Los hijos, de mi hermano eran 5…tres varones y dos hembras; Antonio era el mas pequeño de ellos y era muy diferente….hermosisimo!
Pues aunque yo le llevaba como 6 años de edad, crecimos y nos criamos juntos, aunque en casas separadas.
Según él fue convirtiendose en hombre, la gente siempre decian… que, qué hermoso era él, que no se parecía a sus hermanos, total, la belleza que se valora es la interior, la que perdura. Yo tenía mi vida y me imagino que, él sabía …que yo era gay de closet, como dicen y aunque siempre nos respetamos mutuamente, nunca él me preguntaba nada, ni me insinuaba nada…pero todo tiene su día… su tiempo en esta vida.
Cuando él tenía mujeres…y citas era yo, él que lo llevaba a moteles, pues él no tenía auto y yo sí. Luego lo iba a buscar a la hora pautada. En mi país los moteles son pequeñas hospederías, que se usan mayormente para encuentros sexuales.
Quizas por eso, yo comenzé a pensar… como sería él, como amante, pues esas mujeres, salían como locas con él, cuando yo, los iba a buscar, enchuladas de él y a mi eso, me hacía volar la imaginación…nada mas, pero en mi barrio o sector comentaban que él era un chico bien dotado, que tardaba mucho en venirse (enyacular, tener su orgasmo) y que por eso, era el preferido entre la mujeres y par de gays de nuestro lugar, pero que él, solo lo hacía con chicas, con mujeres y hasta con hembras casadas, que le eran infieles a sus maridos con él…era un playboy….
Siempre he sido muy respetuoso, de los lazos familiares, y cuando pensaba algo pervertido con él…deshechaba ese pensamiento, aunque no podía negar su belleza y atractivo masculino. Pero un día fuimos a la playa a unas cabañas, dónde la familia pernoctaría el fin de semana. Ese primer día, bañandonos en la playa y jugando todos, sin querer, el me rozó su prominente paquete entre mis nalgas, demás esta decir, que de solo yo sentir ese roce, el corazón me comenzó a latir fuertemente y sentí un corrientazo que me bajó del cerebro a mi pene.
Seguimos jugando todos en el agua como si nada, pero volvió y ocurrío otro roce y creo que esta vez fue, a propósito, se quedó pegado a mi y yo, tembloroso de emoción, no me moví, sino que eché hacia atrás mi trasero y el muy sinvergueza me agarro por la cintura desde atrás y haciendo como que jugaba conmigo, me restregaba su exagerada erreción por mi culo, por encima del bañador…yo disimulaba, no sabía que hacer, pero no existía fuerza sobrehumana, que me separara de él. Pues familia al fin, nadie creo que, noto eso y se repitío unas veces más, al extremo que perdí mi pudor y se lo toque (su verga) bajo el agua, y él inmediatamente, se lo saco del bañador…quedé impresionado al sentir el tamaño de aquel pene y su grosor, mientras él me, metía la mano por el bañador y me toqueteaba mis nalgas, tratando de meter los dedos en mi culito.
A todo esto… no nos decíamos una sola palabra, él nunca me ha llamado “tío”, solo por mi nombre, Javier, y entonces me dice: Javier, yo se que tú bregas y yo te necesito, quiero comertelo hace mucho tiempo, chico…. Yo avergonzado le dije…Como que yo brego? y me contesta, chico tú sabes; yo se que tú y Tito el newyorican, tubieron sexo y fueron amantes por más de un año, hasta que él, se fue al Bronx. Pues no te lo niego, Antonio pero tu eres mi sobrino, perdoname…no Javier; olvidate de nuestro parentesco, lo importante es ser feliz y disfrutar, somos jovenes y nos queremos mucho! Yo lo miraba… esa cara tan bella, y estaba tan bueno, que le dije: ya veremos y así transcurío esa tarde.
Cuando se hizo de noche, ambos nos fuimos a dar una vuelta por la playa y Antonio me condujo a un palmar, lejano de las cabañas dónde había mucha vegetación; habían ahí muchas palmeras, que su formas son como recostadas de abajo, de su tronco, él se apolló, en una de ellas y me dice: Javier, aqui nadie nos ver, dejame quererte, te lo quiero meter, please! ….yo había perdido mi voluntad y el deseo pudo más, me le eché en sus brazos y comenzamos a besarnos frenéticamente. Luego yo baje a besarle sus preciosos pectorales, sus tetillas que se las mordía suavecito y le hacía circulos con mi lenguita y él me manoseaba mi culo con fuerza en mis nalgas, gimiendo de placer.
