Hice una forma diferente de sexo con Rubén Alberto y Luis Manuel.

 

Yo era un chico que tenía catorce años recién entrenado en el sexo con prostitutas que se llevaron mi virginidad a los trece años, mi glande descubierto se adaptaba a las pajeadas yo era muy arrecho y a veces por falta de dinero y no poder usar prostitutas tenia que hacérmelas de pajas asi que adquirí la costumbre de tocarme el pene a solas y corrérmelo deliciosamente, al lado de mi casa vivía Rubén Alberto que tenia un año menos que yo, sus dos nombres los tenia también su padre por eso le decíamos Junior, vivía con sus padres, sus dos hermanas y su hermanito Luis Manuel que era muy observador y travieso, pasábamos jugando Atari toda la tarde en la sala de mis vecinos, aquella tarde nos quedamos jugando los tres



Rubén Alberto salió a comprar galletas y cola en la ausencia Luis Manuel comenzaba a mover el pene vestido sobre mi hombro, hacia disimulos pero sentía que me lo frotaba eso me llamó la atención, de cargoso le pasé la mano por el culo yo pensé que se iba a enojar pero no, ni si quiera se movió, es mas, se acercó más a mi, en ese momento se me entraron los diablos y de lo arrecho que estaba lo agarré de la cintura y lo senté sobre mi pene vestido, Luis Manuel hacía movimientos circulares con el culo yo lo tenia bien sujeto a mi cintura y nos movíamos en el mueble lo alcé y le bajé el short hasta las rodillas y yo me hice lo mismo lo volvi a sentar sobre mi, ahora se sentía mejor ese culito sobre mi pene que se lo quería tragar, me acorde de cómo las putas me enseñaron a coger y lo hice cabalgar, la escena del movimiento de su cuerpo era increíble, me estaba cogiendo al hermano de mi amiguito, lo hice levantar para ponerlo de filo de sillón dándome la vista de un culo parado delicioso



Lo mejor de todo es que lo hacíamos sin obligación, todo era por deseo, mi pene actuó sobre el culo de Luis Manuel en forma de sobadas y quise empujársela por dentro de sus nalgas esa posición en la que lo estaba cogiendo me gustaba mucho, de repente Luis Manuel me advierte la llegada de su hermano porque tocó la puerta, nos paramos de inmediato y quisimos vestirnos pero notamos que Rubén Alberto nos estaba viendo entre la cortina que cubria la ventana y un espacio libre de su borde, me quedé helado, su hermanito le abrió y no pude disimular la mirada fija que Rubén Alberto tenia sobre mi.



Yo pensé que me iba a reprochar algo pero no, seguimos jugando por un buen rato hasta que nos dimos cuenta que Luis Manuel se quedó dormido en el sillón, lo llevamos al cuarto de sus papás, en lo que íbamos saliendo me agarra por detrás por la cintura y empieza a sobarme el pene en mi culo diciéndome que fueramos a culiar a su cuarto, me metió las manos dentro de mi short y me estiró el pene y con la otra me sobaba el culo, yo acepté y ya estuvimos desnudos envueltos en sábanas listos para culiar dentro de esas sábanas nos conocimos los penes yo tenia más pelos y mi pene era más grande me lo tomó y lo acarició frotándomelo nos besamos y pegamos los penes para culiarnos, nuestras caderas se movían en forma alocada y desesperada como que era una competencia de resistencia sexual yo aguantaba eyacular porque quería seguirle y darle sexo, lo hice virar mostrándome ese culo inolvidable por donde le pasé el pene y le puse mi glande en la entrada del culo, no pudo aguantar más y yo atrevido insistí en metérselo más pero me rechazaba, le pase el pene por toda la espalda volvi a pasárselo por el culo hasta que sentí venir el semen mojándole las nalgas lo leveante rapidito y algo le cayó en la espalda, lo limpie nos lanzamos a la cama, le di mi culo y me paso el pene sobre mis nalgas y hoyito botando su semen de la misma manera como se lo hice.



Salimos a la sala a seguir jugando, al rato, desde dentro del cuarto Luis Manuel llamó a su hermano, pero estaba tan embelesado en el juego por maracar récord que me mandó a ver que quería y había sido que Luis Manuel quería que le alcanzaran una funda con chucherías que estaba encima del ropero, al dársela me apegué a la puerta mirando con dirección a Rubén Alberto que seguía concentrado en el juego aproveché es corto tiempo para tumbarlo en la cama a Luis Manuel, bajarnos los interiores, acostarlo y darle sexo con mi pene en su culito le daba y le daba hasta que sentí botar semen al piso por las nalgas de Luis Manuel, nos paramos, me vio limpiarme el glande mojado de semen, nos vestimos y al salir del cuarto nos chocamos con Rubén Alberto que nos miraba intrigante, yo como si nada volvia a iniciar un juego, al caer la tarde me despedí.



No había tarde en que no culiaramos, más lo hacía con Luis Manuel que aprovechaba la ausencia de Junior y la cordialidad de su mamá para que me dejara jugar Atari con su hijo o jugar en la azotea junto a un cuarto donde por ratitos nos encerábamos a culiar a nuestras anchas y a veces saliamos rápido del cuarto para evitar sospechas y sintiéndonos seguros de no ser vistos, volviamos a entrar a ese cuarto, pero esta vez a darle pene a lo loco, ya se había acostumbrado a recibir mi semen en su culo.

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Un comentario:

  1. Jose

    marzo 7, 2022 at 4:46 pm

    Lindo relato

    Responder

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