de sus padres.

Las palabras de Jorge me confirmaban mis temores, en las pocas horas que había estado a su lado me di cuenta de Guillermo no era lo que aparentaba. Me sacó de mis pensamiento lo que dijo a continuación.

Entonces a que viene tu interés, acaso te interesa ese niño, o quieres tener algo con él?

Ni me interesa ni me deja de interesar, solamente quería algo de información y saber lo que creo interesante de mis amigos.

O sea, que ya sois amigos? -Lo dijo de una manera que no me gustó nada.

No es malo tener amigos y si él es un buen chico, por qué no? Hasta ahora lo que te he podido sacar son las bondades sobre su familia y que son muy importantes, que él es bueno en el fútbol, cosas que no me interesan demasiado, me gustaría más saber si es una buena persona, un buen amigo, sus valores como ser humano. -Jorge me miraba serio y de repente se soltó a reír.

Joder, joder! Pero tu te ves?, te estas enamorando!, Sebastian no me jodas, es un niñato que está al cobijo de la sombra de lo que es su familia. -No estaba de acuerdo con él y me molestaba que indagara en mis pensamientos más profundos.

De enamorado nada, por ahora no, y de lo otro yo no lo veo así como tu.

Estuvimos hablando un rato más pero siempre volvíamos a lo mismo, así que nos despedimos, para calmar los ánimos Jorge me besó en los labios pero con un beso ligero de amistad que le devolví. Y seguro que quería hacer otras cosas pero no se atrevió a iniciarlas ni yo tampoco.

Los siguientes días los pasé muy confundido, las palabras de Jorge flotaban en mi cabeza, no era posible que yo me hubiera enamorado, iba contra mi filosofía de ver la vida, pero tenía que admitir que Guillermo me gustaba y más que en el plano sexual, como amigo íntimo con quien podía hablar sabiendo que me entendía.

El continuaba en su acercamiento a mi, eran pocos los momentos que podíamos estar juntos y a solas, sobre todo para él ya que sus compromisos con el deporte lo comían muchas horas.

El viernes cuando ya estaba en casa tranquilamente, recibí una llamada inesperada que cogió Angelo y me pasó a mi cuarto sin decirme quien era.

Sí, Sebastian al habla… Enseguida reconocía la voz de Maty.

Qué diablos pasa, cómo tardas tanto en coger el teléfono?

Ah!, eres tu tío Maty…

Sí, quién pensabas que era? -Se lo notaba enfadado.

El teléfono suena abajo para que lo coja Angelo, seguramente estaría ocupado, me lo acaba de pasar.

Bueno, dejemos eso, sabrás que el sábado celebramos en casa de mi hermana el cumpleaños de Celia verdad?

Algo me ha dicho papá, y también me lo comentó Pablo en el colegio.

Vale, escucha bien, tenemos que hacer para que esa noche duermas en mi habitación, te traes los papeles que tenías que corregir y diremos que debemos revisarlos, entiendes por donde voy?

El corazón se me puso a galopar como potro salvaje, ya suponía lo que mi tío quería hacer conmigo.

Sí tío Maty, ya lo tengo todo revisado, no creo que te de trabajo…

Tu a callar y a obedecer, eso es decisión mía, además que me importa un carajo esos problemas, tu prepárate y se obediente, sino ya sabes lo que te espera.

Nada más terminar la frase colgó la comunicación sin darme tiempo a réplica.

Los que me transmitía Maty para mi cabeza y sentimientos era contradictorio. Quería volver a estar conmigo, seguramente para follarme, además para que durmiera en su habitación con él, eso me ponía muy nervioso, y me sorprendí de no tener ganas de lucha ni pelea.

Toda la noche la pasé dando vueltas al tema recurrente en mi cabeza, en algún momento pensé que me equivocaba cediendo a lo que él quería, por otro lado no deseaba que él armara un escándalo por negarme, muy dentro de mi como que deseaba estar con él. Al final decidí hacer lo que él mandaba, si Maty quería usarme para satisfacerse sexualmente, yo haría lo mismo. Y así, tranquilamente, después de tomar esa decisión conseguí dormirme.

El sábado a la mañana y después del desayuno, fuimos los tres a un centro comercial para comprar el regalo a mi prima, al final no fue uno, sino dos los regalos, Miguel también quiso hacer algo por el cariño que tenía a Celia, y claro está por estar invitado a la fiesta.

