relatos gay

Mi regalo de navidad

Todo comenzó por diciembre, para más detalle en una noche buena.

Mi familia siempre ha tenido la costumbre de ir a casa de mi tío Roberto a recibir navidad.

Así que ese día no fue la excepción, Mis padres y yo llegamos a la fiesta, algunos tíos y amigos de la familia;

siempre adaptan el estacionamiento para que allí se haga las reuniones.

Fue una buena reunión aunque con forme la noche fue pasando los invitados fueron despidiéndose,

por mi parte siempre tiendo a ser muy cododino, por lo que subí al 1ª piso, donde se encontraba la sala y me recosté en el sillón donde me dispuse a tontear en el teléfono.

Mi tío Roberto subió muy apurado y desabrochándose el pantalón, aunque con un poco de dificultad pues hace poco había sufrido una caída en el fut y tuvo una fractura en el brazo que ahora estaba enyesado.

Yo no preste mucha atención hasta que prendió la luz del baño de la sala, allí fue cuando note su tremendo trasto,

Mi tío Roberto estaba orinando con los pantalones hasta la rodilla y se le veía un tremendo culo redondo y unas piernas velludas super atléticas…

Pero eso no fue todo, me le quede viendo mientras orinaba, imaginando como me gustaría darle unas lengüetadas a ese culo y sentir sus piernas velludas en mi cuerpo desnudo;

de pronto regrese de mi fantasía y Escuche a mi tío decir “Dante, ¿Que haces aquí?, deja de verme y ven a ayudarme”,

Me apene horrible y de inmediato me pare hacia mi tío, haciendo un pequeño jaloneo de mi pene para disimular mi elección en el pantalón.

Cuando llegue con mi tío, me di cuenta que tenia un problema para subirse el pantalón ya que por el yeso no podía vestirse bien, así que me dijo

“Hijo, ayudarme a abrocharme el pantalón”, cuando giro su cintura note su gran bulto, y me puso mas caliente de lo que ya estaba,

al igual note que traía una trusa la cual estaba mal puesta ya que se le había hecho rollo.

Me atreví a decirle que le acomodaba la trusa, él hizo una mirada de extrañeza pero asintió moviendo la cabeza y con una sonrisa.

Yo estaba muy nervioso, cuando lo toque su cuerpo se movió y enseguida rose su pene, me dijo “estas muy frio” yo me disculpe y rápidamente acomode su ropa interior.

Cuando subí sus pantalones y me disponía a abrocharlo, vi que en su paquete se empezaba a erectar, sin querer me quede congelado hasta que hablo y dijo que también le fajara la camisa.

Cuando estaba por fajarle la camisa por la parte detrás, me acerque mucho a su pecho y mis manos rodearon su cintura,

me moría de nervios de romper el momento, desvestirlo y coger como enfermo, pero en eso solo escuche como mi tío cerro la puerta del baño y me dijo “¿te puedo pedir algo de tío a sobrino?”

(Yo estando en shock asentí con la cabeza).

En ese momento tomo mi mano y la puso en su verga y dijo “la traigo muy parada de tanto que la ves, me ayudas a acomodarla”.

En ese momento presione su verga y mi tío se recargo en la pared dejando ver el placer que había sentido.

Apresuradamente desabroche su pantalón y vi la tremenda verga de 18 cm que esta por probar, así que la saque, estaba que me venia de tan rico manjar,

por lo que comencé a jalársela mientras desabrochaba la camisa y besaba su pecho peludo… poco a poco descendí hasta tener esta gran verga frente a mi.

Notaba como salía lubricante de ese glande,

como si fuera una fuente de agua que quisiera ser probada, así que comencé a mamarle la verga,

escuche como mi tío hacia gemidos de placer, que en mi causaban mas exitación.

Me desabroche el pantalón y comencé a masturbarme mientras se la chupaba, siempre me encantaba hacer eso.

Mi tío dijo “sobrinito, chuparme los huevos” yo me los metí a la boca y los succione, era un extasis sentirlos,

de pronto, mi tío me paro y me volteo contra la pared,

empiezo a masturbarme y a brotar su pene en mi culo, me estremecí.

Quería que en ese momento me la metiera hasta fondo,

mi cuerpo pedía verga y mi trasero se inclinaba para que esa verga entra, estaba que chorreaba.

De momento sentí como mi tío se aparto y comenzó a lamerme el culo, mientras se masturbaba,

yo estaba empinado y masturbándome, mi tío tenia una tremenda lengua que con fuerza entraba en ano.

Se paro y sentí cómo entraba su verga en mi ano, gemía y dejo “me vengo”.

Yo al sentir todo, me deje llevar por el placer y mientras era penetrado y llenado leche, me vine a chorros.

Terminamos recargado en el otro contra la pared, nos vestimos y nos salimos del baño como si no pasara nada, aunque los dos sabíamos que eso se tendría que repetir.

Me encantan las épocas navideñas y esa noche terminaron por fascinarme pues recibí más de lo que había pedido.

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