El se quitó sus short, yo los mios y comenzé a mamarle aquel hermoso troso de carne; el pene (bicho, tranca, polla,)…más rico y bello… que yo hubiera visto y probado hasta ese momento. Me lo disfruté de todas formas, lo lamía, lo besaba por los lados, bajaba y chupaba sus bolas…le mordía suavemente su cabezota y aquellas venas que parecían, iban a hacerlo estallar en cualquier momento. Y entonces él me lo saco, de la boca y me recosto sobre la palmera, y me dijo: abre las piernas…yo lo hize, parando mi culo bien firme; y él exclamó: Javier que clase de culo, Dios lo que yo, me estaba perdiendo!…..y comenzó a besarme mis nalgas, y con su lengua penetraba mi hoyito, salvajamente…yo comezé a menearme circularmente y le decía: Antonio de mi vida, sigue, carajo, jodéme, asi, que rico, sigue! Entonces él se paró y comenzó a penetrarme, suavemente hasta que, entro todo en mi. Me dolía una barbaridad y le suplicaba: suave, mi amor, me duele, ayyyy, chico no te muevas ayyyy….hasta que el dolor cedió, dándole paso al gustito más rico del mundo…aquella enorme verga, taladrándome el culo, entrando y saliendo de mi culo fuertemente, y yo gimiendo y llorando de placer: Antonio me muero, me muero de placer, que rico, soy todo tuyo, ahhhhhhh….hasta que él se vino en mis entrañas luego de mas de 15 minutos, metiendolo y sacandolo bien duro! Ahora yo sabía, que era verdad… lo que de él, se decía y el porque las chicas lo buscaban y lloraban por él. Yo me masturbe y me di una venida brutal, bien rica.
Seguimos besandonos y abrazandonos, él me sedujo y yo me rendi a mi sobrino, como el más ardiente amante. Ese fin de samana fue espectacular…lo hizimos en la cabaña (arriesgandonos a ser sorprendidos, pero el morbo lo hacía mas exitante), adrentro del mar (del agua en la playa)…y en nuestro querido palmar, que aun hoy, visitamos para gozar ahí.
He luchado estos años con los perjuicios por esto…pero hoy soy yo… el que lo acompaña a los moteles, soy yo a quien, él ama deseperadamente y yo correspondo a esa pasión…
Según él fue convirtiendose en hombre, la gente siempre decian… que, qué hermoso era él, que no se parecía a sus hermanos, total, la belleza que se valora es la interior, la que perdura. Yo tenía mi vida y me imagino que, él sabía …que yo era gay de closet, como dicen y aunque siempre nos respetamos mutuamente, nunca él me preguntaba nada, ni me insinuaba nada…pero todo tiene su día… su tiempo en esta vida.
Cuando él tenía mujeres…y citas era yo, él que lo llevaba a moteles, pues él no tenía auto y yo sí. Luego lo iba a buscar a la hora pautada. En mi país los moteles son pequeñas hospederías, que se usan mayormente para encuentros sexuales.
Quizas por eso, yo comenzé a pensar… como sería él, como amante, pues esas mujeres, salían como locas con él, cuando yo, los iba a buscar, enchuladas de él y a mi eso, me hacía volar la imaginación…nada mas, pero en mi barrio o sector comentaban que él era un chico bien dotado, que tardaba mucho en venirse (enyacular, tener su orgasmo) y que por eso, era el preferido entre la mujeres y par de gays de nuestro lugar, pero que él, solo lo hacía con chicas, con mujeres y hasta con hembras casadas, que le eran infieles a sus maridos con él…era un playboy….
Siempre he sido muy respetuoso, de los lazos familiares, y cuando pensaba algo pervertido con él…deshechaba ese pensamiento, aunque no podía negar su belleza y atractivo masculino. Pero un día fuimos a la playa a unas cabañas, dónde la familia pernoctaría el fin de semana. Ese primer día, bañandonos en la playa y jugando todos, sin querer, el me rozó su prominente paquete entre mis nalgas, demás esta decir, que de solo yo sentir ese roce, el corazón me comenzó a latir fuertemente y sentí un corrientazo que me bajó del cerebro a mi pene.