Habían preparado la comida en el jardín bajo una carpa que parecía la de un circo, había piñatas para la tarde, payasos y un sin fin de entretenimientos para la gente menor entre los que me encontraba. De lejos vi al comienzo a Maty que me hizo un gesto de asentimiento con la cabeza.

Estuvimos divirtiéndonos un rato en el jardín antes de la comida, estaba invitado Jorge y su madre entre otros muchos que no conocía, en un momento cuando nos sentábamos para comer bajo la carpa, un señor subió a una tarima, inició un discurso de felicitación para mi prima, Jorge que estaba a mi derecha me susurró en voz baja.

Ese es un tío de Guillermo, el senador y padrino de tu prima. -Fijándome bien en él podía adivinar algunos rasgos de su cara que se parecían a los de Guille. Cuando terminó la gente le aplaudió a rabiar, escuché algún grito de presidente!, presidente! que enseguida se apagaron.

Más tarde pude volver a verle acompañado de una señora como se despedían de mis tíos, se retiraban temprano. Y la fiesta continuó durante toda la tarde sin descanso, jajaja nadie estaba dispuesto a perderse los espectáculos que nos tenían preparados.

Había mucha confusión entre tanta gente, en un momento Maty se me acercó, sonreía y le noté algo bebido aunque quedaba aún mucha fiesta por llegar.

No olvides lo que hemos hablado, cuando llegue el momento tu déjame a mi. -Se marchó a un grupo donde estaba papá con su hermana y me olvidé de sus palabras para atender lo que tenía delante.

Había pasado la tarde, hacía las 10 sacaron bandejas de canapés para comer mientras encendían los fuegos artificiales que habían montado, después de los fuegos había gente que ya se marchaba, entre ellos Jorge con su mamá, los iba a llevar Miguel hasta su casa.

Llegó el momento en que algunos fueron desfilando hacía las habitaciones para irse a la cama, el que yo me marchara con Maty fue más sencillo de lo que él suponía, la tía Inés dispuso que nosotros decidiéramos como arreglar el compartir habitaciones, Pablo enseguida dijo que yo dormiría en su habitación, a lo que Maty le dijo que no podía ser ya que él y yo teníamos que revisar unos ejercicios. Pablo no se atrevió a contradecirle aunque no ocultó su disgusto y frustración. Maty se dirigió a mi.

Vete subiendo y prepara el trabajo que ahora llego yo.

Voy a decirle a papá que dormiré en tu habitación.

No te moleste que no hace falta, ya he hablado con él y está de acuerdo, o sea que vete para arriba.

En el pasillo superior me despedí de Pablo que subió conmigo, la habitación de Matías esta en el final, mi primo estaba molesto y ni se despidió de mi, solo me miró con esos inmensos ojos azules a punto de llanto, entró en su habitación cerrando de un portazo la puerta.

Entré en la la habitación de Maty resignado a mi suerte, sabía lo que me esperaba y solo rogaba porque no fuera muy brusco, fui al baño para prepararme, hice mis necesidades, me lavé la boca con el único cepillo que tenía, supuse que era el suyo y me metí a la ducha, me lavé bien el culito metiéndome los dedos todo lo que podía, después me puse una crema que él tenía allí, comprobé que mis dedos se metían con facilidad por mi ojete, ya comenzaba a sentir placer y lo interrumpí, me metí a la cama desnudo a esperarle que subiera.

Al entrar la sonrisa de su rostro lo decía todo, se le veía satisfecho de que yo me mantuviera sumiso y no protestara en ningún momento. Cerró la puerta colocándole el seguro y cuando se dirigía a la cama soltó una risita de hiena.

Vamos a ser precavidos jajaja. -Sentía un poco de miedo al comprobar que llegaba un poco bebido y daba algún traspiés al caminar. Se sentó en la cama para quitarse el calzado.

No había forma de despedirse de tu padre, jajaja me recomendó que no sea muy exigente contigo y que te trate bien, si él supiera el cariño con que trato a mi sobrino preferido… -También se le notaba torpe al hablar.

