Confidencias 02 La familia colabora - citasgay.org

Confidencias 02 La familia colabora

Escrito para su disfrute amigos.

Adri, mi amor, solo tú eres mi consuelo.
¿Cómo puedes pensar eso? Yo te lo agradezco amor mío que quieras ayudarme y a mi familia.
No es tu obligación, no estamos casados para que cojas la responsabilidad de mis problemas.
Te quiero tanto, te necesito pero a mi lado, estoy muy confundido mi cielo.
No sé lo que Eduardo ofrece a mi familia, o el compromiso que tienen, pero mis padres parecen muy dependientes de él y como que le deben favores, creo yo. Veo a mis padres ansiosos y queriendo pagar no se qué compromisos o deudas.
Dices que desciendes de una familia solvente, yo también lo pienso, así por cómo vivimos, es otro motivo para que no comprenda lo que pasa.
Por favor Adri, mi vida, no pienses que te pido ayuda material. Me dolería, yo te amo a ti y quiero que me hagas tu esposo, ¿pero me querrás después de que me utilicen esos hombres?
Mi amor, me dormí llorando pensando en ti, en nosotros y ha sido un consuelo recibir tu nota, también sentía algo de molestia en mi hoyito, la verga de papá es mayor que la de Pablo y me lo hizo muy duro, ya te dije que me gustó, me sonrojo ya que a veces parezco un cínico.
A la mañana me despertó papá, le veía sonriente y pensé que lo la noche había sido un sueño.
-Venga, levántate, tenemos que trabajar antes de que vayas al cole. No, no había sido un sueño.
Me llevó al baño y me revisó el anito.
-Solo lo tienes un poco rojo pero está bien, dúchate rápido. No me había dado un beso y volvió a la habitación. Hice lo que me pidió y me duche con rapidez, no quería que se molestara.
-A ver pequeño, tenemos que seguir trabajando tu culo, prepararlo bien hijito. Me asusté por lo que tenía en las manos, una especie de pomo de las puertas, cónico, un plug que había visto en internet, era muy gordo y pensé que eso no iba a entrar por mi ano, era más gordo que su polla.
Lo estaba pasando su mano con una pasta gelatinosa. Debió ver mi mirada de espanto y me sonrió sin tranquilizarme.
-No tengas miedo pequeño, te entrará después de que te preparé, pon tu culito para arriba sobre la cama. Temblaba y nervioso fruncía mi culo con miedo.
Comenzó a darme besos y lamerme el anito, tengo que ser muy puta Adri, muy puta, me gustaba como mordía mis nalgas y metía su lengua, no le decía nada pero él notaba mi entrega.
-Todo es difícil hijito pero luego es bueno y te dará gusto. Todo resultaba muy rápido, quería dilatar mi ano en poco tiempo y comenzó a hacerlo son los dedos. A veces me dolía y era un dolor mezclado con placer que me encantaba.
-Ahora tranquilo tesoro, tendrás un poco de dolor pero pasará rápido.
Oooh! Como apretaba Adri, parecía que me estaba metiendo el puño, las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos pero mordí la almohada y aguanté.
-Así me gusta que seas valiente como un hombre. Me sentía desgarrado, sujetó mi vientre con su brazo para hacer fuerza y el plug venció la resistencia de mi ano, entro y lo tenía todo dentro, mi ano se cerró sobre su parte más fina quedando la base fuera del culo bien pegado.
Después del dolor tan tremendo resultaba un alivio tenerlo dentro. Comenzó a moverlo, sacarlo y meterlo un poco.
-Papi, por favor me duele, déjalo dentro.
-Mi amor tengo que ancharte un poco para que te lo saques en clase y te des crema, no quiero que se te irrite el anito.
Con el plug en mi culo me fue dando las instrucciones de cómo debía sacarlo y meterlo, debía hacerlo siempre que tuviera algún escozor. A papá se le había endurecido la verga mientras trabajaba mi anito pero no dijo nada de metérmela.
Todo el día sentía la molestia del plug, no lo que estaba dentro, lo que se había quedado fuera y tuve que ir varias veces al baño para sacarlo y darme crema que me calmaba el ardor de mi culito, no creas que fue sencillo tirar de él con todas mis fuerzas para extraerlo, meterlo resultaba más fácil sentándome en él y abriendo mis nalgas.