Seguimos jugando todos en el agua como si nada, pero volvió y ocurrío otro roce y creo que esta vez fue, a propósito, se quedó pegado a mi y yo, tembloroso de emoción, no me moví, sino que eché hacia atrás mi trasero y el muy sinvergueza me agarro por la cintura desde atrás y haciendo como que jugaba conmigo, me restregaba su exagerada erreción por mi culo, por encima del bañador…yo disimulaba, no sabía que hacer, pero no existía fuerza sobrehumana, que me separara de él. Pues familia al fin, nadie creo que, noto eso y se repitío unas veces más, al extremo que perdí mi pudor y se lo toque (su verga) bajo el agua, y él inmediatamente, se lo saco del bañador…quedé impresionado al sentir el tamaño de aquel pene y su grosor, mientras él me, metía la mano por el bañador y me toqueteaba mis nalgas, tratando de meter los dedos en mi culito.
A todo esto… no nos decíamos una sola palabra, él nunca me ha llamado “tío”, solo por mi nombre, Javier, y entonces me dice: Javier, yo se que tú bregas y yo te necesito, quiero comertelo hace mucho tiempo, chico…. Yo avergonzado le dije…Como que yo brego? y me contesta, chico tú sabes; yo se que tú y Tito el newyorican, tubieron sexo y fueron amantes por más de un año, hasta que él, se fue al Bronx. Pues no te lo niego, Antonio pero tu eres mi sobrino, perdoname…no Javier; olvidate de nuestro parentesco, lo importante es ser feliz y disfrutar, somos jovenes y nos queremos mucho! Yo lo miraba… esa cara tan bella, y estaba tan bueno, que le dije: ya veremos y así transcurío esa tarde.
Cuando se hizo de noche, ambos nos fuimos a dar una vuelta por la playa y Antonio me condujo a un palmar, lejano de las cabañas dónde había mucha vegetación; habían ahí muchas palmeras, que su formas son como recostadas de abajo, de su tronco, él se apolló, en una de ellas y me dice: Javier, aqui nadie nos ver, dejame quererte, te lo quiero meter, please! ….yo había perdido mi voluntad y el deseo pudo más, me le eché en sus brazos y comenzamos a besarnos frenéticamente. Luego yo baje a besarle sus preciosos pectorales, sus tetillas que se las mordía suavecito y le hacía circulos con mi lenguita y él me manoseaba mi culo con fuerza en mis nalgas, gimiendo de placer.
El se quitó sus short, yo los mios y comenzé a mamarle aquel hermoso troso de carne; el pene (bicho, tranca, polla,)…más rico y bello… que yo hubiera visto y probado hasta ese momento. Me lo disfruté de todas formas, lo lamía, lo besaba por los lados, bajaba y chupaba sus bolas…le mordía suavemente su cabezota y aquellas venas que parecían, iban a hacerlo estallar en cualquier momento. Y entonces él me lo saco, de la boca y me recosto sobre la palmera, y me dijo: abre las piernas…yo lo hize, parando mi culo bien firme; y él exclamó: Javier que clase de culo, Dios lo que yo, me estaba perdiendo!…..y comenzó a besarme mis nalgas, y con su lengua penetraba mi hoyito, salvajamente…yo comezé a menearme circularmente y le decía: Antonio de mi vida, sigue, carajo, jodéme, asi, que rico, sigue! Entonces él se paró y comenzó a penetrarme, suavemente hasta que, entro todo en mi. Me dolía una barbaridad y le suplicaba: suave, mi amor, me duele, ayyyy, chico no te muevas ayyyy….hasta que el dolor cedió, dándole paso al gustito más rico del mundo…aquella enorme verga, taladrándome el culo, entrando y saliendo de mi culo fuertemente, y yo gimiendo y llorando de placer: Antonio me muero, me muero de placer, que rico, soy todo tuyo, ahhhhhhh….hasta que él se vino en mis entrañas luego de mas de 15 minutos, metiendolo y sacandolo bien duro! Ahora yo sabía, que era verdad… lo que de él, se decía y el porque las chicas lo buscaban y lloraban por él. Yo me masturbe y me di una venida brutal, bien rica.
Seguimos besandonos y abrazandonos, él me sedujo y yo me rendi a mi sobrino, como el más ardiente amante. Ese fin de samana fue espectacular…lo hizimos en la cabaña (arriesgandonos a ser sorprendidos, pero el morbo lo hacía mas exitante), adrentro del mar (del agua en la playa)…y en nuestro querido palmar, que aun hoy, visitamos para gozar ahí.
He luchado estos años con los perjuicios por esto…pero hoy soy yo… el que lo acompaña a los moteles, soy yo a quien, él ama deseperadamente y yo correspondo a esa pasión…