Anda, ayúdame a desnudarme. -Tuve que levantarme, desnudo como estaba para desabotonarle la camisa, cuando se la retiré quedé embobado mirando su pecho, nunca había visto un hombre tan sexi y apetecible como mi tío, de verdad que era un ser nocivo y peligroso, quizás así estaba dispuesto en la naturaleza, como la serpiente que hipnotiza a su presa para que no huya de ella y sea fácil atacarla, así me sentía en ese momento, sabía lo mortífero que podía llegar a ser pero no podía dejar de desear besarle y lamerlo entero.

Al retirarle el pantalón y calzoncillo mi vista se regalaba admirando aquel tremendo macho tan viril y fiero como animal salvaje, su pelambre exuberante cubriéndole el medio cuerpo inferior asemejándolo a un ser primitivo era de lo más excitante.

Bien sobrinito, así me gusta lindo, que te portes dócil y obediente, hoy te mereces que deje que me la chupes jejeje, lo estas deseando verdad zorrita?

No podía soportar más mis ganas de acariciarle y besar a aquel ser, tan deseable y apetecible como repelente y desagradable, era un contraste tan fuerte que me hacía perder el sentido de la proporción y la lógica.

Me arrodillé entre sus piernas tomando su verga en la mano, la tenía floja, con el capullo tapado por un largo prepucio que lo cubría todo y aún sobraba, me lo metí sin más en la boca, saboreando los restos de orín y líquidos seminales ya secos. Estuve chupando sin detenerme hasta que se le puso tan dura que no me cabía en la boca, me sentía enviciado de aquel sabor afrodisiaco y delicioso, perdí la noción del tiempo, de tal forma que ni escuchaba los gemidos y lo que me hablaba Maty, hasta que me cogió la cabeza y sacó su verga de mi boca.

Deja de mamarla ya zorrita, si sigues vas a conseguir que me corra antes de tiempo, quiero darte por el culo así que sube a la cama y ponte a cuatro patas.

Sin rechistar hice lo que me pedía, es más, agaché la cabeza colocando mi mejilla sobre la sábana, sacando bien mi culito dejando salir un gemido de mi pecho.

Ahhhhh…, así quieres que me ponga…

Jajaja, serás puta viciosa, te ves toda de ofrecida y regalada.

Maty se subió a la cama colocándose tras de mi, vi que no hacía nada y le moví la cola de un lado a otro.

Estas impaciente por recibirme putito? -Entonces sentí un latigazo que me dio en medio de la raja con su verga, acertando justo en el ano haciendo que yo gritara.

Ay!…. No hagas eso que duele.

No grites puto, quieres que todos se enteren?

Ay…, por favor Maty, me has hecho daño. -Sin prestarme atención empezó a pasar la polla de arriba abajo entre mis nalgas para después de unas pasadas colocar la punta de la polla en mi entrada. Giré la cabeza para mirarle.

Por favor Maty, usa condón. -Le rogué, más que nada por si yo no estaba bien limpio y le manchaba la verga.

Para qué voy a usarlo, ya te he follado sin él y no te ha pasado nada, así que prepárate que te va dentro. -Sentí la presión que hacía al empujar su cadera.

Pero no te lo vas a poner? -Volví a insistirle.

Tienes miedo de que te preñé?, no eres mujercita aunque lo parezcas jajaja.

Me callé y dejé que hiciera lo que quisiera, me di cuenta de que no le iba a hacer cambiar de opinión ni suplicándole.

Estate quietecito, así, y hunde más el pecho hasta tocar la cama. Ya dispuesto a no discutir más hice lo que me pedía y esperé en esa postura en la que me penetraría.

Esperaba de un momento a otro que me la clavara a lo bestia y eso me tenía tenso, y cual fue mi sorpresa al sentirle poniendo un líquido frío en mi culo, o sea que esta vez si pensaba dilatarme.

Qué haces Maty, qué es eso?

Ya que te has portado bien voy a ser considerado, pero solo por esta vez para que luego no reclames, solo es lubricante de bebé para un bebé.

Como ya lo tenía algo dilatado por mi metida de dedos en el baño, fue sencillo que en poco tiempo sintiera tres de los suyos dentro de mi ano.

Bueno lindo, esto parece estar listo, ya es momento de gozarla. -Me dio la vuelta colocándome de espaldas sobre la cama, colocó mi pierna derecha sobre su hombro y la izquierda la levantaba separándome las piernas. Después de unos segundos aguantando su empuje la verga entró en mi como si de un cuchillo se tratara.

