Jugando perdí mi virginidad

Jugando perdí mi virginidad

Hola me llamo Juan, en la fecha de la historia que les contaré tenia 18 años,

soy moreno claro cuerpo delgado, pelo castaño claro y unas nalgas muy parasitas y redondas que parecen dos hermosos melocotones.

Siempre he tenido la certeza que me gustaban los niños,

pero no cualquiera debería ser bien parecido y risueño para que me atraigan, sin importar su complexión y color de piel,

que más bien parecen niñas de lo bonitos.

Un día mientras jugábamos Vite pateado ya que era muy divertido por aquellos años,

en ese entonces me gustaba mucho un Niño que llamaba Arturo,

cumplía con mis expectativas de belleza y atracción, era un Niño moreno de ojo verde y cuerpo de ensoñación,

ademas tenía unos labios muy sensuales y cabello rizado que lo hacía ver un Dios griego.

En una de La escondidas se hacíamos para que no nos encontraran,

coincidimos Arturo y yo en el mismo escondite,

una entrada de reja que por los árboles y las camionetas as que estaban estacionadas al frente de esa casa,

éramos imperceptibles.

Agitados por la carrera para escondernos y replegarnos a la reja no me percaté que estaba apretando con mis nalgas la mano de Arturo,

cuando sentí su mano fingí no estar enterado y continué apretándola lo que hizo que la girara para dejar su palma tocando mis nalguitas redondas,

sentía una emisión y miedo hasta el tope por dejarle entrever que me gustaba que me agarraran las nalgas,

pero era una excelente oportunidad de tenerlo cerca y en esa posición sintiendo su aliento y respiración,

pero sobre todo su mano tocando mis nalguitas, como no teníamos mucho tiempo, decidí arriesgarme a ofrecerme a Arturo,

para lo cual baje un poco mi short para que sintiera un poco de mi piel a lo que afortunadamente respondió y se animó a meter su mano dentro de mi calzón y tocar en todo su esplendor mis deliciosas nalguitas.

Lo mire directamente a los ojos para conocer su aprobación y me dio la más cálida sonrisa y filo de ojos que tranquilizó mi alma,

pero elevó mis palpitaciones y el dolor de pene al máximo.

Ya confiado decidí hincarme ya que el lugar lo permitía y bajarle el cierre ya que tenía también su pene gritando sáquenme.

Al sacarlo contemple y disfrute una Armas a pipis sudado y lleno de precum,

me enloqueció y de un solo golpe me lo metí a la boca comenzando a succionar como un loco.

Arturo se retorcía de placer y yo de deleitarme de su textura y sabor saladito que me invitaba a comérmelo todo.

Como la posición era muy comprometedora me levanté y fui directo a su boca para darnos un beso apasionado y enloquecido por la calentura.

Le dije en vos baja, que hacemos precioso?

Y me dijo vamos a mi casa y les decimos que vamos a decirle a su mamá que lo deje jugar más tiempo ya que eran como las ocho de la noche.

Pero la verdad su mamá y hermana mayor no estaban porque habían ido a un velorio de un amigo entrañable y habían dejado solo a Arturo y que como no era la primera vez no se preocupaban que estuviera en labores calle muy noche ya que era un niño muy responsable.

Entramos a su habitación y le dije que siempre me había gustado y que estaba muy feliz de que también le atrajera a él,

se acercó lentamente y algo nervioso me dio un beso sublime por lo tierno y apasionado,

en ese momento me encontraba en el cielo y la estrellas,

le dije que me dejara nuevamente chaparle su pipis y me dijo que si porque le había encantado la sensación,

así lo hice y por un buen rato estuve saboreando su glande, prepusio, güeritos con algunos bellos incipientes y llegué a acercarme a su año para darle besos y succionarlo, deleitándome de todos los sabores pero en especial ese olor a culito tierno y con aromas propios del lugar, pero sin ser repulsivos por el contrario desataban en mi mente abrumadoras sensaciones de placer.

En ese momento no puede más y lo desvestí por completo y estando boca arriba me senté en su pene previamente lubricado con saliva mi colista, abriéndome los cachetes para facilitar su entrada.

Ahora entiendo cuando dicen que te sudó el culo por miedo o por excitación, porque yo estaba empapado.

Me dijo Juanito ya clávate en mi pene que quiero cogerte, acto inmediato me coloque su cabecita jalando el prepusio para dejar pase primero su rosada cabecita y me lo clave de un solo sentó, ambos pegamos un grito de placer y yo de placer y dolor, pero no dejo que eso frenara el deseo de sentirlo mío.

Le dije mi vida deja que se acostumbre mi colista a tu pene para que me cojas rico, sí? y mientras tanto me incline para besarlo, era toda una delicia sentirme unido en carne con el niño de mis sueños, como buenos primerisos nos venimos casi inmediatamente, pero nos quedamos recostados besándonos tiernamente y diciéndonos todo tipo de frase de amor.

Con el tiempo perfeccionamos nuestros encuentros al grado que en una ocasión por la maestría y habilidad para escondernos terminamos pillados por otro amigo 2 años más grande, lo que nos llevó a realizar tríos pero con mayor placer ya que el nuevo integrante tenía un pene muy grande y grueso que terminó siendo la delicia de Arturo y yo.

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