De alguna manera mi culito fue acostumbrándose, adoptaba posturas que lo favorecían, mientras estaba sentado lo echaba para atrás y que se abriera y aprendí a jugar forzando los anillos de la entrada apretando y aflojando, convirtiéndolo en un juego y todo el tiempo con ganas de ir al baño, con deseos de cagar como cuando estas estreñido.
Ese día papá fue a buscarme al cole a recogerme y de pasó recogió a mis primos y a Pablo.
Pablo no me había dicho nada durante el día sobre lo que tuvo que escuchar, pero yo notaba que él y Erico sabían como estaba, seguramente también lo que llevaba dentro de mi recto. Sus miradas los delataban, miradas de pena, conmiseración, pero también de lujurio y de deseo.
Papá me sacó el aparato en mi habitación, suspiré aliviado, dejó la puerta abierta y presentía que Pablo miraba.
-Esto va muy bien, lo has sabido hacer mi amor, así me gusta. Está un poco dolorido y lo vamos a dejar descansar esta noche, mañana seguiremos. Me limpió el culito con una toallita y sentí su frescor, después me aplicó crema metiendo los dedos, eso resultaba placentero.
-Ahora ya te entran sin problemas los dedos. Te puedes vestir pero lo harás con está ropa para que te vayas acostumbrado a usarla.
Me di cuenta de que tenía una bolsa sobre la cama que no la había prestado atención.
Contenía ropa interior de chica, braguitas y tangas, boleritos para tapar los pechos, falditas muy cortas de colegialas, medias de varios tipos. Él mismo escogió lo que debía ponerme.
Un bolero flojo que me tapaba por debajo de las tetitas, un tanga que tapaba mi verga con dos tiras muy finas que pasaban por detrás de mis nalgas y dejaban al aire todo el resto, medias blancas hasta medio muslo que luego vería como tenía que estarlas subiendo continuamente, una faldita muy corta de cuadros escoceses y tablas, tenía que agacharme como las chicas para recoger cualquier cosa si quería que no se me viera todo el culito al aire. Luego me dejó el pelo suelto caído sobre los hombros.
-Preciosa, estas preciosa mi amor, volverás locos a esos hombres. Papá me abrazó y me puso contento ver que era por mí y le hacía feliz, notaba la dureza de su pene rozando mi cuerpo, se contenía y solo me besaba.
-Diré a mamá que te lleve para depilarte los pelos que aún te quedan. Aquello no me gusto, tú sabes que el vello del pubis y de los sobacos no es mucho y me gusta tenerlo, pero no dije nada ni me opuse, ¿de qué hubiera servido?
-Te he traído unos videos para que los vayas viendo, algunos los veré contigo y practicaremos, tienes que aprender a moverte como lo hacen los chicos que salen y hacer lo mismo. Ahora puedes terminar tus deberes antes de cenar.
Me besó dulcemente en los labios y se marchó. Me miré en el espejo detalladamente. Lo que veía no era yo, veía a una niña delgada de largas piernas, cabello rubio, plana y sin pecho, de estrecha cintura, culo altivo, curvé un poco la espalda para sacarlo más. Me gustó esa parte de mi cuerpo, era un culito de niña pequeño y breve. Llegó un momento en que jugaba adoptando poses de niña, como me veía y me hacía reverencias, así me di cuenta de que no podía inclinarme mucho para que mi culito no quedara a la vista.
Coloqué un DVD en el reproductor y lo fui pasando rápido para echarle un vistazo. Chicos y chicos a montones, mamando vergas de diferentes longitudes y grosores, en distintas posturas, desfilando y haciendo monerías de niñas.
Folladas de sus culos, mostrando los detalles, vergas que era imposible que pudieran entrar en culos tan pequeños y tiernos, corridas y comidas de semen, gestos, actitudes. Todo ello en capítulos donde explicaban cada cosa y con escenas ralentizadas. Sin saber por qué, presentía que no me resultaría difícil ser uno de aquellos chicos y que me movería como ellos. Algo dentro de mí me decía que yo servía para eso.
Lo dejé para hacer mis deberes y ya era tarde cuando Pablo pasó por la puerta y se paró.