Ahhhhh!… Ohhhhh! -Gemí con ahogo y Maty se quedó quieto unos segundos, luego se agachó hasta tocar mi pecho con el suyo, era una nueva sensación sentirle unido a mi por el enchufe de su polla en mi culo y nuestros pechos pegados…

Ahhhh!…, Maty que rico siento.-A los segundos inició a cogerme con suavidad entrando y saliendo y los dos empezados a gemir.

Ahhhhh!…, Maty que gusto me das, que bien me follas.

Ohhh!…, putito nunca he follado un culo tan rico. -Me follaba con nuestros pechos pegados, él solamente levantaba las caderas para dejarse caer seguido entrando y saliendo de mi culo.

Abrí los ojos para mirarlo, él los tenía cerrados mordiéndose el labio inferior, yo a mi vez cerré los míos dejándome llevar por la sensaciones placenteras que su verga le daba a mi culo, estaba disfrutando de sus embestidas acompasadas hasta que de pronto comenzó su eyaculación soltando un ronco rugido.

Aggggrhhhh, ya, ya me vengo, ya te preño pequeño puto!…

Mientras seguía gimiendo me embestía a ritmo más lento que antes, pero también me hacía gozar del roce de su verga en mis entrañas. Sujetó mi polla y me comenzó a masturbar a la vez que continuaba moviéndose.

Ahhhhhhh!…, tío, dame más, no pares ahora, me vengo Maty…., ahhhhh, ahhhhh… -No podía contener mis gritos y Maty me tapó la boca con una mano.

Shiiisss!, calla putito que nos oyen.

Quedó tendido sobre mi mientras me sentía agonizar por el placer sentido. Dejé caer las piernas a sus costados rendido, él permaneció encima de mi que aunque no pesaba tanto me agobiaba, hasta que se le salió la verga y entonces se dejó caer a mi lado, yo crucé mis piernas con las suyas acariciándole el pecho, sentía los pelos de sus piernas acariciar las mías, me encantaba esa sensación, apagó la luz y me arrimé mas a él formando un solo cuerpo, Maty me abrazó pasando su brazo por mi pecho y así me quedé dormido.

Desperté sin recordar donde estaba, la oscuridad no me permitía ver nada, solo sentir a alguien a mi lado respirando acompasado. Todo estaba a oscuras, lentamente fui dándome cuenta de mi situación, estaba en la habitación de mi tío, en su cama, aún pasaba su brazo por mi cintura, poco a poco mis ojos se acostumbraban a la oscuridad, solo entraba alguna luz por la ventana lo que me permitía ir viendo bultos y sombras que se iban haciendo más precisos con el tiempo. Maty dormía.

Suspiré y me moví un poco deshaciendo su abrazo y me di la vuelta mirando hacía él para poderle observa la cara, Parecía tan tranquilo y sosegado así dormido, sin ese aire serio y altanero que siempre le acompañaba. Estiré la mano para tocarle la mejilla suavemente, se la rocé con la punta de los dedos acariciándola.

Me gustaba estar así a su lado, estar por siempre sintiéndolo, que me diera algo de cariño y no todo fuera sexo. Podía ver la hora en el reloj de su mesita, las cuatro de la madrugada, levanté la cabeza lo suficiente para besarle los labios con suavidad, evitando despertarle.

Con quien soñaría ahora sonriendo como estaba, habría sentido mis labios sobre lo suyos? Me sobresalté al verle abrir los ojos de golpe.

Oh!, por Dios… -Me separé de él asustado.

Te he despertado? -Musité apenado.

Estaba entre sueños y no conseguía dormir. -Me sujetó de la nuca con una mano y me acercó a él.

Tú que haces que no duermes? -Bajé la cabeza y lo volví a besar.

Acabe de despertarme y te miraba, me pareció que dormías. -Ahora el corazón le palpitaba sin cesar, coloqué la cabeza sobre su pecho para escuchar sus latidos.

Maty pasaba la mano por mi larga cabellera jugando con las puntas de mis pelos.

Tu pelo es muy suave como la seda, me gusta que tengas el pelo largo. -Lo agarró con el puño y tiró de él separándome la cara de su pecho.

Qué es lo que quieres Maty?

Te quiero a ti Sebastian. -Durante unos segundos guardamos silencio. Me sentía indeciso sobre la actitud a adoptar tras sus palabras.

Mejor será que me vaya a la habitación de Pablo. -Me había parecido una petición muy directa que no acababa de procesar, quizás fuera mejor terminar de una vez con aquello.

Me senté sobre la cama buscando algo para ponerme y que me cubriera la desnudez. Ya iba a ponerme de pie…

Espera. -Exclamó y a la vez me agarró de la mano tirándome sobre la cama de nuevo. De repente me sentí arrinconado contra el colchón, con Maty encima mio y sus brazos cada uno al lado de mi cara. Sentía el calor del colchón y de su cuerpo envolviéndome, aún así mi cuerpo temblaba.

Qué…, qué haces?…, Qué quieres de mi, dime.

El cuerpo me temblaba de nervios, sabía o creía saber lo que Maty deseaba, y aunque también yo lo quería con todas mis fuerza sentía miedo, pánico de sucumbir y aceptar lo que ambos anhelábamos.

Te echo mucho de menos cuando no estoy cerca de ti. -Musitaba en mi oido mientras lamía el lóbulo de mi oreja.

Maty, realmente tu no me quieres, solo es sexo lo que deseas, te gustan las mujeres y para ti solo soy un juguete que te gusta manejar a tu antojo.

Creo que sentía celos cuando le reconocía la verdad de mi pensamiento sobre él.

Volverás a echarte una novia y me olvidarás, entiende que no puedo sentir nada por ti porque me hará infeliz en poco tiempo, no puedo ser para ti.

Jajaja! Eso no tiene importancia, te deseo tanto que no puedo renunciar a tenerte. -Hablaba sin separarse de mi y besaba la parte alta de mi cuello.

Tu no le das importancia “tío”, y yo no puedo obviarlo. -Subrayé la palabra “tío” para ver si reaccionaba ante nuestra locura.

No te preocupes de eso ahora, ya llegará el momento de preocuparnos si hace falta. -Elevó su cabeza de mi cuello mirándome a pocos centímetros de mi cara.

Me sentía mareado de emociones, sabía con exactitud lo que iba a suceder, un escalofrío corrió por mi columna vertebral haciéndome temblar. El mundo dejó de dar vueltas. Si otra vez más tenía que suceder no sería conmigo de brazos caídos, acorté el espacio que nos separaba para juntar nuestros labios, de nuevo sentía el olor de su aliento mezclado al aroma de su cuerpo inundando mis sentidos. Mi boca recorría sus labios mordiéndolos, Maty respondió mordiendo levemente mi labio inferior y gimiendo ahogadamente moviendo su mano por mi cuello de forma inquieta.

La expresión de Maty cambió, su mirada desprendía deseo y algo más. En ese momento sin palabras adiviné que Maty sentía por mi algo más de deseo sexual. Hurgó con la lengua sobre mis labios que abrí y lentamente su lengua empezó a juguetear con la mía, se acariciaban las dos mutuamente, también nuestras manos no paraban de pasar por las pieles deseándonos, queriendo que el momento culminante llegara y a la vez deseando retrasarlo.

Los duros brazos de Maty rodeaban mi cintura ciñéndome a su cuerpo, arqueando mi espalda. Me arrastró hasta colocar mi cabeza sobre la almohada, su actitud era cada vez mas ansiosa y profunda, no creía que aguantáramos mucho más.

Corté el beso para espirar pero él enseguida volvió a besar poco a poco mis labios, le hablé entre jadeos como pude.

No puedo creérmelo Maty. Penaba que nunca estaría de esta manera contigo, es un sueño para mi Maty querido.

Shisshhhhh, no hables. -Me calló subiendo sus manos por mi abdomen.

Cállate, no digas nada y disfruta. -Apartó la sábana de nuestros cuerpos quedando totalmente desnudos, bajó con su boca lánguidamente por mi cuello haciéndome temblar, mordisqueando, besando y lamiendo, llevándose el sabor de mi piel a sus papilas. Sentía sus manos enredarse en mis cabellos, desorganizándolos y extendiéndolos sobre la almohada a los costados de mi cara.

Que bonito pelo tienes mi niño, mi bebé. -Seguía besando mis brazos, apretándolos hasta causarme algo de dolor mientras se mordía los labios provocativo.

Continuaba besando y lamiendo, bajando por mi pecho hasta detenerse en mis pezones para acariciarlos y succionarlos con deseo. Le sujeté la cabeza porque no podía soportar tanto placer que me daba, elevando su cara hacia mi.