-Cómo lo llevas?
-No sé lo que está sucediendo Pablo, y tampoco sé lo que quieren de mí realmente. Di por supuesto que él escuchaba todo lo que pasaba. Se acercó y pasó su mano por mi pecho acariciando el bolero de seda.
-Pues sinceramente, estás muy guapa, pareces una niña de verdad, me gustas pequeña, espero que tu padre me deje seguir disfrutando de ti, ahora quiere ser él quien te enseñe.
Me besó en los labios con una rápida lamida en ellos y bajamos a cenar, creo que Carmen no me quería mirar y bajaba la cabeza, mamá cuando entró vino donde mi para mirarme detalladamente.
-Tiene razón papá, ahora eres una hermosa niña.
Como papá prometió, esta noche estaría tranquilo, solamente vino para volver a darme crema en el culito por dentro.
-Nos tienes muy contentos cielo.
-Papi, ¿vosotros me queréis?
-Claro hijito, tú eres lo mejor que tenemos, no tienes que preocuparte por nada, nosotros te guiaremos para que seas feliz.
-Me gustó papi, mucho.
-¿A qué te refieres amor?
-Cuando me castigaste por ser malo, al principio dolía, pero me gusta. ¿Volverás a hacérmelo?
-Amor ahora mismo te lo haría, tienes que descansar y estar bonito, tendrás todo lo que desees, primero tu papá y luego otros hombres te lo darán mi cielo.
Se inclinó para darme un beso en los labios, abrí la boca y metió su lengua. Ayyy! Adri, estaba tan rica, ocupaba toda mi boca y movía la mía con dificultad para pasarla por la suya y sentir su sabor.
-¿Puedo mamarte la verga un poquito papi y me das la lechita?
-No puedo hijito, no pararía y quiero que tu culito este bien para recibir rico, hoy me espera tu mamá, también ella me necesita.
-Olerla papi, solo olerla! ¡Qué puto!, ¡qué puto Adri mío me estoy volviendo!
Su olor me enloquecía, su bóxer estaba mojado del precum que despedía, me llenaba y excitaba su olor de semental. ¡Qué horror! Deseaba a mi papá Adri, ¿te das cuenta?
Cuando intenté agarrarla me sujetó para taparme.
-No seas impaciente amor, todo llegará, lo tendrás todo.
No podía dormir Adri, no podía…, si tu estuvieras a mi lado, si sintiera el calor de tus brazos, si me llenaras con tu polla no necesitaría la de otros.
Un millón de besos vida mía.
No vuelvas a ser tan bueno conmigo o te tomaré la palabra, quiero que seas doctor, que estudies y si entonces, si me quieres, vengas a buscarme y seré tuyo, tuyo…
Respuesta.
Mi vida, me dejas deseoso de mas placeres, con cada letra que me escribes, y cada anécdota que me escribes, me fascina como me lo platicas, y de imaginarme como tu papi te da órdenes de andar con ese tremendo dildo en el culo por todas esas horas, hasta en el cole, yo solo lo hice por un tiempo corto y cerca de casa, pero tú fuiste más valiente que yo princesa.

Claro que te seguiré queriendo, claro si es que no me cambias en un futuro.

Mi amor para mí no es ningún problema la solvencia, pero cuando termine mis estudios seguro que pediré mi intercambio con un estudiante de tu país, y así podré viajar contigo, para tenerte por fin entre mis brazos y así por fin ser mi nena.

Mi amor gracias por tus deseos de que yo continúe, pero necesito que me prometas que por mas deudas que tengan por pagar, solo harás lo necesario y no más, si no que solo harás por necesidad y no porque te agrade, seguro esos señores como Eduardo por eso presta dinero o algo mas, para que después te traicione y te trate de cobrar con sus perversiones, esos tipos me caen mal, porque siempre buscan forzar a los jóvenes y todo porque no te dan otra opción y claro porque a ellos por más dinero que tengan, no saben lo que es el amor y nunca lo sabrán.

Besos mi amor, mi princesa y esclava, jijiji

Quiero que me digas que va pasando con ese tal Eduardo, no porque quiera juzgar, pero para saber como mí nenita tuvo que soportar a ese viejo rabo verde.
Ya saben, este es mi correo, por si alguno me quiere comentar se lo agradezco:

jaime.iriarte92@gmail.com

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