Maty, me vas a matar de placer si no paras. -Que hermoso le veía en esos momentos con su pelo alborotado, los labios rojos carmesí de los besos, el rostro encendido.
Maty me miró, creo que con cariño, para luego seguir con su trabajo pasando de mis pezones enrojecidos a mi estómago y parando unos momentos en mi ombligo para meter la lengua en el agüjerito, elevó la cabeza un momento para hablarme admirado.

Tu cuerpo es perfecto bebé, dan ganas de comerlo. -Bajé la mirada ruboroso, nunca Maty hacía sido tan obsequioso y amable. Noté como agarraba la punta de mi polla entre sus labios para luego sujetarla con la mano y pasar los labios a todo su largo besándola, comencé a emitir débiles quejidos placenteros.

Ahhh, ahhh, aaahhh, sí, sí…

Mis gemidos aumentaban de nivel, cada segundo que pasaba me sentía más excitado hasta que terminó por lamerme los huevos y meterlos en su boca.

Se colocó arrodillado entre mis piernas y yo elevé las manos para poder acariciarle el poderoso torso, los pelitos del centro del pecho y los que rodeaban las aureolas de sus pezones.

Maty, te quiero, nunca he querido así a nadie. -Le susurré bajando las manos a sus costados, pasando los dedos por sus abdominales algo marcados, no demasiado.

Mi tío no decía nada, solamente me miraba como arrobado, se enderezó y con un movimiento rápido cambió de posición quedando sentado sobre mis piernas siguiendo palpando mi piel entre las ingles.

Espero hacértelo bien esta vez y no causarte daño. -Se inclinó de nuevo pasando la lengua de arriba abajo a lo largo de mi abdomen hasta terminar en mi polla y metiéndosela en la boca. Comencé a gemir de nuevo, era mucho el gusto que me daba agitando la lengua en la punta de mi polla, queriendo meter la lengua por el meato, tuve que agarrarme de las sábanas para contenerme.

Lujurioso Maty empezó a succionarme la punta agarrándome de los testículos con una mano, besó la punta lamiendo luego de arriba abajo mirándome a los ojos, los suyos chispeaban maliciosos sin parar de lamerme la polla. Volví a entrecerrar los ojos y a gemir un poco fuerte lo que enloquecía a Maty, Sin más preámbulos se introdujo mi pene entero en la boca, bajando y subiendo sin detenerse un instante.

Maty…., ahhhhhh…, sí…, sigue… por favor no pares…. agghhhhh… ahhhh. -Gritaba agarrado fuerte a la sábana tirando de ella. Maty aceleró el movimiento de cabeza apretando más los labios alrededor de mi polla.

Cuando ya no pude soportarlo más por la tremenda excitación a que me había llevado, encorvé la espalda estremeciéndome, y gimiendo empecé a eyacular en la boca de mi tío…

Ahhhh, ahhh, ahh, ah, perdona Maty, no tuve tiempo de avisarte, no podía aguantar más.

Maty se rió limpiándose los dedos, metiéndolos en su boca para lamerlos lascivamente mientras me miraba, se inclinó y me dio un pequeño beso que me supo a mi semen.

Ahora llega lo bueno, lo mejor bebé. -Se tumbó a mi lado quedando parcialmente sobre mi.

Me abrió las piernas y con los dedos aún húmedos de sus lamidas empezó a acariciar en círculos mi entrada, yo fui con mi mano por sus muslos e ingles hasta que le agarré la verga, estaba dura que no podía doblarla, ambos nos mirábamos fijamente a los ojos, quizá queriendo guardar el mejor momento habido entre nosotros, tanteó el entorno de mi ano jugando y observando detenidamente mis gestos, yo había vuelto a erectarme, mi polla volvía a estar dura y mis gemidos volvían ante sus caricias a la entrada de mi culo.

También yo no dejaba de acariciarle la verga alternando con sus testículos para que la mantuviera rígida para lo que se avecinaba.

Entonces me sujetó de las nalgas elevándome el culo de la cama en un posesivo abrazo, acercando lentamente la cara a mi entrada, él gemía por mi continuo masajeo de verga.
Maty acercó sus labios y los depositó blandamente en mi entrada dándole un beso, sentía lo agitado de su respiración y el aire que salía de su nariz en mi ano, yo comencé a mover un poco las caderas animándole a seguir.

Quieres que continúe? -Me dijo con su sonrisa ladina.

Por favor Maty, por favor cómeme el culo.

Me sobresalté ante la virulencia de su respuesta, apretó la lengua en mi entrada abriéndola, así estuvo jugando unos segundos donde pensaba que iba a correrme de nuevo y solo hacía gemir mordiendo mis puños. Ahora Maty me hacía el trabajo con la lengua y los dedos empapados de saliva.

Repentinamente cortó el contacto, rompiendo también la unión que yo mantenía con mi mano en sus genitales, se arrodilló entre mis piernas colocándolas alzadas sobre sus hombros.

Así te sientes cómodo?

Sí Maty, como tu quieras está bien. -Tenía que hacer un esfuerzo para hablar y más me tensioné cuando volvió a meter dos de sus dedos por mi ano, alargué los brazos rodeándole la espalda, hundiendo mis dedos en su piel soltando tiernos gemiditos, mezcla de dolor y placer, mientras me mordía los labios ante la atenta mirada de Maty que no perdía detalle de mis reacciones, hasta que decidió que era la hora y que yo ya estaba preparado y listo para ser clavado, me previno con un gesto de cabeza que yo asentí sonriéndole y relajándome como mejor podía. Maty situó su verga en la entrada de mi ano y comenzó a hacer fuerza hasta vencer mis anillos y poco a poco fue introduciendo la verga enteramente, sintiendo a veces como yo le paraba con mis manos apoyadas en su vientre.

Sentía que ya ocupaba todo mi recto, y sus pelos y testículos estaban pegados a la entrada de mi cuerpo, comenzó a moverse lentamente, empujando y moviendo las caderas de una forma deliciosa y sublime.

Ahhhhggg…, no pares tito, dame más fuerte por favor, ahhhh como lo disfruto, que verga más rica tienes, dame más, más ahhhh que placer más grande, ahhhh…

No podía de dejar de pedirle que me diera más, llevé una de mis manos a sus nalgas peludas empujando de él para que me la metiera más profundo en mi agujero.

Maty, Maty ughhhh, que rico me coges, que rico siento, ahhhh…

Con esfuerzo abracé sus nalgas reteniéndolo, lo quería tener dentro de mi, sentirlo en mis interiores. Maty tenía que esforzarse el doble al ser retenido por mis manos, y pesar de ello conseguía seguir embistiéndome con fuerza, jadeando en mi boca cuando se agachaba para darme un beso en mis labios ya rojos e hinchados.

Aquello era sencillamente fantástico, nunca antes había sentido la delicia de una cogida como la que me estaba dando mi tío, penaba que aquello ya no era solo sexo, que algo de amor había por mucho que Maty se resistiera a reconocerlo.

Las embestidas se volvían más rápidas, más fuertes hasta parecer brutales, poco nos quedaba para explotar, ambos estábamos a punto y comencé a moverme, a apretarle la verga con mi culo cuando salía y a aflojarlo para que me la clavara profundo.

El jadeo era constante, los dos deseando culminar juntos, hasta que sentí el semen avanzar por mi polla saliendo con fuerza contra el pecho de Maty, entonces apreté mi culo y fue cuando mi tío me la hundió a fondo corriéndose en el instante.

Los dos quedamos exánimes y muertos de cansancio, respirando entre jadeos pero con una ancha sonrisa en la boca.

Maty me agarraba la mano con fuerza y giré la cabeza para verle, sin duda quería a ese ser que respiraba pesadamente a mi lado.
La tenue luz que pasaba del jardín iluminaba su viril rostro algo exhausto y sudoroso acentuando sus masculinas facciones, di la vuelta a mi estremecido cuerpo colocándome de espaldas a Mati y él terminó de acercarse hasta quedar pegados, besó mi parte baja del cuello y mordisqueó mis hombros.

Creo que debería contarte algo, que lo sepas de mi boca antes de que te enteres por terceros. -Hablaba apesadumbrado, yo me caía de sueño y no le prestaba atención, los párpados se me cerraban.

Escuchaste Sebastian?, hay algo que deberías saber.

Ummmm, déjalo para mañana Maty, luego hablaremos si quieres.

No quiero esperar, es algo urgente sobre mi novia Anabel.

jaime.iriarte92@gmail.com

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